Navidad P3

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Pov Earth

Me encantaba la Navidad. Siempre me había encantado, desde que me di cuenta del cambio que provocaba en la gente a mi alrededor. ¡Sin mencionar todas las oportunidades de compras! ¡No me tomes mal! Yo no soy nada materialista ni superficial. Es sólo que me gustaba la moda y vestir bien. Sabía la suerte que tenía por haber nacido en una familia sin problemas económicos. La Navidad significaba que podía compartir mi buena suerte con otros que se lo merecían de verdad.

La mayoría de la gente estaría muy triste por estar en el ala de los niños en Navidad. ¡No yo! Soy demasiado alegre. No lo veo como lo peor posible. Si esos niños están en el hospital entonces todavía están vivos y tienen una oportunidad de ponerse bien. Sería mejor para ellos estar en casa y seguros, pero esa no es nuestra decisión. Nadie sabe por qué los niños se ponen enfermos o por qué los médicos no han encontrado las curas todavía. Sí que sé que puedes hacer que esos niños olviden que están enfermos y tristes por un tiempo.

Aparqué mi Porshe al lado del coche de Mew. Sing aparcó a mi lado y después mis padres en el Mercedes de Suppasit. Me bajé de un salto y corrí al Volvo de Mew. Él ya había abierto el maletero y estaba cogiendo la primera de muchas bolsas de regalos.

"¡Recordad!" canté. "Los regalos de niños están en el papel verde y los de niñas en el rojo."

"¡Guau!" dijo Gulf. "¿Hay tantos niños aquí?"

"No, pero muchos tienen hermanos," explicó Mew. "Traemos suficientes para que cada niño tenga un regalo. Las enfermedades afectan a la familia entera, no sólo al niño enfermo."

"Pleng debe estar muy orgullosa de vosotros," dijo Gulf, mirándonos a mi hermano y a mí.

"Intentamos que se sienta así," contesté, guiñándole. Y me acerqué un poco más a Gulf. "¡Tengo que compensar mis salvajes fiestas de alguna manera!"

Gulf se rió alegremente antes de acercarme. "Earth, me gusta que finjas que eres salvaje cuando todo lo que eres en realidad es un adicto a las compras."

"Comparado a mi hermano, soy el niño-salvaje original," me reí por lo bajo.

"Quizás sólo está fingiendo," susurró Gulf. Ahora me tocaba a mí reír.

"¡Santa!" dijo Mew. Krist se acercó. Mew le dio dos bolsas.

"Chicos, seréis los ayudantes de Santa, sacando los regalos de las bolsas," dijo Suppasit. "Nos turnaremos para llevar las bolsas."

Nos dirigimos al hospital y Gulf y yo nos adelantamos corriendo para abrirles las puertas a los demás. Mew intentó decirle algo sobre correr, pero una mirada de Gulf le calló. Realmente quise reírme, pero decidí contenerme. ¡El espíritu navideño y todo eso!

La primera habitación a la que entramos estaba ocupada por una niña de ocho años con leucemia llamada Kristine. Todos los años me estudiaba las listas y me aprendía los nombres de todos los niños para ayudar a Santa. Kristine estaba sentada en su cama con su hermano de cinco años. Parecía cansada y había perdido todo el pelo por los tratamientos de quimioterapia. Saqué mi mejor sonrisa y entré en la habitación.

"¡Feliz Navidad, Kristine!" canté.

"¿Cómo sabes mi nombre?" preguntó la niña.

"Me llamo Earth y soy uno de los ayudantes de Santa." Me giré y señalé la puerta cuando Krist entraba con el resto de mi familia detrás.

"¡Santa!" gritaron los dos niños. Sus padres se levantaron y se acercaron a la cama.

"¡Eso es!" dije.

"¡Jo, jo, jo!" dijo Krist. "He comprobado mi lista dos veces y dice que Kristine y Benji han sido muy buenos este año."

"¡Sí!" exclamó Kristine, incorporándose en la cama. "¡Benji incluso me dejó sus juguetes ayer!" El niño sólo pudo asentir. Estaba sobrecogido por Santa Claus.

Pequeñas elecciones de vida *Adaptación*  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora