Estaba en la oficina del director del orfanato, sentado en una silla frente a su escritorio, mirando a la nada, mientras él me gritaba a mí y a Michael sobre la pelea que tuvimos. Michael estaba sentado a mi lado.
-¡Es totalmente inmaduro que peleen por una chica! ¡Tienen 20 años! -gritó el director, golpeando el escritorio con su mano derecha por el enojo.
-¡Eso no es inmaduro! ¡Lo que es inmaduro es lo que Michael y todos en éste p*to orfanato le hacen a Liz! ¡Ella es víctima de bullying y usted no hace una mi*rda para impedirlo! -tal vez me sobrepasé un poco cuando le grité así al director, iba a tener un muy buen castigo.
El director suspiró furioso.
-No voy a permitir que un alumno me hable de esa manera, estás castigado. No podrás ir a clases y tendrás que ordenar las aulas cada vez que una clase termine por todo un mes. -dijo, yo bufé, aunque la idea de no ir a clases me gustaba.
-Y tú Michael, vas a faltar a las prácticas del equipo de fútbol por un mes, no irás a clases y vas a ayudar al conserje a limpiar el orfanato. -le dijo el director a Michael, yo sonreí, iba a perderse las prácticas y eso era lo que él menos quería.
-¿¡Qué!? ¡No! ¡No podés hacerme faltar a las prácticas, el equipo me necesita! Y además, ¿por qué a Ashton le pusiste menos castigo que a mí? -gritó Michael enfurecido.
-Sí, Michael, vas a perderte las prácticas, y lo hice por el hecho de que te he estado controlando y molestas a Elizabeth mucho y muy seguido, si seguís así van a haber consecuencias muy graves. No se diga más, salgan de mi oficina. -dijo él leyendo unos papeles, sentado en la silla de su escritorio. Nosotros nos levantamos y salimos.
-Voy a joderte la p*ta vida acá, Irwin. - me dijo Michael cuando salimos de la oficina del director, dándose media vuelta y caminando por los pasillos. Yo lo ignoré y fui hacia mi habitación.
Cuando entré recordé la carta que había encontrado hace un rato en el suelo de mi habitación, la había dejado sobre mi cama. Fui hacia ella, me senté, la abrí y comencé a leerla.
"O te alejás de Liz por ti mismo, o ella sufre las consecuencias. ¿No querrías que algo malo le pasara, no? No te acerques más a ella, Ashton. No te necesita, pero yo sí te necesito. Éste es sólo el primer aviso" decía la carta, no decía de quién era, ni la fecha, ni nada, ni siquiera estaba escrita a mano, era una carta impresa.
Si él/ella piensa que voy a alejarme de Liz por una simple amenaza, que claramente es mentira y lo hace para asustarme, está muy equivocado/a, no lo haré, claro que no lo haré, quiero acercarme a ella y lo voy a conseguir.
Arrugué la carta haciéndola una bola de papel, la tiré en la papelera, y me acosté en mi cama mirando hacia el techo. Y de repente, recordé a Liz.
Me levanté de mi cama dando un salto y salí de mi habitación para subir las escaleras y correr hasta encontrar su habitación, quería saber cómo estaba y si Michael le había hecho algo.
Cuando llegué a su puerta, golpeé, y escuché un "ya voy!" proveniente de adentro de la habitación, era su voz.
Cuando abrió la puerta, se sorprendió al verme, pero no dijo palabra alguna, así que me decidí a hablar.
-Emm... Hola, Liz. -le dije sonriente, ella no respondió. -puedo pasar? -volví a hablar, ella tampoco respondió, pero abrió la puerta y se hizo a un lado, dejándome pasar.
Ya adentro de su habitación, me senté en su cama y suspiré, ella se sentó en un lado de la cama más alejado y volví a suspirar, siempre buscaba la manera de alejarse de mí, y lo conseguía.
-Liz, no tenés que alejarte. -le dije, ella estaba mirando un punto fijo en la pared.
-Gracias por lo de hoy, por lo de Michael, gracias. -dijo ignorando mi anterior comentario, yo sonreí de lado.
-No es nada, además, mientras yo esté ése idi*ta no va a molestarte. -ella me dio una pequeña sonrisa a causa de lo que dije.
-Vamos, sentate al lado mío -le dije riendo un poco para tratar de animarla. -no muerdo. -le dije al final con una sonrisa. Ella volvió a sonreír, qué linda sonrisa tiene, luego se sentó a mi lado y suspiró.
-Perdón por dejarte solo con Michael peleando, lo estabas haciendo por mí y lo mínimo que debería hacer es quedarme contigo. -dijo otra vez con su mirada perdida.
-No te disculpes, estabas asustada, es normal que hayas salido corriendo. Yo debería disculparme por no irte a buscar después, pero el director me dio un sermón. -le dije rodando los ojos sobre lo último.
-No, está bien. -dijo suspirando, otra vez.
-Entonces... -dije yo, para atraer su atención, Liz me miró.
-Entonces...?
-¿Estamos bien? ¿Somos amigos? -le dije esperanzado, tal vez me había ganado su confianza.
Pero luego ella volvió a suspirar, lo que no me dio una muy buena señal.
-No, Ashton, te agradezco que me hayas defendido de Michael y que te preocuparas por mí, pero con eso no vas a ganarte ni mi amistad ni mi confianza. Dudo que alguna vez lo hagas. -dijo lo último en un susurro mientras miraba hacia el suelo. Yo me paré de golpe de su cama, esto de trabajar tan duro para que ella confíe en mí me estaba cansando.
-¿¡Por qué, Liz!? ¿¡Por qué no podés confiar en mí!? ¡Te dije un millón de veces que voy a protegerte, y lo hice, que no soy como los demás, que podés confiar en mí y nada! ¡Nada te convence! ¿¡Qué mi*rda tengo que hacer!? -le grité enojado, ella abrió sus ojos en modo de sorpresa, se levantó de su cama y caminó hacia mí.
-...
-
¡Volvííí! ¡Y también el internet en mi casa!
Más tarde subiré la segunda parte del maratón!
Las quiero xx.