Esto había ocurrido unos días antes de que Lane siquiera hablara con Hyuga.
Su almacén, aquel sucio y lúgubre lugar, era el escondite perfecto para alguien como él. No dejaba entrar a nadie, pues por la fachada de la edificación ( la cual hacía a la idea de que podía venirse abajo en cualquier momento), la mayoría de las personas sólo rodeaban, e incluso había quienes preferían ni siquiera voltear a mirar aquel camino. Además, le proporcionaba un lugar donde dormir y un amplio espacio para seguir entrenando, ¿Qué más podía desear a parte del cariño y la atención del peli rojo?
Pero, dejando para después el presumir sus posesiones, aquella tarde, Lane se encontraba cabizbajo. En realidad ya se estaba haciendo costumbre verle así. Lo que no era normal era la razón detrás de su estado de ánimo tan deprimente. Por lo regular uno pensaría que se estaba cuestionando el significado de la vida, o en este caso, sobre su llamarada, el poder que llevaba dentro y el porqué Shu era tan insistente con el tema, pero no esta vez.
Era por Hyuga, él se había vuelto la más acertada de sus preocupaciones. El sentimiento hacia él crecía cada nuevo amanecer de tal modo que siempre que a este le sucedía la noche, su pecho se estrujaba de manera dolorosa y cruel. Hyuga era la más dulce de sus penas.
Quería decirle, hablar con él. Pero siempre había algo que se lo impedía, si no era su propio miedo, entonces la culpa la tenían Hikaru y Rantaro por mantenerse alerta desde el día en que lo encontraron espiando.
Suspiró con pesadez, mientras Harry, al verle decaído, se acercaba a dejar un par de caricias sobre su mano luego de emitir un chillido.
—¿Cómo podré decirle…?—se cuestionó en voz alta, mientras acariciaba la cabecita del erizo.
—Sé paciente, Lane…—intervino una voz que le había escuchado por el silencio que reinaba la habitación. Al reconocerlo el chico de inmediato recobró su postura arisca, más la mueca que sólo dejaba como mensaje: "acércate y mueres".
—¿Qué es lo que quieres, Shu?—respondió, al momento de que Harry gruñía y elevaba sus púas.
El albino se puso a contados diez pasos de él, sereno, bastante tranquilo pese al no muy cálido recibimiento que tuvo.
—¿Qué te preocupa?—preguntó, ignorando la antigua interrogación de su alumno.
Lane chasqueo la lengua con fastidio.
—No es algo que te incumba.
—Lo es si se trata de ti—dijo, acercándose un poco pero aún manteniendo cierto cuidado en sus movimientos—. Si te pesa sobre lo que hablábamos antes, sólo tienes que esperar. Sé tú mismo y dile lo que sientes…
—Tú no entiendes eso—masculló el peli lila apenas terminar de oír lo que dijo.
—Todos tenemos que pasar por ello tarde o temprano…—respondió, alzando una mano mientras colocaba una sonrisa despreocupada en su expresión, tal vez rememorando tiempos remotos puesto que ese mismo dibujo se distorsionó unos segundos—. Ese es mi consejo… No sé quién pudo haber ganado tus pensamientos, pero sólo puedo decirte que confíes.
—¿Y si me equivoco?—habló Lane, centrado en sus palabras. La vez anterior también fue gracias a la intervención de Shu que pudo poner en orden sus ideas y darse cuenta de lo que sentía, iba a creer otra vez—. ¿Qué pasa si me rechaza?
—No lo sabrás hasta que lo intentes, el amor es un salto de fé—mencionó, y para ese punto, ya estaba literalmente sentado a su lado, tomando su hombro de manera en que pudiera sentir su apoyo—. Nunca estarás completamente preparado para lo que venga, por ello debes confiar y crear el momento adecuado para decirle tú mismo… —sonrió.
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Primer Amor (LanexHyuga)
FanfictionLane y Hyuga están saliendo, pero, ¿Eso en serio cuenta como una relación? Al ser ambos unos completos inexpertos, ¿Cómo es que van a desarrollar este romance? _________________________________________________________________ ✓ Especial San Valent...