20. Reencuentros

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Pov Zayn


Ver a uno de tus mejores amigos pasar por lo que pasaste tú es algo muy duro, comprendes su dolor y lo peor es que no sabes cómo decirle que por mucho que intente es muy probable que no le olvide y él se convierta en parte de él, de su conciencia, de su corazón. Cómo me hizo Liam. Liam, su nombre retumba en mi interior cada vez que lo miento.

Cuando tenía tres años, conocí a Louis en la guardería, ese mismo día le eché la bronca a su hermano, ese niño de pelo castaño claro y traviesos ojos color marrón iguales al color del chocolate que tanto me gustaba comer, porque le había pegado un moco en el pelo.

En ese momento Josh se lo estaba quitando ante la boba mirada de Lou que lo observaba cómo un ángel caído del cielo.

Y ese alfa juguetón y revoltoso no se acobardó ante mi discurso cómo los demás cachorros, sino que me sacó la lengua y salió corriendo.

Desde ese momento me enamoré de él, siempre nos habíamos llevado muy bien, se puede decir que llegamos a ser amigos. Entonces llegó ese momento: El primer celo. Liam se desarrolló y pasó de ser el niño pequeño que le pegaba mocos a Lou en el pelo a convertirse en un alfa tremendamente atractivo que si se le suma su actitud desenfadada y pícara tendrás una máquina de seducción humana.

No solo yo noté ese cambio, sino todas las omegas del colegio, que dejaron de saltar a la comba, para saltar de cama en cama entre Shawn, Niall, Josh y Liam.

La etapa de los quince fue dura Lou pasaba horas llorando porque Josh tenía una novia nueva cada dos días.

Mientras yo sentía el mismo disgusto por Liam decidí callarme mis sentimientos aunque todos mis amigos lo supieran a pesar de no haberlo confesado.

Llegó un día en el que los alfas se dieron cuenta de que quedaban pocos omegas vírgenes y allí empezó la competición.

El día en el que Liam se acercó a mí y comenzó a coquetear debí sospechar algo, pero supongo que el amor nos vuelve idiotas.

Y yo estaba encantado con recibir las atenciones del que había sido mi amor platónico desde mi infancia.

Y un día pasó, Lou nos invitó a los omegas a una fiesta de pijamas y por la noche en un impulso me escabullí para intentar entrar en la habitación de Liam y verle dormir. Pero resultó que estaba despierto y un par de besos fueron suficientes para que me dejara llevar.

A la mañana siguiente yo me sentía el omega más feliz del mundo, había tenido mi historia con final feliz junto a mi amor de la infancia ¿qué podía salir mal?

Cuando me desperté, tapada por las suaves sábanas con dibujos de Superman y con su aroma a césped recién cortado envolviendo todo, estaba en un estado de plenitud infinita, hasta que me di cuenta de que Liam no estaba a mi lado diciéndome cosas bonitas o acariciándome, tampoco le encontré en el baño, sino en la cocina desayunando con Lou.

Me acuerdo que decidí no darle importancia

-Buenos días- dije mirando a Liam esperando una mirada cómplice o algún gesto romántico.

-Buenos días- dijo indiferente

-¿Desde cuándo eres tan borde?- le preguntó Louis robándole un poco de huevos revueltos- Buenos días Zayn, los demás siguen durmiendo pero yo me moría de hambre. ¿Dónde estuviste anoche? Me desperté y no estabas.

-Emm....- eché un vistazo fugaz a Liam sin saber que decir.

Lou lo captó y abrió tanto la boca que parecía que llegaría hasta el suelo.

-Bueno pues os felicito pareja me alegro por voso......

- ¡Zayn y yo no tenemos nada!¡Tuvimos sexo eso es todo! Y ahora ni se os ocurra molestarme- y dejando de mala gana los cubiertos se fue mientras yo empezaba a llorar y Lou me abrazaba

Desde entonces la relación ha sido de todo menos cómoda y aunque me cueste admitirlo y me duela horrores cada vez que le miro me sigue gustando.

No podía conciliar el sueño y tras ver que Lou estaba profundamente dormido mientras murmuraba el nombre de Harry en sueños, decidí bajar a beber agua.

Bajé a la cocina, bebí un poco de agua y me refresqué el cuello.

-Hola- no, no quería hablar con él y desde luego que no quería notarlo cerca de mí. -Necesito hablar

-Pues llama a cualquiera de tus amigos o búscate un psicólogo.

Entre la penumbra pude ver sus ojos- necesito hablar de nosotros

-No hay nosotros, Liam.

-Se que fui un capullo integral y lo siento mucho, sé qué te hice daño y....

-¡Me utilizaste para desahogarte esa noche y me echaste a un lado cómo si fuera un trozo de mierda! ¡Sabías lo que sentía por ti y no te importó!

Se acercó más a mí y cogió mi mano

- ¿Crees que no me siento culpable por ello? No supe manejar mis....

-¡¿Tus qué?! ¡¿Tus ganas de anudar?!

-Mis sentimientos- musitó

Está jugando conmigo es todo una treta para que pueda echarse un polvo esta noche- No voy a volver a caer Liam, ya he sufrido demasiado.

-No puedo cambiar lo que hice pero si paso un día más sin decirte lo que siento no podré estar en paz.

Me callé, no sabía que decir y el aprovechó este silencio para hablar

-Te quiero Zayn, en su momento me dio mucho miedo toparme con ese sentimiento. Cuando me di cuenta de que mientras hacíamos el amor era delicado cómo no lo había sido nunca con nadie, cuando te oí tus lloros ese día me sentí basura, cuando aquel omega mandón me echó la bronca por pegarle mocos en el pelo a mi hermano, cuando me di cuenta de lo mucho que me gustaba que me llevaras la contraria. Llevo sin poder sacarte de mí maldita cabeza mucho tiempo.

Tenía sentimientos encontrados, una parte de mi quería besarlo otra pegarle una torta. Pero se estaba declarando y disculpando, estaba haciendo lo que tantas veces había soñado y era real.

Poco a poco se acercó a mí y depositó un suave beso en mis labios lentamente. Todos mis pensamientos racionales se esfumaron. Sólo estaba él con sus labios en los míos, acariciándolos suavemente.

-Liam esto no lo vas a solucionar con un beso, este año yo...

-Lo sé por eso quiero preguntarte...¿Quieres salir conmigo? Zayn quiero que seas mi novio.

Parálisis, ese era mi estado emocional.

Cada uno de mis músculos colapsaron y no tenía ni idea de que decir o hacer así que en decidí seguir el primer impulso de mi cuerpo y volví a besarlo esta vez yo y esa fue una clara respuesta.

Sonrió y correspondió el beso que esta vez fue apasionado y feroz. Introdujo su lengua en mi boca que comenzó una danza con la mía.

Su boca se desvió por mi mandíbula hasta mi cuello dónde succionó arrancándome un gemido.

-Arriba- susurré

Liam me cargó en sus brazos y sin dejar de besarme me llevó a su habitación dónde me depósito en la cama cuidadosamente

-Te he echado mucho de menos-me susurró al oído

-Y yo a ti.- y con esas palabras empezó la mejor noche de mi vida


Ese virgen es mío (Larry stylinson, omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora