Por la tarde un médico entró en la habitación y con ayuda de una jóven enfermera me escayoló la pierna.
Sheila se quedó en el hospital hasta que me dormí a las 11. Lo sé porque me dejó una nota sobre la mesilla en la que ponía:
Hola Alice. Esta noche he estado dumiendo en casa. Me fuí del hospital cuando te dormiste y te dejé esta nota. Iré a verte por la mañana. Espero que hayas dormido bien.
Un beso
Sheila
Vi que tenía el desayuno en una mesa portátil que había al lado de la cama. Lo cojí y empecé a comerme todo.
Eran las diez cuando estaba desayunando y mi móvil empezó a vibrar.
Era un contacto desconocido.
Cojí el teléfono
- Buenos días Alice. Espero que hayas dormido bien- dijo una voz grave
- ¿Quién eres?-dije medio dormida.
-Soy Pablo
- Ah... vale. Acabo de levantarme y no reconocía tu voz.
-No pasa nada. ¿Qué tal dormiste? ¿Necesitas algo?
-¡Deja que me despierte!- grité con los ojos cerrados.
Pablo rió y dijo que vendría a verme ahora.
Colgué el teléfono. Respiré alegre y me acomodé para continuar con el desayuno.
Alguien llamó a la puerta. Debía ser Sheila. Oí unos pasos y de repente vi el rostro de Pablo. Sorprendida le sonreí y él hizo lo mismo.
Dejó sus cosas en una silla y se acercó a mi con las manos en la espalda.
- Te he traído esto. -Dijo en voz baja
Me quedé mirando lo que tenía en sus manos. Me había traído unas magdalenas con chocolate.
- No sabía si te habían dado de desayunar o no y pensé que estarías muriéndote de hambre si no habías comido nada.
-Ya he desayunado- dije señalando la bandeja vacía- de todas formas muchísimas gracias. Acércame mi bolso por favor.
Pablo se giró y buscó el bolso por la habitación. Unos segundos después se encontraba al lado de la cama con el bolso en sus manos.
Me lo dió con cuidado.
-¿Cuánto te costaron? - pregunté
-No voy a decírtelo. Fué un regalo.
-¿Qué? - dijé
- Como lo oyes. Ahora cómetelo antes de que se derrita el chocolate.
Partí la magdalena por la mitad y le di un cacho a Pablo. Él lo cojió y se lo fue metiendo a la boca en pequeños trocitos que iba partiendo con la mano con la que no estaba sujetando la magdalena.
Sheila entró en la habitación.
-¡Buenos días Alice! -dijo con una gran sonrisa a la vez que entraba a la habitación.
- Buenos días. - Dijo Pablo
Sheila se sobresaltó y se dió la vuelta para mirar a Pablo. Creo que no había notado que éste estaba allí.
-Hola- le dijo Sheila a Pablo
Pablo la miró riéndose. Pues hace unos segundos a Sheila casi le da algo cuando Pablo la asustó.
Sheila se sentó en la misma silla en la que había estado el día anterior. A mi lado.
Pablo se levantó y le ofreció una magdalena a Sheila.
Sheila le sonrió y le dió las gracias
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Alice Carpenter
Mystery / ThrillerAlice es una jóven que está aburrida de la misma rutina todos los días de su vida. Todo esto cambia cuando Alice va conociendo a gente y aparecen en su vida personas ya conocidas. Alice es feliz con la gente con la que comparte su vida. Pero al...