Capítulo XXVII

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Rápidamente empecé a secarme las lágrimas, justo entonces entró Pablo en la habitación.


- Sabes Alice acabo de... - Pablo decía seguún entraba por la puerta.

De repente paró de hablar y me miró. Se acercó a mi y me dió un abrazo. Yo no quería que me viera llorar. A saber qué estaría pensando entonces. Siempre he pensado que me gustaría poder leer el pensamiento de la gente, pero ahora mismo no quería saber lo que Pablo estaba pensando, porque seguro que no era nada bueno...

- Alice tranquila - me susurró - ¿qué te pasa?

- Nada - respondí yo separándome de él y secándome la cara con ambas mangas de mi sudadera.

- Venga, dímelo. Sabes que puedes confiar en mi

- Ahora no - respondí alzando la voz


Pablo me trajo un poco de agua y se sentó a mi lado.

- ¿Es por lo que te he dicho antes? - pregunta

- ¿Qué? - respondí yo - ¡No!


Le mentí, pero el parecía saber lo que me pasaba. ¿Cómo podía saberlo todo de mi?

- Sé que es por lo de antes - dijo Pablo

- Déjalo por favor - le pedí - sabes, en el ascensor me he encontrado con una mujer que se parecía mucho a Toby y que además iba a venir a visitarlo. Creo que podría ser su madre - dije intentándo cambiar de tema.

Pablo no dijo nada. Sólo pareció escucharme y asimilar la información.

Levanté la vista del suelo y miré a Toby. Estaba despierto. Me levanté de mi silla para acercarme a él y hablarle.

- Hola Alice - me dijo tumbado en la cama.

- Hola Toby ¿qué tal estás? - le dije tratando de ocultar mi tristeza.

- No llores Alice - me dijo él sonriendo

Una sonrisa se dibujó en mi cara. Sólo por un momento


Después me giré y volví a mi sitio. Vi como Pablo también se levantaba y salía al pasillo.

- Ahora hablamos - me dijo antes de desaparecer tras la puerta de la habitación.






Alice CarpenterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora