Alice Carpenter

Capítulo XX

- Finalmente la tortuga encontró a su amiga y jugaron juntas toda la tarde - dije yo al terminar la historia. - ¿Te ha gustado?

- Si, ha sido muy bonita - dijo el niño abrazándome

- Bueno se está haciendo tarde y parece que tu mamá no vuelve.

- Ya - contestó el niño mirando al suelo fijamente

- No estés triste, yo te cuidaré. Espera aquí un momento que ahora vuelvo. -dije mientras me levantaba de la cama y cojía mis muletas

Me dirijí hacia el salón para cojer el teléfono y llamar a la policía para ver que hacíamos con el niño. Después volví a la habitación.

- ¿Qué vas a hacer? - preguntó Toby curioso

- Voy a llamar a la policía

- ¿Y eso por qué? - dijo el niño casi llorando

- Verás pequeño... No te puedes quedar conmigo para siempre, hay que buscar a tu madre

- Yo no quiero irme de aquí - estalló el niño a llorar

Entonces dejé el teléfono y fui a abrazarlo.

- Tranquilo, todo irá bien - le dije yo triste

Toby asentía con la cabeza a la vez que se secaba las lágrimas de la cara con mi camiseta. Le di un beso en la frente y fuimos al salón a ver unos dibujos animados.

Mientras Toby veía los dibujos, yo esperaba a Pablo en la puerta. Necesitaba tener noticias de lo de Sheila y ya le había llamado varias veces pero no contestaba al teléfono.

Abrí la puerta y me senté en las escaleras del porche a ver como anochecía mientras le esperaba.

Al rato Toby salió y se sentó a mi lado. Entonces le conté que estaba esperando a un amigo mio pero no quise decirle nada de Sheila para que no tuviera miedo.

Oi unos pasos y dejé de mirar a Toby, entonces vi que era Pablo y que venía corriendo hacia nosotros.

- ¡Pablo! - le grité mientras me levantaba corriendo para ir hacia él, lo más rápido que mi pierna me permitía.

- ¡Alice por fin nos vemos! - respondió él abrazándome.

Hablaba con Pablo y le pregunté por Sheila cuando empecé a oir el ruido de un coche que iba corriendo por la carretera y vi que Toby ya no estaba en las escaleras.

¡Me había olvidado de Toby!

Entonces quise correr pero no podía. Toby estaba jugando con una pelota que se había encontrado en medio de la calle.

Pablo se dió cuenta y corrió lo más rápido que pudo pero ya era tarde. El coche había pasado por encima de Toby y éste se encontraba tumbado en el suelo con la pelota entre sus manos.

Me acerqué andando hasta donde estaba Toby. El coche ya no estaba allí, había pasado de largo sin enterarse de nada.

Vi que Pablo estaba cojiendo a Toby y comencé a llorar.

- Toby a muerto por mi culpa - dije llorando y casi no se me entendía

- Alice, no - dijo Pablo pálido y asustado

- Lo siento Toby - susurré abrazándolo mientras estaba en el suelo - No puede ser, no puedes estar muerto.. ¡No por favor! - dije negándome a aceptar lo que había pasado.

Pablo me abrazó y cojió a Toby para meterlo en casa. Yo no podía parar de llorar. No sabía que hacer. Todo era horrible. Pobre Toby, sólamente era un niño. 

Toby yacía ahora en la cama. Pablo y yo nos sentamos a su lado y yo lloraba con la cabeza apollada en su hombro y agarrada a una de sus manos.