𝐶𝑎𝑟𝑖𝑐𝑖𝑎𝑠

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Capítulo 05


Jay

Hoy era su día libre, algunos de los chicos yacían fuera de su departamento, o en la agencia aun practicando.

A excepción de ambos, si, él y Heeseung.

En un principio el iría junto a Jungwon y Sunghoon a la agencia, pero él más alto se lo impidió, diciéndole que él quería que se quedara junto a él, obviamente él sin negarse, se quedó.

Ambos se encontraban en el gran sofá color arena, al principio viendo una película de ciencia-ficción, ya que él rubio no era tan fan de las de terror, para luego terminar acurrucados, ignorando por completo la película.

Él más alto se encontraba sobre su pecho, mientras tiernamente él le regalaba y consentía a su pelirrojo con lentas caricias en su cabello.

Sentía de a poco las caricias que él más alto le proporcionaba en su cintura, no se sentía incómodo o algo así por el estilo, pero empezó a sobresaltarse cuando él pelirrojo empezaba a adentrar su mano por debajo de su polera, se empezaba a sentir nervioso.

Removiéndose, para luego empujar al más alto de sus hombros, quedando frente a frente, le miró, sonrojándose por completo al notar como éste sonreía en grande, ahora acercándose lentamente y peligrosamente a él.

En un rápido movimiento, colocándole debajo de él, se sentía cohibido.

Notó como el pelirrojo se acurrucaba encima suyo, sintiendo como escondía su rostro entre su hombro y cuello, a esté pasó ya sabía a la perfección que Heeseung ama ese sitio de su cuerpo.

Soltando un suspiró un tanto extraño, haciéndole sonrojar, empezó a notar los leves besos que él pelirrojo le regalaba en su cuello, zona sensible y peligrosa, pensó alertado.

Tomando del cuello de la sudadera de Heeseung le alzó, mirándole a los ojos nervioso.

¿Qué intentas Lee Heeseung?

Le reprimió, haciéndole sonreír en grande al más alto, aquello logrando erizar sus bellos.

Nada que tu no quieras Jay Park

Sus mejillas tiñéndose una vez más de carmesí, sonrió enternecido, lo que Heeseung le había dicho le había hecho sentir cálido y plenamente feliz.

Aferrándose al cuerpo del más alto, separando un poco su rostro del cuello de éste, se dirigió con más confianza al rostro de Heeseung y empezando a plantear besitos por toda la extensión del perfecto rostro del pelirrojo, iniciando así una tierna sesión de besitos.

Él más alto sin deshacer su enorme sonrisa, se aferró mucho más al delgado cuerpo de su rubio. Para así disfrutar del resto de la tarde que les quedaba.

🍯

Jay acomodándose en la cama del más alto, sonrió, su día fue más que perfecta, no tenía dudas que Heeseung le correspondía a sus sentimientos.

Le quería demasiado, tanto que podría importarle un cuarto lo que los demás digan de ellos dos.

Aferrándose a la sabana del más alto, froto su naricita, sentía su corazón latir con demasía.

Sobresaltándose ante la desaparición de la luz, junto a la repentinamente aparición del pelirrojo, se sintió avergonzado, ¿le habrá visto?

Olvidándose de sus dudas ante los antes hecho, sintió como la cama se hundía y los brazos contrarios se aferraban a él, tan cálido y a la vez único, era esa la sensación que Heeseung le regalaba cada vez que le abrazaba.

Dándose la vuelta con sumo cuidado, quedando frente a frente, le miró, la luna apenas podía alumbrar la habitación, pero le bastaba, con su mano derecha dirigiéndose al rostro contrario, empezó a acariciar cada borde de su rostro.

Con una tierna sonrisa miró como los ojitos de Heeseung se cerraban con delicadeza por el tacto que le proporcionaba.

Sintiendo como Heeseung se aferraba aún más a su cintura, con seguridad empezó a acercar su rostro a la de él, terminando por rozar su pequeña naricita con la de él lentamente, sonriendo junto a él y escuchando en el proceso la linda y baja risa que el más alto había soltado a causa de las leves cosquillas ante el contacto.

¿Por qué eres tan lindo?

Jay soltando una risita, negó tiernamente ante la pregunta del más alto, para luego esconderse por la vergüenza que empezaba a sentir en ese momento.

Me darás diabetes

Jay soltando otra risa, pellizco la mejilla del pelirrojo, haciéndole soltar una pequeña queja.

Calla, arruinas el momento

Ambos soltando una tierna risa ante lo dicho por el rubio, terminaron por abrazarse.

Sintiendo el calor de ambos, uno tan tibio y delicado.

Jay acariciando las hebras pelirrojas del más alto, mientras que Heeseung acariciándole los costados de su cadera con suma delicadeza.

Ambos sintiendo aún más fuerte los sentimientos contrarios y los contantes latidos de sus corazones, ambos reconociéndose cada día más, destinados les quedaba corto.












































Continuará...

❝Iᴍᴘʀᴇsɪᴏ́ɴ❞ | HeeJayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora