Y quizás fuera por el alcohol, o quizás fuera porque le tenía ganas desde hace mucho, pero le llevó a la habitación de los padres de YoonGi y le empujó contra la cama. En el momento en el que el chico cayó contra el colchón, abrió mucho los ojos y se sentó de golpe.
-¡Necesito vomitar!
JungKook le cogió de la cintura y le llevó al baño de los padres de YoonGi.
-¿Qué te has bebido?- preguntó cuando el chico terminó de vomitar.
-Una cosa roja muy dulce...
-¿Quieres un cepillo de dientes? Puedo conseguirte uno...
-Por favor...
JungKook salió y, cuando entró, el chico estaba vomitando de nuevo.
-Toma- le tendió el cepillo de dientes con pasta dentífrica.
-Gracias.
Tras lavarse los dientes, la cara y secarse el sudor, TaeHyung se sentía mejor.
-¿De dónde lo has sacado?- preguntó, mirando el cepillo de dientes.
-Es mío. Lo habré usado un par de veces. En ocasiones me quedo aquí...
-Lo tiraré. No creo que lo vayas a usar después de esto.
-Lávate los dientes mañana y, antes de irte, lo tiras.
-Quédate conmigo esta noche.
El chico asintió con la cabeza y, en completo silencio, bajaron las sábanas y mantas, se quitaron los zapatos y calcetines. Cerraron bien la puerta para que nadie les molestara y JungKook le mandó un mensaje a YoonGi comentándole que estaba durmiendo en la habitación de sus padres y que tenía cerrado por dentro. TaeHyung, por su parte, escribió a NamJoon y le dijo que, tras vomitar, había pedido un taxi y ya estaba en casa.
-Gracias- dijo TaeHyung, mirándole a los ojos.
-De nada- replicó JungKook.
Pasaron los minutos, tal vez las horas y seguían absortos en sus miradas.
-¿Quieres dormir?- preguntó JungKook, al fin.
Por toda respuesta, TaeHyung se acercó a sus labios y le besó. Al segundo, JungKook ya estaba encima del chico. Sentía sus labios sabor cereza y sus manos por todo su cuerpo, desnudándole y tocándole. Le abrió la camisa y se perdió en el cuello del chico, no obstante, le encontraba muy poco participativo, de hecho, no le tocaba. Le miró y vio que estaba completamente dormido.
No pudo evitar reír.
-Ay, TaeHyunggie...
Le dio un beso en la frente y le abrazó. Sonrió al notar como el chico reaccionaba a su abrazo y se acurrucaba en su regazo.
A la mañana siguiente, TaeHyung se sentía cómodo. Demasiado a decir verdad. Estaba a oscuras, la cama era mullida y calentita pero, lo que la hacía tan buena, era el abrazo que le estaban dando.
Espera...
No se supone que debía de sentir el abrazo de nadie. Abrió los ojos y, aún en penumbra, pudo reconocer al chico que le estaba abrazando y se quedó paralizado. ¿Qué mierda hacía durmiendo con Jeon JungKook? Trató de pensar en los sucesos de la noche anterior... él bebiendo aquella bebida dulce... él hablando con NamJoon y Mark... él haciendo un trío... él vomitando... ¡Él besando y desnudando a JungKook!
Lentamente, se separó de él y sintió como un martilleo incesante se acomodó en su cabeza. Trató de pensar, pero no recordaba más allá de aquel momento cuando él estaba besando y desnudando a su compañero de Universidad.
Se levantó y notó que nada le dolía ¿qué habría hecho con JungKook? Se puso los calcetines, se calzó, se acomodó la ropa y salió de allí. Camino a la puerta, no encontró a nadie, pero apenas podía ver, la luz de la mañana entraba por los cristales y le estaba matando. Cuando, finalmente, salió a la calle, se llevó las manos a la cabeza y cruzó la calle para ir por la sombra. Se sentía como un vampiro huyendo del sol.
Cuando llegó a su casa, vio a sus padres, sentados en la mesa jugando a un juego de mesa: lo normal una mañana de un sábado.
-¡Hijo! Nos estábamos empezando a preocupar- dijo su padre, cogiendo una carta y soltando otra.
Por toda respuesta, TaeHyung gruñó.
-Nos imaginamos que estarías en la fiesta. Llevas sin salir demasiado tiempo. Supusimos que echarías una cana al aire. Has vuelto a perder, querido- dijo su madre.
-¡No sé cómo lo haces!
-Tienes el baño listo.
-Gracias. Voy a darme una ducha... pero antes tomaré algo para el dolor de cabeza... dormiré algo y luego me pondré a hacer ejercicio.
Sus padres se miraron, sabían que su hijo tenía una resaca monumental y que, tras dormir, no se levantaría para hacer ejercicio. No obstante, estaban equivocados. Tras un buen desayuno, un analgésico, una buena ducha y una reparadora siesta de dos horas, TaeHyung se fue a correr. Necesitaba despejar la mente.
Mientras corría, se permitió pensar en lo ocurrido la noche anterior. Se había divertido, no lo iba a negar. Hacía muchísimo tiempo que había dejado de lado las fiestas y el quedar con sus amigos. Antes solía salir con JiMin y NamJoon al cine y a cenar todos los fines de semana, pero cuando le hicieron capitán, lo tuvo que dejar a dos veces al mes y, en este último año a un fin de semana al mes. No obstante, desde que su entrenador le dijo que podían ficharle para alguna liga, había dejado de quedar con sus amigos y se dedicaba a entrenar al cien por cien.
Pero ayer... ayer había bebido por primera vez desde que entró en el equipo y se había emborrachado. Ayer había bailado en el jardín totalmente desinhibido y no le importó, también recordaba que se había marcado un trío en público y no importaba, aunque no recordaba con quien lo hizo. Pero sí recordaba lo que hizo con JungKook. Y eso era algo que tampoco le importaba. Mierda, cómo le gustaría recordarlo.
Paró en seco, se apoyó en la pared de ladrillo de su vecino y se llevó las manos a la cara. No recordaba cómo había llegado a la cama con él, pero sí recordaba tenerle encima... pero se levantaron vestidos. Quizás sólo se besaron...
Suspirando, continuó caminando hasta llegar a su casa. Se dio una ducha, cenó y se puso a estudiar inglés hasta que su madre le interrumpió a la hora de dormir.
-¿Molesto?
-No.
La mujer entró y se sentó en la cama, se puso a otear la habitación y sonrió al ver la foto que tenía TaeHyung en el escritorio. Era un foto de él, de pequeño, con su primer equipo de hockey.
-Estabas tan emocionado ese día... y en unos meses te irás a Canadá.
-¿Estás nostálgica?
-Un poco. Me preocupaba que te fueras solo a Canadá.
-¿No me iba a acompañar papá?
-Sí, pero él no se va a quedar contigo y eso me preocupa- dijo su madre- no obstante, hoy has demostrado ser mucho más maduro de lo que tu padre y yo pensábamos. Anoche te fuiste de fiesta y te emborrachaste. Volviste resacoso y, aun así, has hecho tu rutina de ejercicios y estudio. Estamos orgullosos de ti, cariño.
-Gracias, mamá.
La señora Kim le dio un beso en la coronilla y salió de allí. Aquel día, TaeHyung se quedó estudiando hasta altas horas de la noche ya que no tenía sueño y, cuando se durmió, era demasiado tarde.
El lunes decidió llegar a la misma hora que el resto de sus compañeros, había estado estudiando el fin de semana demasiado y, además, necesitaba dormir y recuperar horas de sueño.
Cuando llegó, abrió su taquilla y encontró una nota en su parte correspondiente. "Sé que te estarás haciendo muchas preguntas sobre lo que ocurrió el viernes en la noche entre nosotros dos, pero no sucedió nada. Estabas borracho, te quedaste dormido y te dejé dormir. No le he dicho nada a nadie. JJK"
TaeHyung miró varias veces aquella nota y cogió un post-it para escribir "Muchas gracias. Tu gesto te honra. Reúnete conmigo, si quieres, a la hora de comer en el parque que está detrás de la Universidad. KTH" y lo pegó en un lateral de la parte de JungKook.
-¡No la cierres!- pidió JungKook y TaeHyung dio un grito.
-¡Me asustaste!- dijo el chico, llevándose una mano al corazón. JungKook sonrió y TaeHyung se fijó en que el chico tenía un hermosa sonrisa- bueno, ahí tienes, cierra cuando te vayas.
-Ahí te veré.
TaeHyung se giró y vio que JungKook tenía la nota en sus manos. Con una última sonrisa, se separaron y TaeHyung trató de atender a sus clases. Su yo del pasado, concretamente de hace una semana, le patearía por el pensamiento que tenía en mente. Pero había pensado demasiado en lo ocurrido y estaba dispuesto.
Cuando sonó la campana que dio inicio al descanso para comer, JiMin se levantó y miró a TaeHyung, que estaba recogiendo sus cosas.
-¿Vamos a la cafetería?
-No, he quedado a comer... con una persona- respondió y, al acto, se arrepintió de haberlo dicho.
-¿Con quién?
-Una chica que conocí en la fiesta. Nada especial- miró la hora- ¡Me tengo que ir! ¡Ya te contaré!
El chico se levantó y salió a paso apresurado de la clase y del campus hasta el parque que estaba detrás de la Universidad. Cuando vio a JungKook, le hizo una seña con la cabeza y comenzaron a caminar, separados uno del otro, sin hablarse.
-¿Me estás raptando?- preguntó JungKook, divertido.
-Más quisieras.
-No te lo negaré.
Llegaron a una zona boscosa y TaeHyung se metió entre los arbustos, los densos árboles y el largo césped. Miró alrededor, no veía nada, salvo a JungKook. Era un sitio perfecto.
-¿Cómo diste con éste...?
No pudo terminar la frase, TaeHyung se había abalanzado a sus labios y le estaba besando. Le sujetó de la cintura y le empujó al suelo. Al momento, TaeHyung se abrió de piernas y JungKook comenzó a restregarse contra el miembro del chico.
-Sigue- pidió TaeHyung, tirándole del pelo.
JungKook le bajó el cuello de la camiseta y comenzó a morder y chupar su piel, dejando una marca amoratada. Las manos de TaeHyung bajaron hasta el trasero de JungKook y lo agarró, no pudo evitar sonreír al notarlo tan duro.
-Más...
No obstante, por mucho que JungKook se pegara al cuerpo de TaeHyung, no era suficiente.
-Mierda, TaeHyung...
Comenzó a desabrocharle el pantalón y se bajó los suyos.
-¿Vas a follarme?- preguntó TaeHyung, sonriendo.
-Reconozco que es lo que más desearía, pero no tengo condones ¿y tú?
-Tampoco...
-La próxima vez, entonces.
Se bajaron la ropa interior el uno al otro y JungKook escupió en su propia mano, agarró su miembro y el de TaeHyung y comenzó a masturbarlos a la vez.
-Mmm... ¡sí!
A pesar del movimiento de la mano de JungKook, ambos comenzaron a mover la pelvis.
-¡Me voy a correr!- dijo TaeHyung, agarrándole del pelo y tocando sus fuertes brazos.
JungKook le levantó la camiseta y volvió a morder y lamer su cuello, esta vez un poco más arriba que la última vez y TaeHyung estiró el cuello para poder darle mejor acceso.
-Sí...
-¡Sí!
Tras el orgasmo, lo lógico sería abrazarse, o descansar. Pero JungKook se levantó de encima del chico y le pasó un pañuelo. Se limpiaron, en silencio, tratando de asumir lo que había pasado y, sobre todo, asumiendo que no se sentían mal, culpables o raros por ello.
-Quedan veinte minutos, ¿quieres comer aquí?- preguntó TaeHyung.
-Claro.
Sacaron sus respectivos platos y compartieron su comida. Cualquiera que los viera, diría que eran los mejores amigos, o una pareja sólida de años.
-¿Recuerdas algo de lo que pasó en la fiesta?- preguntó JungKook, tomando un bocado del sándwich que le dio TaeHyung.
-Bueno... recuerdo que llegué tarde, después del intensivo de inglés, y el barman nos puso unas bebidas a JiMin y a mí. Supuestamente, la mía era sin alcohol...
-¿Supuestamente?
-Sí. Supuestamente. Tenía alcohol y yo no lo sabía. Me bebí como cuatro o cinco copas de esa mierda como si fuera agua...
-¡Joder! ¡Te podría haber matado!
-Nam y Mark estuvieron muy atentos- dijo, completamente serio- Mark empezó a darme botellas de agua...- frunció el ceño- desde que empezó a darme las botellas de agua, ya no recuerdo nada, ¿entiendes? Según me ha dicho Nam, bailé con varias tías, incluso me lie con dos... a la vez...
-Cuando dices liarte...
TaeHyung se llevó las manos a la cabeza.
-¡No volveré a beber nunca más!
-¡Hiciste un trío! ¡No está tan mal!
-Básicamente podría decir que ellas abusaron de mí- dijo, con sorna- Ni siquiera recuerdo lo que pasó.
-¿Llevabas gomita?
-Sí, Nam me la dio. O eso me dijo.
-¿Son de la Uni?
-No. Mark y Nam las vieron, pero no las reconocieron.
-YoonGi invitó a gente de su Universidad de Seúl. Posiblemente sean de allí... ni lo pienses.
-Me preocupa no recordarlo, eso es todo...
JungKook sabía muy bien a lo que TaeHyung se refería y no era para menos. En unos meses, TaeHyung estaría rumbo a Canadá jugando en la NHL, ¿y si había dejado embarazada a alguna chica? ¿Y si no lo había hecho pero alguna de ellas se aprovechaba de la situación?
-Escúchame, fuiste a una fiesta y te emborracharon. Dos chicas se acostaron contigo y tú llevabas condón. De todos modos, ¿recuerdas algo de ellas? Puedo hablar con YoonGi y... bueno, no sé si podría decirle que eres tú. Teóricamente tú y yo nos odiamos.
-No te odio, pero eres molesto.
-Oh, ¿también lo era hace un momento?
-No, eras placentero.
Soltó una carcajada, no pudo evitarlo.
-Le preguntaré a Yoon dentro de la confidencialidad- dijo- ¿algún dato de tus amigas?
-Una tenía un dragón enorme en la espalda, fue en lo que me fijé mientras estaba encima de mí.
-Dragón enorme en la espalda. Será fácil de adivinar su identidad. ¿Y la otra?
-Tenía el coño muy húmedo.
JungKook escupió el agua que estaba bebiendo, no podía creer que estuviera teniendo aquella conversación con TaeHyung.
-Así que, aquella noche, bebiste algo más aparte de aquel cóctel y las botellas de agua.
-Oh, sí. Aunque reconozco que prefiero las pollas. No me importa acostarme con alguna chica de vez en cuando, no me siento especialmente participativo con el sexo como tal con ellas, pero sí con el sexo oral.
-Eres sumiso en la cama.
-Lo has adivinado. Nadie lo diría en base a cómo me ven en la pista, pero supongo que por eso me gusta tanto serlo en la cama... por eso siempre me has atraído. Sexualmente hablando.
-Hace un par de años entraste en mi radar. Te vi en una fiesta y quise llevarte a la cama- admitió- no estabas borracho, pero sí muy desinhibido. Bailabas sensualmente con JiMin y yo quería que bailaras así conmigo. Me pusiste muy duro. Pensé que te fijarías en mi cuando ganara más combates de boxeo y no me equivoqué... pero no esperé que te fijaras de esa mala manera...
-Sabes que no fue tanto tu fama como tu ego.
-Merezco tener ego.
-Yo también.
Ambos se fulminaban con la miraba y, antes de que pudieran mandarse al diablo, JungKook le besó.
-¿Esa es tu técnica? ¿Besarme para que se me olvide que eres idiota?
-También te follaré para olvidar que eres gilipollas.
Se miraron y volvieron a reír.
-¿Y tú qué hiciste en la fiesta?
-Pues ningún trío. Eso te lo dejé a ti. Bebí, pero tampoco tanto, era muy consciente de lo que hacía...
-En la universidad muchas chicas comentan que fueron tocadas por Jeon JungKook.
-¿Celoso?
-Expectante.
-¿Por qué quieres follar conmigo?- preguntó JungKook- no te lo pregunto por un tema físico. No es por ser arrogante, que lo soy, entiendo que soy un hombre guapo, atractivo y fuerte, pero tú también lo eres. Puedes tener a cualquiera y... quieres follar conmigo. Dame una razón para mentir a mis amigos. Porque es obvio que no le voy a decir a nadie que me ando follando al capitán del equipo de hockey. Tengo una imagen que cuidar.
-¡Y yo también!- dijo, exasperado y se subió sobre las caderas del chico con una agilidad asombrosa, ahora entendía porque era tan bueno en el hockey- ¡Mi apariencia no es sólo en la Universidad! ¡Sino en mis estudios y en mi casa! ¡Soy el chico perfecto que vive por y para estudiar y para el hockey! Pero cuando me acuesto por las noches, no tengo nada, JungKook.
-¡Qué dices! ¡Tienes un puto contrato con la NHL!
-¡Ellos me dieron ese contrato porque saben que soy bueno y yo estoy agradecido! ¡En unos meses me iré y dejaré Corea atrás! Quiero... quiero llevarme algo que sea sólo para mí. No estoy enamorado de ti, JungKook, y no sueñes con que eso vaya a suceder porque el hockey siempre estará por encima de ti. Sé lo egoísta que suena pero...
-Quieres una vía de escape- terminó JungKook, que entendía demasiado bien a TaeHyung pues era lo mismo que él sentía.
-¡Quiero mi vía de escape! Seguir odiándote por los pasillos y joder contigo al terminar los entrenamientos. ¿Soy egoísta? Sí, supongo que lo soy.
-No. No lo eres- dijo, besándole- yo también quiero salir de este pueblo, quiero progresar en el boxeo, llegar a Estados Unidos. Estoy harto de la presión y de la gente que se acerca a mí por interés. Tú no quieres reconocimiento, eso ya lo tienes. Tú quieres sexo y yo también. Esto es un contrato.
-Un contrato- dijo TaeHyung y sonrió- empieza hoy, doce de marzo, y acaba el catorce de agosto.
-Hecho.
-Hecho.
-¿Podré follarte en los vestuarios? Se me ocurren varias posturas...
-Hoy tengo entrenamiento...- le respondió.
-Me encantaría hacértelo en un ring de boxeo.
-¿Cuándo tienes entrenamiento?
-Todos los días...
-Perfecto. Ahora déjame chupártela.
-No podemos, tenemos clase.
TaeHyung miró su reloj, faltaban cinco minutos para el inicio de las clases. Besó al chico y metió su mano por dentro del pantalón y la ropa interior de JungKook, masajeando su miembro.
-TaeHyung...
-Nos vemos esta tarde. No faltes.
-¿Qué? ¿Me vas a dejar así?
-Sí- dijo, levantándose y recogiendo sus cosas- no dijimos dejar de odiarnos... trae condones. Mi entrenamiento termina a las ocho, a las ocho y media el equipo estará afuera.
Y, sin más, salió de allí y dejó a JungKook con un serio problema en sus pantalones.
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TENTACIÓN
Fiksi PenggemarTaeHyung es un joven que está en su último año de Universidad. Lo tiene todo a sus pies: mujeres, notas increíbles, amigos, es el capitán de su equipo de Hockey e, incluso, ha conseguido un contrato con la NHL. Lo tiene todo, salvo el control de su...