The Cocktail Of Love

Capítulo 11

Se dejaron llevar por la pasión. Carina se impulsó con su cadera quedando por encima de la rubia. Se separó quedando sentada encima de sus manos y las enlazo con la rubia, se las llevó a la boca y comenzó a besar cada dedo, cada centímetro de estas, Maya miró a los ojos de la morena, se soltó de una mano y acarició la mejilla de Carina, mirándola con ternura, con amor, con devoción y admiración . Carina cerró los ojos al sentir el contacto de la mano de la rubia en su mejilla y suspiró . Luego fue agachándose poco a poco y la besó. Un beso dulce y cálido , un beso que empezaba a ser lleno de pasión y de entrega .La rubia colocó sus manos en la cintura de la morena y fue quitando su camiseta poco a poco, mientras se perdían en ese beso que las estaba llevando a la locura. Carina fue bajando con sus labios por el cuello de la rubia. Con la punta de su lengua fue dejando un transparente y húmedo camino. Se separaron sin dejar de mirarse, conectando a través de los sentidos,solo con la mirada. Maya le quitó la camiseta a la morena. La rubia se sentó quedando con las piernas de la morena entrelazadas en su cintura, y empezó a besar su cuello, bajando hacia el hombro mientras iba bajando la tira del sujetador. Carina besó el pulso de la rubia mientras acariciaba de arriba abajo su espalda, con un ligero movimiento, desabrocho el sujetador de la rubia. Se separaron unos centímetros cogiendo aire.

M: Estás segura de hacer esto? - susurrando en los labios de la morena - Estoy enamorada de ti Carina , no solo de la doctora que descubrí ese día, si no de lo gran persona que eres. Desde aquel día no dejé de pensar en ti, no podía sacarte de mi cabeza. Y cuando te vi en mi club, cuando me miraste, me sonreíste, me quede más prendada de ti. Aquella noche fue la noche más especial de mi vida. - acariciando la espalda de la morena -

C: Estoy segura y también estoy segura de que en el momento que me entregue completamente a ti, no podré entregarme a nadie más . Me tienes loca, Maya. - acariciando con su mano la mejilla de la rubia y dejando un suave, dulce y corto beso - Maya, - cogiendo aire y soltandolo poco a poco- desde aquel momento en tu club, desde que sentí tu mirada, el roce de tus labios en los mios, fue una descarga eléctrica por todo mi cuerpo. Cuando me protegiste de tu amiga y sobretodo, cuando me diste a probar ese cóctel que lleva mi nombre y que inventaste por y para mi, cai en el amor contigo. Cuando te conocí un poco mas estos dias y me llevaste a ese lugar tan especial, supe que no podía dejarte escapar. Maya, sé que en el momento que nos entreguemos, caigamos las dos más en el amor y sé que esto sonará muy precipitado y que - mirando hacia el cielo mientras volvía a coger aire y suspiraba- solo nos conocemos de unos días . Y que aquí , en esta playa, bajo la luz de las velas, siendo testigo las estrellas y la luna de esta gran noche inolvidable - mirando a los ojos de la rubia y entrelazando su manos a las de ella - Te gustaria ser mi novia y vivir esta noche y muchas más junto a mi?

La rubia quedándose sin aire mientras una lágrima silenciosa bajaba por su mejilla, miró a los ojos de la morena y la besó , un beso que marcaba el inicio de algo importante, un beso de entrega y de confianza, un beso cargado de amor.

M: Sí , sí quiero ser tu novia, sería un gran orgullo para mi ser tu novia- mientras más lágrimas se perdían por su mejilla-

La morena secó con sus labios las lágrimas y volvió a besarla. La recosto en la manta y fue dejando suaves besos por su cuello, por su hombro, llegando al borde del sujetador dejando a la rubia liberada de él. Miró a los pechos de la rubia y empezó a dejar un laberinto de besos en cada uno hasta encontrarse con el pezón firme y tenso de la rubia. Maya no pudo contener el gemido. La morena se metió el pezón en la boca y empezó a jugar con él mientras que, con su mano jugaba con el otro.

La rubia con la ayuda de sus manos, desabrocho el sujetador de la morena, se levantó un poco y empezó a besar y a dejar pequeñas mordidas en su hombro y en su cuello. Bajó con sus manos hacia la cintura de esta y empezó a subir lentamente por el costado hasta encontrarse con los pechos de la morena, los cuales apretó con sus manos. Con la ayuda de su cadera se puso encima de Carina y fue dejando besos por los pecho y el abdomen de esta, alternando  esos besos en el abdomen con labios de la morena. Cuando llegó a los pantalones, los desabrocho y los fue bajando poco a poco llevándose con sus pulgares, el tanga de la morena. Carina mientras tanto iba acariciando la espalda de la rubia. Cada vez sus cuerpos estaban mas calientes, mas bañados en sudor. Ambas ya no podían contener sus gemidos. Maya mientras iba quitando las prendas, iba alternando besos húmedos en ambas piernas. Cuando terminó de quitarlas subió a besar a la morena, introdujo su lengua en la boca cálida de Carina y dejaron que sus lenguas crearán un baile y un juego cargado de pasión . Carina se volvió a poner encima de la rubia sin detener el beso, fue bajando y subiendo con sus manos por los costados de la rubia, cuando llegaba a los pechos de esta, jugaba con ellos. Volvió a bajar encontrándose con el botón del pantalón , lo desabrocho y lo fue bajando con la ayuda de Maya. Cada vez que rozaban sus caderas, unos nuevos gemidos salían de sus bocas que eran ahogados en la boca de la otra. Cuando la rubia estaba liberada y las dos se encontraban en las mismas condiciones. Carina entrelazo sus piernas, dejando que sus centros se unieran. Las dos se pararon al sentir la humedad de la otra y un gran gemido salió de sus bocas dejando caer la cabeza hacia atrás . Maya volvió a incorporarse, dejando que sus centros quedasen mas unidos, mas en contacto y empezó un vaivén en contra de la cadera de la morena. Carina abrazó el cuerpo de la rubia y ambas se balanceraron en contra de la otra. Uniéndose y entregandose, siendo un solo cuerpo, besándose y gimiendo el nombre de la otra, Maya bajó su mano e introdujo dos dedos dentro de la morena.Lento y profundo. Carina dejó salir un gran grito de su placer al sentir los dedos de esta tan dentro de ella y empezó a cabalgar sobre ellos. Besó los labios de la rubia, lamió el labio inferior, lo mordió , tiró de él y la volvió a besar, mientras que su mano comenzó a bajar encontrando un palpitante e hinchado clítoris. Hundiéndose en la humedad de la rubia fue introduciendo dos dedos dentro de la rubia, la cual gritó el nombre de la morena. Ambas comenzaron a cabalgar en los dedos de la otra, gimiendo dejando salir el nombre de la otra. Con las respiraciones agitadas y sus corazones desbocados, fueron dejándose cortos besos dulces en los labios. Cuando se miraron a los ojos, ambas descubrieron las lágrimas que habían en ellos. Carina colocó su cabeza en el pecho de la rubia, la miró , formándose en su cara una gran sonrisa de felicidad. Maya fue besando el cuello de la italiana y la fue tumbando en la manta mientras se fue colocando encima de ella en medio de sus piernas. Besó su pecho y tomó su pezón en la boca y lo chupó. Sintiendo como la espalda de esta se arqueaba. Siguió besando su barriga y fue bajando lamiendola. Abrió las piernas de ésta bajo la mirada de la morena. Lamió todo su interior y jugó con su clítoris en su boca. Volviéndola loca. Carina enredaba sus dedos en el pelo de la rubia apretandola más a su interior. Maya introdujo su lengua dentro de ella y empezó a moverse de delante a atrás. La morena movía sus caderas tan rápido hasta que cayó desplomada en la manta víctima de un orgasmo que la dejó con la respiración entrecortada. La rubia tomó todos sus jugos en su boca y fue subiendo dejando besos por todo el cuerpo de ésta y la besó y se acostó a su lado. Pasó un brazo por debajo de ella y la apoyó en su pecho

C: Te quiero - mientras iba controlando su respiración y quedándose dormida en el pecho de esta-

La rubia al escuchar a la morena, una lágrima de felicidad apareció y una gran sonrisa de felicidad en su cara se formó .

M: Yo tambien te quiero - abrazandola y dejando un beso en la cabeza morena-

Las chicas se quedaron dormidas, disfrutando la una de la otra.

Sin duda las estrellas y la luna habían sido testigo de una gran noche de entrega y de amor.