Capítulo 2

798 75 6
                                    

—    ¿Qué les dijiste? — jugaba con el lóbulo de mi oreja. 

—Que te importa, Emilio— le dije riendo.

—Está bien no me digas, sirve que continuamos con lo que dejamos pendiente— bajó a mi cuello, donde comenzó con pequeños besos.

—Emilio...— alargué girándome hacia él — Podrían subir en cualquier momento— ambos hacían sus tareas abajo en la sala. Rodó los ojos, me soltó y se giró en la cama dándome la espalda. Reí. — ¡Porqué me das la espalda! — le reclamé.

—Porque podrían subir en cualquier momento— dijo imitando mi voz.

—En primera ¡Yo no hablo así! — dije riendo — Y en segunda... — me puse de rodillas en la cama para después sentarme sobre el poniendo mis piernas a sus costados. Una vez más se giró pero se quedó de frente al techo para poder verme — Si me detengo, es por tus hermanos— puse mis manos sobre su pecho — Claramente no es porque yo no quiera— sonrió pícaramente. —Además tenemos mucho tiempo— ahora yo comencé a besar su cuello — Si quieres podemos faltar a clases mañana— susurré en su oído sensualmente.

—Has faltado tres días seguidos, te quitaran el derecho a presentar con una falta más— sus manos se posaron en mi cintura y rápidamente giro haciéndome quedar debajo de él. 

—Valdrá la pena— mordí su labio inferior provocandole. 

—No, no te retrasaras— me retó. 

—Está bien, Está bien— le dije riendo y lo tomé de la barbilla atrayéndolo a mis labios. 

Me besaba con esa forma tan única y especial que hace que todo a nuestro alrededor se desvanezca. Como pude ser tan estúpido al creer que amaba a Nick, ¿Como fue que llegué al límite de jugar con los sentimientos de alguien más? En fin ya era pasado. Había que vivir el presente. Nuestro presente.

Mis manos subieron hasta su cabello, donde metía mis dedos sensualmente, sin que el acompasado ritmo de nuestros labios se detuviera. Mientras que sus manos impartían suaves pero a la vez provocativas caricias en mi piel por debajo de mi remera. Con un rastro de besos fue bajando por mi mejilla hasta mi cuello donde comenzó a succionar de este.

—Me dejaras marca—reí y me estremecí por todas las sensaciones que producía en mi.

—    ¿Y? — preguntó y regresó a su accionar —Eres todo mío— sonó tan posesivo, pero a la vez tan tierno que sentí desfallecer.

—Todo. — le confirmé e hice mi cabeza hacia atrás dándole a entender que podía hacer conmigo lo que fuera su voluntad.

—Emi ya termi... Ups— que quedé claro que yo le advertí que esto podía pasar. Emilio se separó de abrupto de mí.

—Jazzy... — dijo pasando con nerviosismo su mano por su cabello.

—    ¡Ew!— arrugó la nariz —Se dieron un besito en la boca— con su índice señaló hacia su boca como si se produjera vomito.

—Sí, sí— se puso de pie Emilio —Ew— la imitó —Espero y pienses hasta los 40 de esa forma acerca de los besos.—Celoso —Vamos a ver tu tarea—Ambos salieron de la habitación y yo no podía parar de reír. 

Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos cuando bajamos del auto. Me gustaba mucho la idea. Ahora era más que claro que estábamos juntos. 

—Ay, pero que linda pareja— esa oración desbordaba sarcasmo. 

—Gracias,Maia — contesté igual y sentí como Emilio apretaba mi mano para que solo la ignorara. Me di la media vuelta y fulminé a Emilio con la mirada.

Me, myself and him Donde viven las historias. Descúbrelo ahora