Las Hormonas Tienen La Culpa [En Edición]

Capítulo 7

Todo estaba sumergido en un extenso silencio sepulcral, y no especialmente porque estuvieran aburrido, ni mucho menos por desinterés; es simplemente que cada jugador estaba bien metido en imaginarse con todo lujo de detalles la imagen descrita por Ichinose, e incluso él mismo estaba metido.

—T-tienes razón Ichinose—Tsunami lo sonrió en señal de apoyo.

—Sería muy cruel interponerse entre vosotros, es algo maravilloso—Endou añadió entusiasmado.

—Gracias por comprenderlo—expresó Ichinose emocionado; mientras que en la tienda se iba formando lentamente un ambiente extrañamente conmovedor e inquietante.

***

Las cosas en el exterior estaban candentes, pero no por nada bueno, se olía el olor de la muerte a kilómetros, aunque dudo mucho que el aura pervertida que rodeaba la tienda de acampar les permitiera notarlo.

Ellas claramente estaban que echaban humo, literalmente.

—Vamos chicas, debemos mantener la calma—Fuyuka murmurró con un leve tic en el ojo, ella no es que fuera la indicada para pedir calma que digamos.

—Son unos...—A Reika ya ni le quedaban insultos que decir, estaba loca por matarlos.

—Lo siento, pero ya estoy harta de esperar aquí sentada—Natsumi se levantó dispuesta a ir hacía los chicos y darles algo que seguro recordarían de por vida.

—Natsumi—Aki susurró llamando la atención de la mencionada—No lo hagas.

—Chicas—Ulvida atrajo la atención de todos, incluido los dos jovencitos y Natsumi de paso, frenó su paso—Creo que deberíamos pensad mejor en lo que vamos a hacer.

—¿Qué tienes pensado?—Rika preguntó en un tono frío y algo apagado con sus brazos bien cruzados  entre sí.

—Es simple—Ulvida pronunció levantándose—Sólo debéis seguir mis pasos.

—Espera—Haruna dijo un poco alarmada y en voz baja—¿Qué quieres decir con seguir tus pasos?.

—¡Chicos!, ¡ya hemos vuelto!—Ulvida gritó mientras le daba la espalda a las demás; estas por supuesto se llevaron una gran sorpresa.

—Oye—Reika habló inquieta—¿Qué haces?.

—¡Chicos!—Rika siguió a Ulvida—¡¿Dónde estáis?!—se levantó—¡Ya hemos vuelto!.

—¿Rika?—Reika titubeó.

—¿Pero qué hacen?—Aki tenía una ceja arqueda y estaba un poquito sorprendida.

—Si no puedes con ellas—Touko dijo en un suspiro—Únete a ellas—También se levantó y detrás de ella, una tras otra se fueron levantando y siguieron, no literalmente, los pasos de Ulvida.

—¿Pero qué hacen?—Tachimukai interrogó desconcertado.

—Qué más da—Kogure se encogió de hombros —Esto se está poniendo interesante—rió.

***

Y mientras tanto, en el interior de la tienda de acampar, los jugadores estaban completamente alterados yendo de un lado para el otro colocando las prendas íntimas de las chicas a buen recaudo, es decir, en la maleta.

—¿Y-ya está todo?—Nagumo titubeó, se le veía muy inquieto y con algo de pavor.

—Creo que sí—Shirou lo contestó igual de inquieto.

Ahora Endou junto con kidou habían colocado la maleta en una esquina de la tienda, justo debajo del tocador portátil.

—Que mal—Ichinose murmurró resentido—hé perdido las bragas de Rika sin antes haberlas disfrutado.