Capítulo 5

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T: ¡Hey Carina! - aparecía la rubia tocando el hombro de la morena- ¿Dónde estabas? ¿Y qué coño te pasó? - mirando a la morena de arriba abajo-

C: Tropecé y me volcaron un vaso encima y ésta excelente camarera - señalando a la Maya- me dejó algo de ropa- mintiendo a la rubia  - jajajaja Ya sabes que soy un pato, jajajajaja - riéndose-

T:Más pato no podías ser. ¿Oye qué tomas? - a punto de beber de la copa de la morena-

M: ¡Hey! Perdona, no puedes beber de esa copa - agarrando la bebida rápidamente y mirando a la morena con nerviosismo-

T: ¡Oye! Pero tú ¿ quién te crees que eres? - toda alterada- ¡Quiero hablar con tu jefa y lo quiero ahora o dame la carta de reclamación por maltrato hacia el cliente!- gritando y golpeando la barra-

Vamos Carina,- sujetando la mano de la morena haciéndola levantar del taburete-

C: No, yo me quedo, no me voy de aquí- soltándose del agarre de la rubia- y si no te deja beber de la copa es porque…-se quedó toda bloqueada- puede que esté cogiendo un catarrazo y ya sabes cof, cof, cof ,cof - tosiendo sin parar y llevándose la mano al pecho mientras agarraba el hombro de la rubia- ¿no ves? - señalandose a si misma - cof cof cof cof. Estoy cogiéndolo a base de bien y puede que sea contagioso aaaaaachis! - pasándose la mano por la nariz –

Maya con una mano en la boca intentando contener la risa, observando la divertida escena.

T: ¡Vale, valeee! - sacudiendo la mano en el aire- Ando con Amelia por la pista, ni te nos acerques, bicho contagioso y cuando entres en casa ,pon mascarilla y no salgas de la habitación. Estás en cuarentena - alejándose-

Maya al ver a la rubia, se dobló sujetándose de la barriga, se puso de cuclillas y empezó a reír.

La morena se subió al taburete para verla, saltó como pudo, y empezó a reír junto con la rubia. Las dos estuvieron riéndose un buen rato. Al cabo de un tiempo se miraron a los ojos ,secándose ambas las lágrimas causadas por la risa.

C: De algo tenía que servirme ser italiana, ¿no? - dándole la mano a la rubia ayudándola a levantarse –

M: Gracias - Quedando frente a frente - Lo siento -soltó de repente - ese cóctel era para ti. Es mi cóctel especial y nadie antes lo habría probado, lo inventé especialmente para ti ,un día te vi , y quedé maravillada de ti, impactada de ti y ...

La morena puso sus manos a ambos lados de la cara y la atrajo hacia ella. Y la besó. Un beso cargado de pasión, ternura, cálido y atrayente, rozando sus labios, sintiendo los latidos del corazón como si de una carrera de caballos se tratase. La rubia fue posando sus manos en la cintura de la morena acercándola más a su cuerpo. Cuando sus cuerpos quedaron pegados, que ni una brisa pasaba entre ellos, una descarga pasó por ambos cuerpos. Se fueron separando poco a poco, quedando abrazadas. De ambas bocas salieron varios suspiros.

C: Hablas mucho. ¡Me gustas! - susurrando al oído de Maya-

La rubia torció levemente la cabeza, suspirando en el oído de la morena. Echó hacia atrás la cabeza y se quedó mirándola a los ojos, perdiéndose en esa mirada, en esos ojos color coca cola, tan preciosos, con ese brillo tan especial.

De repente, tomó la mano de la morena y comenzó caminar de la mano de ella entrelazada con la suya.

M: ¡Andy! - alejándose de la barra y gritando para que la camarera la oyese - Esta noche hazte cargo del Club - lanzando un paño hacia el cuerpo de la camarera –

A: ¡Pero Bishop!, ¡no me puedes hacer esto! ¡Está el club a tope! - gritando y dirigiéndose hacia la rubia-

M: Es tu club también así que tú sabrás lo que hay que hacer. Pero esta noche me la tomo libre - saliendo por la puerta de atrás con la morena de la mano -

Cuando llegaron a la calle, la rubia giró a la morena, la abrazó y la volvió a besar. Allí se encontraba una moto estacionada. Saco la llave del candado de su bolsillo y le entrego el casco a la morena.

M: Hoy me hiciste ver fuegos artificiales con tu beso, yo quiero enseñarte algo más - volviendo a besarla y se montó en la moto - Tranquila - viendo como la morena se encontraba nerviosa y tendiendo la mano hacia arriba - ¿Confías en mí?

C: Si - apoyándose en la mano de la rubia para subir en la moto - hace una hora que te conozco y es como si estuvieses a mi lado toda la vida.

La rubia giró la cabeza hacia atrás y le regaló una gran sonrisa. Arrancó la moto y se pusieron en marcha por las calles de Nueva York. La morena colocaba sus manos en la cintura de la rubia y se apretaba en su espalda, apoyando su cabeza en ella. La rubia cogió una de sus manos y la entrelazo con la de la morena, con el pulgar iba acariciándola, se la llevó a la boca y la besó. Volvió a colocarla donde estaba y se agarró al manillar.

Pararon frente al edificio New Yorker. La rubia aparcó la moto, se bajó y luego levantó a la morena de la cintura, poniéndola de pie frente a ella.

C: Maya,¿qué hacemos aquí? - con una sonrisa en la cara toda eufórica dirigiendo la mirada entre la rubia y el edificio-

M: Te voy a enseñar un lugar al que vengo después de salir de trabajar - tomó de la mano a la morena- Conozco al portero y me deja subir todas las noches

Entraron al edificio, subieron por el ascensor y se miraron a las manos. No se habían soltado desde que bajaron de la moto, luego fueron subiendo la cabeza lentamente hasta que sus ojos se encontraron. La morena se fijó en los ojos hipnotizantes color oceano de la rubia y una sonrisa se formó en cara.

Cuando llegaron a la azotea, la rubia se colocó por detrás de la morena y la abrazó.

M: Cierra los ojos – le susurró al oído -

La morena al oír la voz y el aliento cálido de la rubia, sintió un escalofrío por todo su cuerpo. Cerró los ojos y se dejó llevar por el momento.

Maya la fue guiando hasta el balcón del edificio.

M: Abre los ojos- volviendo a susurrar al oído de la morena-

Cuando la morena abrió los ojos, se encontró con todas las luces de la ciudad, con todos los rascacielos ante ella, con un lugar súper tranquilo. Cogió aire y lo fue soltando poco a poco. Se giró y volvió a encontrarse con los ojos de la rubia y una sonrisa de felicidad en ella.

C: Esto es increíble, Maya - toda emocionada- Es impresionante, es maravilloso, es...- cogiendo aire de nuevo- el paraíso - dejando salir el aire poco a poco- Gracias Maya, gracias - volviendo a abrazarla, hundiendo su cabeza en el pecho de la rubia-

Maya colocó sus manos en la espalda de la morena, abrazándola con más fuerza, dejándose embriagar por el perfume de esta. Carina se volvió a girar, quedando a espaldas de la rubia, cogió los brazos de Maya y los puso en su cintura. Entrelazando sus manos y así se quedaron observando el alba de un nuevo día.

The Cocktail Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora