RECUERDOS DE MEDIA NOCHE.

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"Tal vez la muerte sea un obligado volver a empezar para poder inventar sueños nuevos"

- Blanca Cotta.


Después de la muerte de los padres de Daniel, él era considerado mayor de edad, su papá contaba con algunos ahorros en el banco, más dinero que tenían escondido en la casa, todo pasó a pertenecer a Daniel, igual que la casa donde vivían, afortunadamente su padre tenía un testamento, el cual indicaba que en caso de que él falleciera, todos sus bienes serían heredados a su esposa, y en caso de que su esposa y él fallecieran, todos sus bienes serían heredados a su único hijo, Daniel.
¿Qué hace un chico de 18 años solo en casa? Sin padres, sin nadie que cuide de él, varios de los amigos de sus padres se ofrecieron a hacer compañía a Daniel, sentían una pena enorme por el chico, pero Daniel prefería estar solo y vivir su duelo, aunque muy dentro de él deseaba que alguien pudiera abrazarlo y consolarlo, un hombro para llorar.

Era época de verano, no había escuela, pero Daniel jamás planeó en volver, su antigua vida estaba destruida, ¿Y todo por qué? Por un estúpido camionero tal vez ebrio que asesinó a sus padres por haberse quedado dormido, el maldito seguía vivo, grave de salud, pero vivo según informó el oficial que lo llevó a reconocer el cuerpo de sus padres, merecía morir, merecía tener un final igual de horrible que el de sus padres, él tenía que saber lo que hizo, el daño que jamás podrá arreglar y luego morir a manos de Daniel.

Daniel comenzó a planear el asesinato, si el hombre realmente estaba grave en el hospital, posiblemente estaría entubado a alguna máquina que lo estuviera manteniendo con vida, lo más sencillo sería desconectarlo, no tendría la muerte que Daniel querría, porque no sufriría, ni sabría el daño que causó, ni quién lo asesinó, pero al final moriría por venganza. Daniel rogaba porque el maldito estuviera lo suficientemente consiente para poder mirarlo a los ojos y para saber que estaba a punto de morir.


Fase 1 – Identificar la ubicación del objetivo:

Daniel se encontraba fuera de la estación de policía, ya tenía las palabras correctas para poder conseguir la información, pero tendría que hablar con la persona indicada, hablar con el oficial de esa noche sería demasiado arriesgado, no importaba si sabían que él había asesinado al camionero, lo importante era que no lo detuvieran y ése era el riesgo de entablar alguna conversación con él, Daniel entró a la estación y se dirigió al departamento de investigación, observó el personal que se encontraba a su alrededor, primero: un hombre en el mostrador, quien se encontraba leyendo una revista de deportes, segundo: una mujer que se estaba maquillando, aplicando mucho lápiz labial rojo, tercero: una anciana que justamente iba saliendo del cuarto de evidencias y archivo de casos, ella era la indicada.

- Buen día, disculpe. – Habló Daniel.
- Buen día, ¿En qué te puedo ayudar muchacho? – Respondió la anciana.
- Sí, estaba buscando el nombre de un amigo de la familia, tuvo un accidente hace poco, ése que salió en los periódicos hace unas semanas, no tengo ningún contacto y me gustaría saber en qué hospital se encontraba para poder visitarlo y saber de su condición, ya que oí que se encontraba grave.
- ¿Sabes? Soy anciana, pero no estúpida, si realmente fueras amigo de la familia tendrías otros contactos a los cuales podrías preguntar sobre su ubicación, no directamente con la policía, ¿No eres demasiado joven para trabajar en los periódicos o alguien te ha dado dinero para conseguir esta información?
- No tengo idea de qué habla, señora.
- Mira, ya se ha hablado con la prensa, y se han proporcionado la información necesaria para que se pueda realizar la nota, pero parece que algunos de ustedes nunca tienen suficiente, ¿Qué tiene éste caso de importante?, como mencionas fue hace semanas y no se ha mencionado nuevamente algo más, te diré algo, espera a que el camionero se haya recuperado y la investigación finalizado, entonces será juzgado por la ley y podrán tener su nota.

Daniel tenía que pensar en algo más si quería tener la información que deseaba, pensó que la anciana sería la más indicada para obtener información fácil, pero parece ser que no era así.

