Cuando el alba se hizo presente, Maya decidió llevar a la morena a casa, no le parecía de buen gusto y agrado que tuviese que irse en taxi.
Cuando llegaron, la rubia se bajó de la moto y ayudó a la morena a hacer lo mismo, alzando la mano para que la otra se apoyara en ella. Carina con un leve tropiezo se vio obligada a sujetarse en los hombros de Maya, quedando así, muy cerca la una de la otra, sintiendo el aliento cálido por la cercanía de sus bocas. Se miraron, la morena paso la lengua por su labio y luego se lo mordió suavemente mientras que sus ojos bajaban de la mirada de la rubia hacia los labios. Maya al presenciar eso, subió con su mano por el costado de la morena, acarició su brazo hasta su hombro muy lentamente, luego con sus dedos delineó la mandíbula de la morena, sujetó el mentón de ésta y le levantó la cabeza poco a poco, perdiéndose en la mirada de la doctora, se mordió el labio y lentamente fue posando sus labios en los cálidos de la morena, besándola con determinación, sintiendo la pasión.
Era un beso dulce, suave que demostraba el inicio de algo importante, un beso que transmitía emoción, no era un simple beso de despedida, si no, un hasta pronto. La morena fue bajando sus brazos, rodeándola por la cintura. Sin que la rubia se diera cuenta, sacó de su pantalón una nota y la depositó en el bolsillo trasero de la prenda de la camarera. Subió con su mano a la nuca de la rubia y enredó sus dedos al pelo corto de ésta, atrayéndola más hasta su cuerpo.
Pasaron unos minutos así hasta que el oxígeno empezaba a ser necesario. Se fueron separando poco a poco hasta quedar con los dedos entrelazados. Querían alargar esa despedida. Carina fue quien tomó la decisión de terminar con esa despedida.
C: Gracias por lo de esta noche - mientras se alejaba y abría la puerta del edificio mirando hacia la rubia-
M: ¡Carina! - viendo que la morena se adentraba en el edificio- ¿Cómo puedo hacer para entregarte el vestido o para saber de ti? - pasándose la mano por el pelo con síntoma de nerviosismo y una sonrisa -
C: Mira en tu bolsillo de atrás y encontrarás la respuesta - acabando de introducirse por completo y cerrando la puerta tras ella con una sonrisa traviesa en su cara -
La rubia se llevó la mano hacia el bolsillo de atrás y se encontró con la nota de la morena, leyó lo que decía, empezó a saltar, sonreír y a gritar toda eufórica siendo testigos toda la gente que pasaba a su alrededor. Volvió a leer la nota emocionada:
Carina DeLuca 6******** Llámame, presiento que esto será el inicio de algo intenso y maravilloso.
Guardó la nota y se subió en la moto con una gran sonrisa de felicidad emprendiendo el camino hacia su casa.
Mientras tanto, la morena abría la puerta de su casa con una gran sonrisa de felicidad, había visto la reacción de la rubia tras leer la nota que le había dejado. Se dejó caer en el sofá, cogió una buena bocanada de aire, lo fue dejando salir poco a poco, mientras revivía todo lo sucedido de aquella noche, la primera mirada, el primer beso, la conexión de sus cuerpos al sentirse cerca la una de la otra, su voz, la forma en la que la defendió, su despacho, el cóctel, la azotea, sus brazos...todo. Sin duda había sido una noche que no iba a olvidar en su vida; levantó los brazos y las piernas y empezó a saltar y a golpear contra el sofá, haciendo que Amelia saliera de su habitación extrañada por la actitud de la morena. Cuándo la vio, se fue acercando hasta el sofá sentándose encima de la mesa. Carina se abalanzó contra ella y la llenó de besos por toda la cara, riéndose. La chica al ver así a su amiga se contagió y las dos se empezaron a reír. Cuando pararon, la morena tomó de las manos a la chica , mirándola fijamente con una gran sonrisa en su cara.
C: Amelia, esta noche me he enamorado - confesándose a través de una sonrisa de felicidad y con un brillo en los ojos.
La morena se levantó del sofá, se quitó los zapatos, cogió dos tazas con café, regresó a sentarse en el sofá tendiéndole una taza a la chica. Las dos bebieron un trago de café, Amelia, asombrada por la confesión de Carina y ella con una sonrisa en su cara, bajó la taza y la colocó en la mesa. Cogió aire y le contó todo lo ocurrido en la noche.
C: Es preciosa Amelia, es maravillosa - con los ojos llenos de lágrimas y muy brillantes-
A : Eso sí que se le llama ,amor a primera vista - se levantó y la abrazo -
Mientras tanto en el piso de la rubia.
Maya entraba corriendo a su casa, dirigiéndose hacia la habitación de la cantante. Tomó el picaporte de la puerta y la abrió.
M: Hughes me he enamora... - deteniéndose de golpe y saliendo rápidamente de la habitación - ¡MIS OJOS! ¡MIS OJOS ME QUEMAN! - gritando mientras se dirigía hacia la cocina, frotándose los ojos-
La cantante salió junto con Jack tapados solo con una sábana.
La rubia cuando llegó a la cocina, se encontró a Dean con los pantalones bajados hasta los tobillos en el medio de una chica que estaba sentada con las piernas abiertas, desnuda. Se dio la vuelta corriendo cuando de repente cayó al suelo de espaldas . El suelo estaba mojado y varios trozos de cristales de un florero estaban rotos. La rubia levantó la mano llorando y vio que como de su mano salía sangre y un trozo de cristal estaba incrustado en su piel.
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The Cocktail Of Love
RomanceUna conexión y un cocktail harán que vivan un amor intenso. Maya Bishop barwoman y Carina DeLuca, doctora obstetra de Grey's Sloan