8- Amigos

297 37 118
                                    

Ya pasó una semana, no te lamentes cabrón.- Me dijo Juan colocando su cabeza en mi hombro.

Mis ojos arden de tanto llorar, estaba hecho bolita en la sala.

Ya lo sé wey, es solo que... Aún duele.- Dí un suspiro, apoyando mi cabeza en la suya.

A veces Juan se pone modo amigo bueno y me ayuda en mis cosas, en estas situaciones me doy cuenta de que lo quiero mucho.

Ey ¿abrazo grupal? Me les uno.- Diego se acercó a mi lado, sonriendo.

Sentí como me abrazaba por la cintura, incluso parece que sus grandes manos fueron creadas especialmente para tocarme.

Levanté el rostro, Donovan nos estaba viendo, algo incómodo.

Tu también donitas.- Como pude abrí mis brazos, sonríendole.

Se acercó a mi, y agachandose colocó su cabeza en mis piernas.

Siento como si estuviera en una relación poliamorosa.

Me gustaría intentarlo en algún momento...

Gracias amigos, los quiero mucho.- Limpié las últimas lágrimas que me quedaban.

Diego me sonrió, sentí como si todo dentro de mi se haya construido nuevamente.

Yo también te quiero Beto.- El guitarrista beso mi sien, haciendo que temblara un poco.

¿Así que con esas estamos?.- Sonrió maliciosamente Juan, tengo miedo.

Me tomo del cuello para besarme allí, provocando risas por parte de todo el grupo.

Ya pendejo.- Empujé a mi amigo, haciendo que se le cayeran los lentes.

Hijo de la verga.- Frunció el ceño, se ve tan gracioso.

Carcajeé, obviamente esto no le gustó mucho pero bueno... Es Juan, ¿Que podemos esperar?.

Ya vete a dormir, te va a hacer daño quedarte tan tarde despierto.- Donovan revolvió mis cabellos sonriendo, le sonreí de vuelta.

Ok papi.- Vi como se sonrojó, sin perder su sonrisa.

Me levanté del sofá tratando de acomodar mis enredados cabellos.

Yo también me voy.- Continúo mi donoso amigo, mientras bostezaba.

Caminamos juntos hasta desviarnos cada uno a sus respectivas habitaciones.

Buenas noches hijo de perra.- Le dí un último vistazo al bajista, para así entrar a mi cuarto.

Poco tiempo pasó cuando escuché como Diego y Juan caminaban para ir a dormir.

Juan te quiero hablar de algo.- Diego susurraba, apenas podía escucharlo.

Ah... Pues pásale.- Juan le continúo el juego.

Escuché el como los dos entraron al cuarto del mayor.

¡Mierda quiero escuchar el chisme!.

Abrí cuidadosamente la puerta de mi cuarto, las luces del pasillos estaban apagadas, se ve bastante espeluznante.

Me acerqué de puntitas hasta la habitación de Juan, poniendo mi oreja en la puerta.

Estoy enamorado de Roberto.- Tapé mi boca... ¿Diego? ¿Esta mintiendo?.

Por eso fue tan rudo con Donovan en el camino a casa de última presentación...

W-wey, ¿Neta?.- Mierda Juan habla más alto, ¡no te entiendo un carajo!

Entre las cuerdas de mi guitarra ; RobarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora