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Megumi miro su mano
derecha, el reloj violeta desaparecía lentamente, pronto volvería a casa sonrió de solo pensar en sus amigos y Satoru.

-¡Megumi!-ese grito dejo al pelinegro confundido, aun así no volteó su rostro, el debía concentrarse en enviar su energía maldita al reloj, este no era su mundo, el Satoru Gojo de este mundo era ajeno a el.

La sangre que había formado la runa maldita empezaba a brillar, mientras las flores se marchitaban, en el momento menos pensado los relojes de su cuerpo empezaron a eliminarse, junto con este el cuerpo de Megumi empezó a desaparecer lentamente. A pesar del dolor que sentía siguió de pie, finalmente volteo y miro la carita del niño.

Se veía fatal, quizo hablarle pero no podía, era mejor no dejarle más recuerdos, antes de desaparecer por completo, le sonrió y se despidió agitando levemente la mano.

El ritual maldito había llegado a su fin, Satoru miro impotente aquel macabro conjuro, tenia tantas preguntas en la cabeza, sin saberlo se quedó viendo a la nada, sintiendo caer algo por su mejilla izquierda la toco suevemente.

-esta húmeda... ¿porque estoy llorando?-Satoru no podía entender ese extraño sentimiento, apenas pasaron algunos días juntos, tal vez solo sentía tristeza al saber que el pelinegro no lo llevaría a ver la puesta del solo como lo prometió.

Se fue.

No sabía si Zenin Megumi murió o solo decidió largarse lejos donde no podrían encontrarlo.

-idiota... si tenías... ¡si tenías problemas me lo hubieras dicho!-su rostro estaba cubierto en lágrimas mientras susurraba- eras  mi primer amigo.

ºº+♡+♡+♡+♡+♡ºº

En medio de un vasto jardín de flores rojas de todo tipo, Fushiguro Megumi vio a su otro yo, sin embargo no podía aceptarlo del todo.

Zenin Megumi caminaba hacia el con una sonrisa hipócrita en los labios ambos quedaron frente a frente, al mirarlos la diferencia era notoria, mientras uno se veia musculoso y más alto con un cabello lacio algo largo. El otro tenia un cuerpo esbelto, algo más pequeño y su cabello parecía un erizo.

-espero te hayas divertido en mi dimensión-dijo el Zenin con un toque de ironía en su cara.

-.... ¿qué pasará al cruzar?-pregunto Megumi ignorando los comentarios del otro.

-en cuanto crucemos a  nuestra propia dimensión  olvidaremos este tonto viaje para no causar una fisura entre dimensiones.

-... entiendo.

Zenin Megumi no pudo resistir mirarse a si mismo algo delicado y tranquilo ¿era así por ese tonto de cabello blanco? Conteniendo su asco rápidamente dijo-circulare mi energía maldita a este jardín para que ambos regreses al día en que cambiamos de mundo.

Megumi miro a su otro yo sorprendido, había querido pedirle que cuide de Satoru o al menos que no intente matarlo, pero ya no era necesario, olvidarse de lo ocurrido estaba bien y regresar al momento exacto en que cambiaron de mundo sentía alegría de solo pensarlo.

-Gracias.

-no lo hago por ti, sería demasiado trabajo lidiar con preguntas y exámenes para verificar mi estado físico-Zenin Megumi suspiro y decidió hablar-lo que tengas que decirle a ese tipo estúpido de cabello blanco dilo en cuanto se vean, si su respuesta es no o silencio, no te sientas triste después de todo hay más peces en el mar.

-¿?

-cuidate Fushiguro Megumi-acabando de decir esto camino a su dimensión mientrasespecial energía maldita a su alrededor, esperaba que ese bufón amante de los dulces hiciera y dijera lo correcto o ambos sufrirían las consecuencias de un amor fallido. En un susurro pudo escuchar un-adiós Zenin Megumi espero encuentres felicidad.