Las Hormonas Tienen La Culpa [En Edición]

Capítulo 9

—¿Os ocurre algo?—Aki le preguntó a los jugadores—¿Hay algo que os esté molestando?—miró impresionada como uno tras otro parecía estar intranquilo y tremendamente atemorizado.

—¿Hay algo que queráis contarnos? —Masculló fuyuka a regañadientes y ellos, unos tras otro fueron negando  lo que por extraño que fuese tensó más la situación.

—Con que no ehh—Natsumi rodó los ojos.

—En ese caso—Haruna comentó curiosa—¿Qué opináis sobre la actitud de esos chicos?—interrogó—¿No os parece que son unos cerdos desagradables?—añadió.

Y ahora mismo la mayoría de los jugadores se estaba planteando la posibilidad de que ellas talvez supieran algo de su jueguecito. Y si a alguno se le ocurría preguntarse ¿Cómo podrían saberlo ellas?, la conclusión había sido unánime, ya que estaba más claro que el agua.

¡Tachimukai y Kogure eran unos puros traidores!

—¿Qué ocurre?, ¿Se os comió la legua el gato?—Rika ironizó y estos tragaron intranquilos.

—Creo que deberíamos ser comprensivos con esos pobres chicos—Goeinji aseveró algo encogido por el miedo.

—¿Pobres chicos?—Aki rió incrédula—Ósea que ellos les hacen algo tan asqueroso y repulsivo a esas pobres chicas y para ti, ¡¿Deberíamos ser comprensivas?!—chilló finalmente exaltada.

—Aki entiendo tu postura, pero por mucho que lo piense está más que claro que esos chicos no sé lo merecían—Kidou defendió y a cierta chica de cabello violeta se le empezó a notar un tic—Ellos sólo fueron víctimas.

Ninguna de las chicas presentes conseguía procesar correctamente lo dicho por Kidou.

—Estoy de acuerdo—Nagumo intervino—Claramente la culpa fue de esas chicas.

—No lo dirás enserio—Ulvida había perdido verdaderamente la poca confianza que tenía depositada sobre los jugadores.

—¿Qué ellas tuvieron la culpa?—Haruna estaba realmente exaltada—¿Cómo podéis apoyar eso?.

Las cosas ya estaban pasándose de castaño oscuro; ¿Ahora por lo visto era culpa suya que los jugadores se hicieran unos pervertidos?.

—Chicas, pensadlo—Tsunami se dispuso a explicarles—Si lo piensas bien, si ellas no hubieran dejado sus cosas así, al tuntún, los chicos no se habrían sentido tentados a mirar, es claramente culpa suya—dictaminó muy convencido y fue apollado.

—¿ES EN SERIO?—Tachimukai no pudo seguir al margen—¿DE VERDAD PENSÁIS ASÍ?—escupió con algo de mortificación—¿CÓMO PODÉIS SUPONER QUE PESE A QUE ELLOS HICIERAN ALGO TAN DESAGRADABLE, ESAS POBRES CHICAS TIENEN LA CULPA?—gritó colérico.

—¿Acaso no es culpa suya?—Hiroto miraba a tachimukai con los ojos entrevertados, como si lo estuviera acusando de algo.

Y Tachimukai fue observando uno por uno a los jugadores, y todos llevaban la misma mirada acusadora. Y fue ahí cuándo cayó, ¡Claro!, ¡Lo acusaban de chivato!.

—¿Sabéis?, Vamos a dejar los juegos a un lado—Rika dijo en forma de amenaza atrayendo la atención de absolutamente todos—Sabemos muy bien lo que habéis hecho y sois unos enfermos.

—¿De qué estás hablando?—Ichinose se hizo el desentendido.

—¿De verdad?—Aki apretó los puños—¿Queréis seguir negándolo?—ninguno pareció reaccionar—Sois todos unos imbéciles.

—¿Pero qué os ocurre ?—Hiroto optó por seguir la misma estrategia que Ichinose—¿Es que acaso os habéis vuelto locas?.

—Chicas, nos estáis preocupando mucho, os portáis extraño—Endou comentó fingiendo estar preocupado por ellas, pero ni una sola se lo creyó.