Desayuno con Krist

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Pov Gulf

"¡Venga despertaos!" bramó una voz. "¡Es un mini terremoto!" continuó mientras la cama empezaba a temblar.

Mew y yo nos despertamos con una sacudida. Me cogió entre sus brazos, intentando protegerme de la extraña fuerza que había descendido sobre su habitación. Me pregunté si de verdad había un terremoto. ¡Pero no! Sólo era un idiota de 1.75 al que con cariño me refería como hermano mayor.

"¡Buenos días, niños!" Krist se rió por lo bajo. "¡Bonito pelo, los dos!"

"Krist, ¿qué estás haciendo en mi habitación?" preguntó Mew, la irritación patente en el tono de su voz.

"He venido a por mi hermanito para llevarlo a desayunar," explicó Krist. "¡Sólo nosotros dos, Squirt! ¡Ponte unos vaqueros y ve al piso de abajo!"

"¿Y si no me apetece levantarme ahora mismo?" le desafié, frunciendo el ceño.

Krist se inclinó sobre la cama y sonrió malignamente. "Mandaré a Earth para que te vista."

Levanté las mantas tan rápido y fuerte que un pico le dio a Mew en la cara. "Oh, lo siento Mew. ¡Earth!"

"No pasa nada," se rió por lo bajo. "Lo entiendo completamente."

"¡Bonito pijama, Suppasit!" Krist se rió.

Empujando las mantas había revelado los pantalones del pijama de Mew. Dijo que Earth se los había comprado de broma, pero se los ponía porque eran cómodos. Los pantalones eran negros con manzanitas rojas a las que les había dado un mordisco. Grandes letras blancas decían 'Muérdeme' por toda la tela.

Empujé en el hombro a mi hermano, llevándole hacia la puerta. "Si quieres que me vista, vete."

"¿Gulf, no vas a vestirte delante de tu nuevo novio, verdad?" preguntó Krist, meneando las cejas.

"¡Me visto en el cuarto de baño, muchas gracias!" dije entre dientes, empujándole el resto del camino hasta la puerta. La cerré de un portazo y cerré el pestillo.

"¡Quince minutos o volveré!" advirtió Krist.

"Quiero ducharme. Dame veinte minutos e intentaré no ser sarcástico durante el desayuno," ofrecí.

"¡Trato hecho! ¡Pero ni un minuto más!"

"¡Sí, sí!" suspiré, apoyándome contra la puerta. Miré el reloj. "¡Seis y media!" gemí. Arrastré los pies mientras me dirigía a los brazos de Mew. "¿Por qué siente la necesidad de desayunar tan temprano?"

"No tengo ni idea," se rió por lo bajo.

"Al menos tú puedes seguir durmiendo," murmuré contra su camiseta.

"Lo dudo. No estarás aquí conmigo."

"Eso es dulce y todo eso, pero los dos sabemos que en el momento que tu cabeza toque la almohada, ¡estarás dormido! Es demasiado temprano para que las personas cuerdas estén levantadas."

"¿No estás cuerdo, Gulf?" se rió por lo bajo.

"Estoy temporalmente incapacitado mientras esté en la presencia de mi hermano mayor." Eché la cabeza hacia atrás para ver la cara de Mew. "Buenos días."

"Buenos días," se rió.

"Tú me das mi beso de buenos días y yo te doy uno de buenas noches. ¿Te parece bien?"

"Mucho," susurró mientras rozaba sus labios contra los míos. "Buenos días, Gulf."

Presioné nuestros labios más firmemente antes de separarme. "Buenas noches, Mew."

Pequeñas elecciones de vida *Adaptación*  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora