"Hagamos esto: yo te cuento sobre mí, y vos me contás sobre ti..." esa frase me puso los pelos de punta, no literalmente, claro, pero mis nervios y desconfianza era tanta que no sabía si aceptar o no, pero como siempre, terminé diciendo que sí, porque no puedo decirle a alguien que no, simplemente no puedo, no sé por qué, pero aunque no me guste lo que la otra persona piense o diga, yo solo atino a asentir y dar a entender que todo está bien cuando no lo está.
-Está bien...-comenzó diciendo Ashton para hablar sobre él.-Emm... No lo sé, decime qué querés saber.
-Sobre ti, sobre tu vida, qué te gusta, qué no te gusta, sobre tu... Pasado. -dije, aunque lo último lo dije dudosa, ya que luego me iba a tocar a mí hablar sobre eso y no quería mencionar nada sobre mi pasado.
Él asintió y comenzó a hablar.
-Emm... Me gusta el fútbol, tocar la batería, aunque no tengo una, pero sé tocar de todas formas, y... No sé qué más. -dijo sonrojándose un poco y mostrándome una sonrisa vergonzosa. -¿Mi pasado? Algo difícil a decir verdad. Mis padres murieron hace unos cuantos años en un accidente automovilístico, y tuve que quedarme con mis tíos. Ahí fue cuando todo se puso complicado. Recuerdo que cuando mis padres murieron yo era un adolescente, quiero decir, aún lo soy, creo, pero era más pequeño. En fin, luego de que ellos murieron yo empecé a enfocarme en cosas que me hacían daño, como el alcohol y el cigarrillo, ahora también tomo alcohol pero no se compara a lo que tomaba antes, solía tomar unas tres botellas de un litro de cerveza por día, y algunas veces, después de eso, tomaba un poco de whisky. Hacía eso todos los días, pero una vez me fijé en el cigarrillo, y también empecé a ser adicto a él, no fumaba mucho, pero si algunos por día, aunque no fueran muchos era una necesidad que tenía. Y además, yo me llevaba mal con mis tíos, no sé por qué, pero siempre pensaban que tenían la razón en todo y estaban en contra de todo lo que yo decía o hacía, aunque en esa parte los entiendo un poco por el problema que tenía con el alcohol y el cigarrillo, pero además de eso, siempre estaban en contra de todo en mí, nunca les caí bien a ellos, y ellos tampoco me agradaban mí, pero mi obligación era vivir con ellos. Siempre teníamos peleas donde yo salía de la casa dando un portazo y terminaba en algún bar o en un strip club totalmente borracho y acostándome con mujeres que ni siquiera conocía, hasta que supongo que mis tíos se cansaron y me metieron en este lugar, y para ser sincero, estoy mejor acá que en la casa de mis tíos, prefiero éste lugar mil veces... También porque te conocí. -dijo, al final me mostró una sonrisa y yo me sonrojé, por supuesto, como siempre. Ashton tenía una historia bastante dura, pasó por muchas cosas, pero no tanto como yo, no se compara con lo que a mí me pasa.
-¿Ya dejaste el cigarrillo y el alcohol? -le pregunté de la nada, se había creado un silencio incómodo pero para él, porque yo estaba tan sumida en mis pensamientos que ni siquiera le había dado una respuesta antes. Él hizo una mueca.
-Sí, osea, no, bueno, no del todo. Sí deje de tomar en cantidad y fumar tanto como lo hacía antes, pero a veces me ataca esa necesidad de tener alcohol y tabaco en mi cuerpo, aunque sepa que está mal, lo hago porque no puedo controlarlo, es algo que necesito. Debería dejarlo, pero no puedo, no es tan fácil como parece, es una adicción. -respondió a mi pregunta mirando a un punto fijo en la pared frente a él. Y lo entendía, lo entendía perfectamente, porque me pasaba lo mismo. Yo no me drogaba ni me emborrachaba, no, pero sí me cortaba y es como dijo Ashton: una adicción. Cada vez que él se siente triste, fuma y toma alcohol, por otro lado, yo cada vez que me siento triste, me corto.
Luego de eso le di una leve sonrisa, en modo de comprensión, porque lo hacía, lo comprendía y tal vez Ashton no era tan malo como yo pensaba... Pero alto, esto no significa que seamos amigos y que tengamos toda la confianza del mundo, para nada, solo me estaba empezando a agradar un poco porque me entendía y yo a él.
