Capítulo Uno: Somnolencia

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Somnolencia: Estado intermedio entre el sueño y la vigilia en el que todavía no se ha perdido la conciencia.

El ambiente se encontraba tranquilo, solo un suave sonido del viento y la marea subiendo y bajando, sintiendo los rayos del sol irse directamente a sus ojos y luego estos siendo tapados por una nube que iba pasando, lentamente sus ojos fueron desp...

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El ambiente se encontraba tranquilo, solo un suave sonido del viento y la marea subiendo y bajando, sintiendo los rayos del sol irse directamente a sus ojos y luego estos siendo tapados por una nube que iba pasando, lentamente sus ojos fueron desplegándose para mirar en donde se encontraba, sentándose en la rígida madera cuan rechinó cuando se incorporó en ella.

Estaba en un barco con vela, un barco pequeño como el que una vez usó cuando comenzó su viaje, solo que este tenía una cabina donde se encontraban los alimentos, es como el segundo barco que tuvo. 
Aunque, parecía que había alguien más en el barco pues hasta allí donde él estaba, se alcanzaba a oler comida preparada, sonrío alegremente y se levantó animadamente para irse a robar la comida.
Abrió la puerta con la ilusión de saborear lo que fuera que estaría hecho en esa cocina, mirando directamente el plato de comida en la mesa y claro, robandole el tenedor a aquella persona que no le prestó la más mínima atención por andar viendo solo aquel platillo listo para ser digerido.

Aunque la mano de la persona misteriosa haya hecho un agarre más fuerte, él siguió intentando arrebatarle el tenedor, colocando una expresión de enojo infantil para mirar a quien no quería otorgarle el tenedor, colocando una expresión de sorpresa cuando analizo el ceño fruncido e intolerante de aquel adulto, sobre todo las gafas, percatandose poco tiempo después de que no tenía su sombrero.
Tocando en todas partes y buscando su tesoro alrededor de su cuerpo, le iba a dar algo terrible si perdía aquello que le confió cierta persona, iba a entrar en llanto, inmediatamente debilitando sus piernas para caer en el suelo, hasta que escuchó un llamado deteniendo su arrepentimiento.

— ¿Esto es tuyo? — lanzó su sombrero de paja al suelo, molesto de la exagerada actitud que el menor hizo por unos momentos, él sonrió como si no hubiese un mañana, abrazando a su preciada promesa. Se levantó nuevamente colocándose el sombrero para no perderlo.

— ¡Gracias! — le regalo una sonrisa y luego la deshizo tras recordar que antes estuvo intercambiando golpes con tal hombre, llegando a la mente del porqué ahora estaba en un barco en medio del mar navegando como si nada — Esto… ¿Por qué no estamos peleando en Dressrosa? — un gesto confuso se hizo presente, esperando a que aquel hombre le diera una respuesta a su pregunta recién dada.

— Llegaron los marines en esos precisos momentos, y tú, estabas muy debilitado con todo los agarres que tu cuerpo tenia con mis hilos — sonrió una vez dicho eso, cortando un pedazo de la carne del plato y llevándolo cruelmente a su boca para torturar el hambre del menor — Después de eso, terminaste desplomado y decidí llevarte aquí para huir, no era mi intención llevarte, pero estabas pegado en mi pierna que, yo no tuve otra alternativa — el azabache trato de asimilar todo, intento de darle sentido a lo que su enemigo había dicho, pero desgraciadamente estaba centrado en la crueldad que recientemente había hecho y decidió robar la carne con la mano, utilizando su fruta para alargar su brazo y directamente meterse la carne a la boca cuando lo regreso a la normalidad — Eres tan desagradable, mocoso.

Travesía 『DoflaLu』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora