Recuerdos

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Pov Gulf

Abrí lentamente los ojos, acostumbrándome a la luz que entraba en mi habitación. Giré la cabeza para mirar mi despertador. Decía que eran algo más de la 1 de la tarde. Aunque eso no podía ser. Tenía que estar en el trabajo a las 11 y sabía que había puesto el despertador a las 9. Intenté moverme, pero entre la cabeza de Mew apoyada en mi estómago y la escayola, estaba pillado.

Le sacudí un poco el hombro. "Mew." No pasó nada. "Mew," repetí algo más fuerte.

Suspiró y abrazó mi cintura más fuerte. ¡Genial! ¡Ahora iba a llegar tarde al trabajo y necesitaba hacer pipí! Empecé a soltar risas. Lo tonta que era la situación no se me escapaba. Tenía una escayola y estaba atrapado en mi cama por mi novio. Si seguía riéndome así, claramente mojaría la maldita cama. Me mordí la mejilla por dentro; funcionó. Las risas cesaron y se me humedecieron los ojos. Respiré temblorosamente para tranquilizarme.

"Mew," dije, sacudiéndole el hombro.

Murmuró algo, pero no se movió. Este hombre sí que estaba muerto para el mundo mientras dormía.

"¡Mew!" grité mientras le empujaba el hombro.

Se levantó de un salto y empezó a mirar por la habitación para saber la causa de mi grito.

"¡Perdón!" le dije. "No te despertabas."

"¿Qué te tiene tan agobiado?"

"Necesito desesperadamente un viaje al cuarto de baño y estabas entorpeciendo mis movimientos," bromeé.

Se levantó y rodeó la cama. Me ayudó a levantarme y nos movió hasta la puerta de mi cuarto. "Siento ser un obstáculo para ti, precioso"

"Estás perdonado," dije mientras él abría mi puerta y me ayudaba por el pasillo. "¿Pero tienes alguna idea de por qué voy a llegar tan tarde al trabajo?"

Se rió por lo bajo mientras me llevaba al baño. "No llegas tarde, Gulf. Earth apagó tu despertador cuando estaba sentado a tu lado anoche. Ya ha hablado con tu jefe y entiende tu lesión."

"Recuérdame que le dé las gracias."

"¿Te ha molestado?"

"Déjame ver... tengo una escayola, el idiota de mi hermano me despertó en mitad de la noche, siento dolor, ¡y acabo de estar atrapado en mi cama temiendo hacer algo que no he hecho desde que tenía dos años! Este día sólo empeoraría si estuviera cerca de más gente."

"Mientras estás aquí, voy a bajar a por tus pastillas. ¿Quieres algo en particular para beber? ¿O comer?"

"Si no te causa muchos problemas, tostada y zumo de naranja sería perfecto."

"Sin problemas, cariño," contestó Mew con una sonrisa. Me besó en la frente y cerró la puerta del baño por mí.

Conseguí moverme por la pequeña habitación y encargarme de mi más urgente necesidad. Con eso hecho, cojeé hasta el lavabo y me mojé el cabello. Pensé en lavarme los dientes, pero iba a comer pronto.

Mew llamó a la puerta. "¿Listo para volver a tu habitación?"

Me alejé de la puerta. "Sí."

La abrió y le sonreí. Sonrió mi sonrisa favorita y me cogió por la cintura. Me llevó de vuelta a mi habitación, donde mis cojines ya estaban apoyados contra la cabecera. Me ayudó a acomodarme y me tapó, asegurándose de que había un cojín bajo mi pie. Me besó en la frente y me dio un plato y un vaso lleno de zumo.

Rodeó la cama y se sentó a mi lado. Cogí mis pastillas del plato primero y me las tomé con el zumo. Quería que el dolor de mi tobillo se fuese lo antes posible. Miré mi plato. La tostada tenía mermelada de fresa.

Pequeñas elecciones de vida *Adaptación*  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora