❝Iᴍᴘʀᴇsɪᴏ́ɴ❞ | HeeJay

𝓔𝓹𝓲́𝓵𝓸𝓰𝓸

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Heeseung

Sus manos se encontraban temblorosas, sus mejillas completamente rojitas, sus ojitos inquietos y su tontito corazón latiendo con demasiada fuerza, lo sentía, en cualquier momento le pediría o más bien le advertirá que saldría de su pecho. No podía creerlo, se siente tan irreal que aún no lo cree, pasó tan rápido los días, los arreglos que logró realizar para volver esta cita perfecta fueron muy tediosos, pero de verdad quiere que todo salga bien.

Jay merece lo mejor.

Suspirando aun sintiendo como su alma le abandonaría en cualquier momento, sintió ese espasmo en su pecho.

─¿Esperaste mucho?

Esa voz, esa preciosa voz.

No puede ser, ¿por qué Jay tiene que ser tan atractivo?, Jay lleva puesto una polera de manga larga, estás de una tonalidad negra, mientras que el entero de una tonalidad gris, con un adorno impreso que deja muy cool la polera, en la parte inferior lleva puesto un lindo pantalón de una tonalidad verde oscuro con partes rasgadas un tanto ajustado, complementando el outfit con unos lindos zapatos, tipo botines negros y un lindo collar que cuelga de su cuello, extremadamente precioso.

Admite que se siente un poco simplón, lleva puesto un polerón de manga larga de cuello alto, acolchonado y calentito, unos pans grises con dos rayas de adorno blancas a sus costados, complementando con unas zapatillas negras y accesorios para nada notorios.

─No, para nada

Sin decir nada más, se lanzó a sus brazos, cuanto había extrañado su esencia, su calidez. Sin dudarlo más se terminó aferrando a su cintura, para luego esconderse en su lugar favorito, sintiendo de a poco las caricias que Jay le empezaba a proporcionar en su nuca.

Las grabaciones, promociones y demás les quitaba tiempo, casi no se dirigían la palabra y ni tenían tiempo para estar a solas, su agenda cada vez estaba más apretada y eso que eran del mismo grupo.

Realmente había extrañado tanto a su dulce novio Park Jongseong, su travieso, lindo y amable JongJong, él amor de su vida.

─¿Estás llorando?, noo hyung~, aquí estoy, no me iré

Soltando una risita un poco congestionada, salió de la curvatura de su cuello para mirarle, tan hermoso, pensó, con sus mejillas ardientes y levemente empapadas, se había puesto sentimental.

─Lo sé

Contestó con una enorme sonrisa, mientras se dejaba hacer ante el cálido toqué que Jay le empezaba a proporcionar en su mejilla derecha conforme le limpiaba el rastro de una lágrima traicionera.

─Bésame

Si sus mejillas antes ardían, ahora, ¿quemaban?, Jay se ha vuelto tan confianzudo que no le da ni un poco de piedad con este tipo de cosas, pero siendo sincero, jamás se negaría a lo que su ahora precioso pelinegro le pidiera.

─Como ordenes cariño

Dejando de lado su vergüenza, se acercó a su pelinegro un poco más, lento y delicado, acariciando de paso su naricita con la de él, para luego acortar el espacio, fundiendo sus labios contra los de él, volviéndolo un tierno y meloso beso.

Sus respiraciones chocaban, sus narices rozaban creando esa estática tan divertida y única, sus labios como siempre se complementan de una manera tan original y especial que ambos podían aceptar que estan hechos el uno para el otro, sin duda alguna.