- Lo acepto, he mentido, y lo lamento, simplemente no puedo ir por ahí diciendo a todos que mi padre que me abandonó a los 5 años está en el hospital moribundo, y que necesito verlo, porque a pesar de que no haya estado toda mi vida, sigue siendo mi padre, ¿No lo cree así? – Decía Daniel, mientras caída una lágrima de sus ojos.
- Pequeño, me encantaría ayudarte, pero temo que no puedo revelar ése tipo de información. – Respondió la anciana.
- Por favor, no me haga rogarle, quizá sea la última oportunidad que tenga para ver a mi padre de nuevo,
- ¿Cómo sé que no eres realmente de la prensa? – Preguntó la anciana.
- Míreme a los ojos, sienta mi mirada, mi dolor.

Los ojos de Daniel realmente proyectaban una tristeza que se podía percibir con tan sólo verlo con unos momentos.

- Medical Center Clinic. Samuel Thompson se encuentra en Medican Center Clinic, espero no perder mi empleo por esto, alguna vez tuve una situación similar, espero encuentres lo que buscas.
- Muchas gracias, espero lo mismo.
Daniel dio la media vuelta, y salió de la estación con lágrimas en los ojos y una sonrisa diabólica.


Fase 2: Ingresar a la ubicación del objetivo:

Ahora que Daniel contaba con la información de la ubicación y hasta el nombre del objetivo, debía tener un plan para ingresar al cuarto donde se encontraba, no debía de ser tan difícil ingresar, no era una celebridad, pero tampoco era familiar cercano.

- Buen día, vengo de visita con Samuel, Samuel Thompson. – Habló Daniel en recepción, sosteniendo una caja de regalo.
- ¿Parentesco? – Preguntó el recepcionista, mientras buscaba el nombre del paciente.
- Sí, soy su hijo.
- Una disculpa, por el momento el señor Thompson no recibe visitas de personas que no sean su conyugue.
- Pero, necesito ver a mi padre, es urgente.
- Lo lamento chico, habla con tu madre sobre eso, ella ya debe saber la información.
- Ya lo comenté, pero quiero ver a mi padre ahora mismo – Dijo Daniel con un tono subido de voz.
- Mira muchacho, no me hagas hablarle a seguridad para que te saque del …..

De repente una pareja iba llegando, una mujer embarazada que apenas podía caminar junto con su esposo que con trabajos la podía sostener. La mujer estaba a punto de caerse de los brazos de su esposo, el recepcionista corrió a auxiliarlos y pidió una silla de ruedas para la mujer embarazada, personal del hospital llegó atenderlos, cuando el recepcionista regresó a su lugar de trabajo junto con el esposo de la mujer embarazada, el chico que estaba frente a él ya no estaba, ignoró esa situación y procedió a registrar los datos de la mujer.


Fase 3: Venganza:

Cuando pasó la distracción de la mujer embarazada, nadie se resistió a observar la escena de la mujer a punto de dar a luz, Daniel aprovechó para mirar en la pantalla la habitación y el piso de la habitación. Se dirigió hacia el piso 5, tiró la caja de regalo vacía que llevaba en las manos y se situó enfrente de la habitación 34, miró a su alrededor, no había nadie observando, respiró hondo y entró.

Cerró la puerta al ingresar, no había nadie dentro, puso seguro y se fue acercando lentamente a donde se encontraba Samuel, llegó alado de la cama, observó a un hombre de alrededor de 45 y 50 años recostado en ella, con la cara llena de moretones y conectado a varios monitores, por lo que había leído rápidamente en la computadora, de recepción el peligro para él ya había pasado, pero necesitaba seguir conectado, monitoreado y descansar mucho para recuperarse.

Daniel sacó una navaja de su pantalón que tenía desde los 16 años, fue un regalo de su abuelo poco antes de fallecer. ¿Cuál era el plan? Desconectar todos los monitores a los que estaba conectado para apagarlos y esperar a que se muera el maldito, seguramente despertaría un poco antes de morir y Daniel tendría las últimas palabras para decirle que fue por haber asesinado a sus padres. La mirada de Daniel estaba perdida en la navaja que tenía enfrente, no se estaba acobardando, pero en caso de que no resultara el asunto de las máquinas, tendría que asesinarlo a sangre fría. De repente Daniel sintió una mirada, volteó hacia abajo y observó que Samuel Thompson tenía la mirada sobre él.
- ¿Quién eres tú y qué haces aquí? – Preguntó débilmente y con dificultad Samuel.

TRES DIAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora