WHO will we be TOMORROW? [ HIATUS ]

Acelerar ;; " 加速する"

. . .

Eiji Okumura.

Quiero algo de paz luego de todo este ajetreo. Cualquiera llamaría paz a quedarse en la cama del hotel, mirando redes sociales, leyendo un libro o simplemente durmiendo, pero mi definición de paz es algo diferente. Una pequeña biblioteca es perfecta para plasmar mi "paz".

Estoy trabajando en mi próximo proyecto, desde la editorial ya llevan un tiempo queriendo saber el título de mi nueva obra pero siendo sincero, ni yo mismo lo sé. Tengo miles de borradores con comienzos inacabados y finales sin comienzo. Ya estoy empezando a estresarme, ¿de verdad a esto lo llamo yo "paz"? Qué hipocresía.

Me apoyo en uno de mis codos, haciendo garabatos en las diferentes hojas esparcidas por la gran mesa de madera. Me veía patético. Preso de mi trabajo. Con "The Fly Boy" no me pasaba. Sólo he sacado un maldito libro, ¿ya estoy en medio de mi bloqueo artístico? Necesito inspiración.

En ese momento, el destino me dio una bofetada de aire fresco, riéndose de mí al mostrarme mi tan ansiada inspiración frente mis ojos.

Un joven de cabellos rubios se había sentado a mi lado, mirándome de una manera muy dulce pero algo incómoda. ¿Lo conozco de algo? Me pregunto a mí mismo, haciendo una mueca de confusión antes de preguntarle.

- ¿Qué deseas? - debo admitir que me quedé anonadado. Había conocido miles de personas extranjeras pero jamás ninguna de estas me hizo prácticamente casi babear con su belleza. Ojos profundos como joyas color esmeralda, unos jades preciosos con los que volví a sentir los colores del mundo. Cansado de ojos negros, cabellos del mismo color, personalidades aburridas, rodeado de grises, siendo yo un fuerte color primario en mi interior. Estoy tan encantado que incluso olvido su presencia, ¿es real? ¿Acaso me quedé dormido encima del computador? - ¿Hola? - insisto de nuevo.

- Eiji. - el lenguaje no tiene palabras para encarnar lo que siento cuando escucho mi nombre salir de sus rosados labios. ¿Cómo sabe mi nombre? Me giro hacia él por completo, cierro el aparato de mi propiedad, enfocando mi atención en él.

- ¿Nos conocemos? - no, no lo hacemos, me acordaría de su existencia todos los días de mi vida. Comienzo a mirarlo con mayor primor. Su forma tan desganada de vestir me hizo gracia. Suelto una sonrisa al ver como sujeta mi libro contra su pecho. Ahí entendí todo. - ¿Te ha gustado? - extiendo mi mano hacia la portada del libro. Lo sostiene como si fuera el tesoro más valioso del mundo, qué adorable.

- ¿Sólo gustar? Me ha maravillado. - me sorprendí ante tal respuesta. Deja el escrito sobre la mesa. - Me informaron de que estabas aquí así que no perdí oportunidad en venir a verte y hablar contigo aunque sean unos minutos. - parece nervioso. Veo como juega con sus muslos. Intenta dar aires de seguridad pero es todo lo contrario. - ¿Me podrías firmar el libro? Si no es mucha molestia.