Sueños Calientes |+18|

Sorpresa

Obvio maneje yo, después de todo era el menos ebrio de los dos, no digo que manejar borracho sea lo más lógico porque es algo inconsciente pero considerando que no es muy largo el camino decidí manejar así.

No estábamos muy lejos de mi casa que digamos solo a unas cuatro cuadras ¿Por qué nos fuimos en auto? Es obvia la respuesta somos unos vagos.

El camino devuelta fue un tanto extraño, estábamos expectantes y no sabíamos por qué.

—¿Sebastián, está todo bien? Te noto un tanto ido— pregunta Cristian serio

—Si, tranquilo. Estoy bien, solo estaba pensando— le respondo tranquilo

—Mmm… ¿Ese pensamiento tienen nombre y apellido?— pregunta mirándome de reojo

El recuerdo de la pelirroja llega a mi mente e inconscientemente sonrió.

—Yo sabía ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Es linda?—grita emocionado

Es inevitable no soltar una carcajada que a Cristian no le parece para nada graciosa y me lanza una mirada que a muchos asustaría pero en la condición que está solo logra hacerme reír todavía más

—No te enojes chiquita, que mi corazón es tuyo todavía— le respondo con coquetería  

—Yo hablando todo serio y tú burlándote de mis bellos sentimientos hacía ti— responde con dramatismo

—No es eso bebé, es que te sale lo vecina chismosa desde lo más recóndito de tu interior y exterior— le digo y finjo un puchero

—¡Pero que difamación! Ya no queda gente que respete el diario vecinal— espeta con fingida indignación.

Al llegar al edificio donde vivo nos bajamos del auto y esperamos pacientes a que llegue el ascensor ¿A quién quiero engañar? Cristian como todo niño grande que es, se movían impaciente. Faltaba que golpeara su pie contra el suelo y que lanzará suspiros como si tuviera algo mejor que hacer.

—¿Qué es lo que te pasa ahora?— le pregunto algo cansado

—¿Por que se demora tanto el ascensor?— pregunta moviendo su cuerpo como un gusano

—Todavía no pasan ni dos minutos— le respondo extrañado

—Es que acabo de ver a alguien— habla y agacha la mirada

—¿A quién?— le respondo y miro para todos lados

—¡No seas bruto!- chilla y golpea mi nuca con su mano- Tú solo tienes que ignorar todo lo que vaya a salir de su sucia boca— responde.

—Mira que encontrarte aquí es mucha casualidad gusanito- habla una chica en tono burlón- Disculpa que no me presenté guapo, es que se me olvidan los modales cuando lo veo a él— ríe y señala a Cristian

—¿Quién sos?— pregunto evidentemente curioso y confundido

—No es nadie importante. La mocosa ya se va— interviene Cristian nervioso

—¿¡Cómo que mocosa!?- chilla la chica- Me llamo Katy y soy la hermana de esta cosita fea— dice y saluda a su hermano con un abrazo

—Te juro que no la conozco, está loca— medio susurra antes de separarse de Katy

—Hablo el que no está loco— espeta Katy con sarcasmo

—La cosa es ¿Por qué rayos no sabía de la existencia de tu hermana?— pregunto con enfado

El ascensor llegó hace media hora y nosotros seguimos sin movernos, aunque me mata la curiosidad por saber más sobre la hermana de Cristian también tengo ganas de descansar un rato ya que en tan solo unas pocas horas amanecerá.

—Tengo hambre ¿Ustedes no?— trata de desviar el tema Cristian

—Yo si- responde Katy luego de subirse al ascensor- ¿A qué piso vamos?— me pregunta y me mira con curiosidad

—No, no, no ¿Adónde crees que vas mocosa?— responde Cristian y de coloca delante de ella

—A su depa vamos o no…— responde señalándome

—Que tú no vas— responde Cristian enfadado

—Si me llevas te contaré los secretos y todas las cosas vergonzosas que le pasaron de chiquito— me mira negociando y con le da una sonrisa de superioridad a su hermano.

Negar que no me encantar saber las cosas más vergonzosas de Cristian sería una mentira, la sonrisa burlona que brota de mis labios es inevitable.

—Trato hecho, vamos hasta el piso cuatro departamentos diecisiete— le respondo con gracia

—¡Traición! esto es el colmo, mi mejor amigo y mi peor hermana— expresa con fingido horror

—Buenos ya súbete que se nos hace tarde— interviene Katy

El desconcierto que refleja mi cara y la de Cristian son dignas de retratar, me apresuro a entrar en el ascensor antes de que se le ocurra decir algo más a la hermana de Cristian.

—Te lo advertí— me susurra en el oído mi amigo luego de bajarnos de la caja metálica que tan solo se demoro unos instantes en subir hasta el piso donde resido.

Katy al entrar a mi departamento lo primero que hace es inspeccionarlo, silva y luego asiente conforme de a un giro 360° sin moverse de su lugar.

—Ahora si, a pedir la comida que muero de hambre— expresa con emoción mientras aplaude

Si pensé que no podía haber persona más infantil que Cristian vaya que realmente me equivoqué y muchísimo, Katy le gana a Cristian además el entusiasmo en ella es evidente apenas te habla.

Se ve que le encanta vivir, soñar y sonreír, no se detiene a pensar en nada solo avanza a todo lo que da como un tren. Es tanta su buena energía que te contagia, además su sonrisa es woo... Única.

Su confianza y su manera de expresarse puede llegar hasta a enamorar pero su explosividad choca un poco a veces, alguien que no está acostumbrado a tanta intensidad y libertad se puede llegar a ver abrumado por eso.

—¡Sebastián!— grita Cristian sacándome de mis pensamientos

—No me grites cabrón— le respondo del mismo modo

Katy ríe y no entiendo de que, a la gente loca no se le lleva la contraria así que la dejo que siga riéndose.

—No comes ahora— dice Cristian con enfado

—¿Ahora que hice yo?— pregunto confundido

¿De qué rayos me perdí? No creo que sea algo tan grave como para ganarme el enfado de Cristian ¿O tal vez sí?

—¿Qué te hice ahora?— vuelvo a preguntar

—Que me ignoras ¿No te parece lo suficientemente grave eso?— responde enfadado

—Cada ves estás más mujercita— le hablo y luego resoplo demostrando mi cansancio.

Perdón la demora. Ahora sí, aquí les dejo un nuevo capítulo, no me maten por demorarme tanto.
😘😘😘
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