Charla

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Al llegar a casa no tardé ni dos segundos en caer rendida en mi cama, recuerdo que estando al borde del sueño me iba quitando prenda por prenda hasta quedar solo en ropa interior, como pude me enrollé en las sábanas negras que cubrían mi cama y caí en los brazos de Morfeo

Sueño:

-Hola mi pequeña Ariel- habla el morocho

-Y yo que pensé que está noche me ibas a dejar dormir- digo disconforme

Está era la primera conversación que teníamos sin que yo gimiera como loca, a veces me da pena ver a los vecinos a la cara por si me habían escuchado gritar la noche anterior. Aunque su vestimenta mostrara que está noche no iba a ser distinta yo tenía las esperanzas de aunque sea sacarle su nombre.

-¡Hey! ¿Adonde te fuiste pequeña pelirroja?- dice chasqueando los dedos a centímetro de mi cara

-Estaba pensando en que todavía no se tu nombre- respondo algo aturdida por mis pensamientos

-¿Eso importa?- pregunta con desinterés

-Es justo saber el nombre de la persona que cada noche me hace grita ¿No crees?-contrataco y me cruzo de brazos esperando su respuesta

-¡Touche!- responde divertido- ¿Hagamos un trato?- pregunta con misterio

-¿A favor tuyo o mío?- contrataco intrigada

-Averígualo- responde y sonríe, haciendo que mis bragas queden casi en el suelo

-¿Cuál es el trato entonces?- vuelvo a preguntar

-Por cada prenda que traigas puesta te digo una letra de mi nombre ¿Aceptas?- responde divertido

Repaso mi vestimenta, veo que solo traigo el sostén y las bragas entonces vendría siendo merecedora de dos letras de su nombre. No es mucho pero algo es algo.

-Esta bien- digo sin una pizca de duda

Él me tiende la mano para cerrar el trato y yo respondo de la misma manera pero el me jala en su dirección y comienza con un demandante beso, cada vez sube mas de nivel cuando comienza a faltar el aire sin muchas ganas nos separamos. Con un chasquido de sus dedos me encuentro desnuda y es cuando me doy cuenta de su trampa.

-No planeabas decirme tu nombre verdad- afirmó enojada

-Ajam- responde riendo

Me giro ignorando su presencia y el enojo aumenta cada vez más, lo bueno es que la mayoría del tiempo el lugar era igual a mi habitación otras veces la habitación era más grande y casi siempre la reinaba el color negro tanto en los muebles como en las sábanas de la cama. También se que del enojo al sexo hay un solo paso y la verdad no se puede negar que con enojo el sexo se siente más rico, más salvaje y rudo. Tratas de imponer tu voluntad en ese momento tan único y candente, es una lucha por el poder y creo que lo mejor es cuando te conectas de esa manera con la otra persona.

-Pelirroja preciosa, enojada y con la perfecta vista de tu culo me pones mas duro todavía- dice y escucho sus pasos

El ardor en mi culo por el impacto de su mano contra este provoca que un grito se me escape y que mis piernas comiencen a sentir la humedad recorrerlas, con sus manos toma mi cintura y con fuerza me empuja hasta chocar con su cadera y sentir lo duro que se encuentra su miembro. Mi cabeza se apoya en su hombro y con mi culo trato de sentir más su dureza, su cuerpo me atraía como la miel a las abejas sus suaves labios me hacían perder la cordura ¿Como podía provocarme tanto en tan poco tiempo? Esto tenía que ser acto de un embrujo o algo así, trato de justificar mis acciones.

-Vamos pelirroja déjate llevar- dice con la voz ronca cargada de deseo

Sus labios presionan en la parte más sensible de mi cuello provocando que el calor se extienda hasta la punta de mis pies, mis sentidos están a mil, sus manos deslizándose lenta y tortuosamente desde mi cintura hasta mis pechos a los cuales aprieta mientras hace movimientos circulares con su cadera, su miembro duro sigue rozando mis nalgas, es todo un espectáculo de hombre, guio mi mano hasta el borde del pantalón que tenía puesto en ese momento y aprieto su pene fuerte pero sin dañarlo, subo y bajo por toda su longitud hasta que lo escucho hablar.

-Mierda pelirroja, te quiero en cuatro ahora- ordena

Con lo caliente que estaba no pensaba llevarle la contraria, obedientemente hago lo que el me dijo y espero a ser penetrada por el sexi hombre mandón que se encuentra a mi espalda. Su pene me saca de mis pensamientos cuando lo siento introducirse lento dentro de mi, disconforme con eso muevo mi cadera yendo a su encuentro pero el la detiene, sus dedos se marcan a cada lado de mi cintura, si algo me encantaba era saber que iba a dejar marcas en mi cuerpo para recordarme que no sólo era un simple sueño.

-Tranquila, que todavía hay tiempo, quiero disfrutarte; sentir como tú interior me envuelve y pide por ser liberado- habla mientras se introduce de nuevo en mi interior

Ante eso es imposible no sentir que tu cuerpo aumenta más su temperatura, por más que no me gustara ir lento con él, también quería disfrutar por eso dejé que el marcará el ritmo. La próxima no sería igual, esa sería la promesa silenciosa que en ese momento hice, sus movimientos de caderas fueron siempre acompañados de los míos hasta que decidí jugar en otra forma.

-Cambiemos de posición- hablo con la respiración errática y con una humedad entre mis piernas inexplicable.

-Esta bien- responde y se deja guiar por mi.

Lo hice sentar en mi cama para después ubicarme en la posición de la vaquera invertida, me introduje su miembro de una sola ves. Sentirlo completamente dentro de mi provocaba que esa pequeña cosquillitas en mi sexo se extendieran por todo mi cuerpo y me arrancaba suaves gemidos, una de sus manos torturaba mi clítoris y la otra se encargaba de jugar con mis pechos.

Sus caderas se fundieron con las mías en movimientos mas rápidos y sincronizados llevándonos a la cima del abismo, nos lanzamos juntos y explotamos en un arrasador orgasmo que nos dejó sin aliento, nuestros movimientos fueron disminuyendo. Mi espalda quedó tocando su pecho, su cuerpo me transmitía el cálido calor que necesitaba, el me recostó en la cama y así nos quedamos abrazados mientras el trazaba garabatos con su mano en mi abdomen o eso pensé hasta que presté más atención.

-S-E-B-A-S-T-I-Á-N- deletreo su nombre

-Tengo palabra- respondió antes de que yo preguntara el porqué

-Me encanta tu nombre- dije contenta-Me hace recordar a un demonio-comento acordándome de un animé que veo

-Pues... Endemoniadamente sexi soy-responde con su ego por los cielos.

Espero que les guste este capitulo por fin sabemos el nombre de sexi morocho que tiene un poco loca a nuestra bella Ariel
Besos 😘
Voten y comenten ✌️🏼🙌🏼

Sueños Calientes |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora