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8 años después

Harry estaba sentado en el árbol de su patio apreciando el hermoso día azul y soleado que hacía. Amaba aquellos días, siempre lo llenaban de paz.

Se encontraba contando los autos que pasaban enfrente de su casa, hacer eso lo entretenía un montón.

Cuando estaba lo suficientemente concentrado ve de re ojo a su hermana entrar al patio acercándose cuidadosa y lentamente.

-Ya te ví Gemma, no trates de asustarme- dice Harry en tono burla.

Gemma frunce el ceño y corre hacia Harry.

-¿Qué haces bobo?

-Mirar los carro pasar- dice Harry en tono dudoso.

-Qué raro eres. Como sea. ¡¡Tengo que contarte algo Harry!!

-Imagínate lo que pasó con Sandy- Gemma empieza a hablar muy emocionada -Me dijo que quería pasar un día conmigo, y que nos viéramos mañana- Harry quita la mirada de su hermana mientras ella sigue hablando, para mirar hacia la calle, y de pronto vió pasar a un hermoso chico, este tenía un hermoso pelo castaño lacio, un perfil hermoso. Su nariz era pequeña, su piel brillante y una sonrisa deslumbrante. Aquel chico iba con una niñita montada en una pequeña bicicleta rosada. Se les veía tan felices a ambos.

-¡Tierra llamando a Harold!- Gemma dice con una cara de molestia.

-Estoy segura de que no me pusiste ni cinco de atención.

Harry rápidamente voltea a ver a su hermana para por fin prestarle atención pero se percata de la mirada de enojo que tenía.

-Ohh, perdón Gemm. Me distraje mirando los carros.

-¿Ahora resulta que te interesan más los supuestos carros que mis pequeñas charlas de citas?- Gemma dice en tono de burla.

Harry ríe al escuchar el comentario de su hermana y se lanza a darle un abrazo. Sabía que su hermana odiaba que le demostrara afecto así que con más intención lo hacía.

-Harry, Gemma. Vengan a almorzar- dice Anne su mamá.

-Ya iremos mamá- responden juntos.

Cuando entran a su casa ven a Anne con una gran sonrisa ya con la comida servida.

-¿Qué estaban haciendo?- dice Anne curiosa.

-Nada mamá, le estaba contando a Harry sobre mi amor con Sandy y el tonto no me prestó atención- dice Gemma aún ofendida.

Harry voltea los ojos y ríe bajito al oír el comentario de su hermana.

Después de haber devorado su comida corrió hacia el patio con la esperanza de ver pasar aquel chico hermoso que había visto, nuevamente. Pero como era de esperarse no fue así.

Aunque sonara ridículo se quedó allí afuera en su patio toda la tarde. Con la esperanza de que pasara aquel castaño que vio en la tarde.

-Harry, llevas toda la tarde allí afuera. Por favor ya entra- dice Anne.

Harry bufó y un poco enfadado entro a su casa dirigiéndose a su habitación.

La habitación de Harry era pequeña pero agradable, mantenía todo ordenado siempre, pues odiaba ver desorden en su pequeña habitación.

Se acostó en su cama y por su mente empezó a pasar aquel hermoso chico. A Harry le parecía tan familiar su rostro pero no lograba descifrar en dónde lo había visto.

Toda la noche pensó en aquel castaño, no entendía porqué, sólo era una persona que acababa de ver y le pareció lindo, no entendía porqué no lograba sacarlo de su mente.

(...)

Al despertar se da cuenta que son las 7:00am, frunce el ceño al darse cuenta que va tarde a su escuela.
No pudo dormir la noche que transcurrió, ya que le era imposible conciliar el sueño.

Se levantó a vestirse y desayunar rápidamente tan sólo unos cereales para así salir corriendo hacia su escuela.

-Joven Styles. Llega 15 minutos tarde- dice Erika, su profesora.

-Lo siento. Se me hizo tarde- es lo único que puede responder agachando su cabeza mientras Erika lo mira con una postura muy seria e exigente.

Rápidamente toma asiento junto a Zayn, su mejor amigo.

Harry no era una persona muy sociable, se conformaba tan solo con la amistad de Zayn, ese chico si que lo hacía sentir bien. Era especial y lo defendía.

-Hey Zaynie- le dice Harry asintiendo con su cabeza.

-Hey Harry, te ves muy lindo hoy- dice sonando sarcástico. Harry voltea los ojos sintiéndose un poco ofendido

A Harry no le gustaba la manera en que enseñaban en su escuela. El amaba aprender pero todos los profesores eran unos aburridos y regañones que tan sólo lo desmotivaban.

Pasaron las 2 horas de clase y Harry pudo salir vivo de ese salón. Rápidamente salió hacia el baño.

Al llegar hace sus necesidades y lava su rostro.

Cuando está a punto de salir, frunce el ceño al ver a un chico blanco, alto con el pelo pintando de morado. Alex, Alex Brown era su nombre.

Nunca le agradó ese tipo, era un creído que se burlaba y ofendía a las personas que eran débiles, incluyéndose.

-Vaya... Cómo estás pequeño mocoso Harold.

Harry traga saliva y dice con las palabras atascadas.

-S.. soy Harry.

Alex se divierte al ver la expresión del chico y decide empujar a Harry, quien cae al piso adolorido.

-Como sea tu asqueroso nombre, quítate femenina. Y sal de acá ahora.

Harry asiente tímidamente y sale casi corriendo de ese baño.

Odia con su vida a ese chico quien lo ha molestado desde que tenía 8 años. Siempre lo ha molestado. Siempre a sido el típico niño popular y rebelde que trata mal a los demás sin importarle nada.

(...)

Cuando Harry termina su clase va directo a su casa rápidamente.

Al llegar a casa saludó a Gemma y a su madre para así subir corriendo hacia su habitación.

Era viernes así que al siguiente día estaría libre. Aunque no tuviera nada productivo para hacer, lo disfrutaba. A decir verdad le aburría un poco su vida. No había nada interesante en ella. Solo era estudiar, comer y dormir; aveces también le ayudaba a su madre a limpiar la casa porque le gustaba.

Pasó toda la tarde haciendo sus deberes. Cuando por fin terminó se percató que eran las 7:40 pm.

¿Cómo mierda el tiempo pasaba tan rápido y era tan aburrido?

Al recostarse en su cama se hundió en sus pensamientos, preguntándose.¿Qué hubiera pasado si su padre no los hubiera abandonado cuando nació? ¿Por qué todos lo odiaban? ¿Por qué nadie quería socializar con él? ¿Cómo sería la vida de su madre y su hermana si el no hubiera llegado al mundo? <<Seguramente sería estupenda>> pensó.

El siempre traía mala suerte y se odiaba por eso. Odiaba haber nacido. Sabía que sólo le quedaba un año de escuela y cuando saliera sólo sería un apartado, que se rebuscaria su vida como sea. Odiaba el hecho que no podía seguir su sueño de ser gran psicólogo. Odiaba no poder ayudar a los demás como el quería.

Después de hundirse en sus pensamientos empezó a llorar hasta finalmente quedarse dormido.

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