El campamento de verano

Capitulo 3: Resaca

Me desperté. Sophie estaba durmiendo profundamente, y Kate estaba en el baño vomitando. Yo tenía un gran dolor de cabeza. Supongo que eso se llamará resaca. Nunca había imaginado que un campamento podría ser así, pero al parecer este si. Normal que sea de 15 a 20 años. Yo me esperaba el típico campamento de manualidades y deportes, pero la verdad es que no me puedo quejar, me gustan las fiestas y menos mal que me libro del deporte.

—Buenos días— bufa Kate saliendo del baño metiéndose en la cama.

—¿Resaca?— pregunto, ella solo asiente acurrucándose en la cama.— Voy a comer algo, luego vuelvo— le informo.

Me puse un chandal gris de Adidas, y salí a el comedor a coger algo de comer. Allí estaba mi querido Josh, tan simpático... obviamente es sarcasmo.

—¿Estas mejor?— me pregunta. Cojo una bolsa de patatas, un donut y un zumo, y me voy pasando de el complemente.

Salí del comedor y el fue detrás de mi.

—¿Que te he hecho?— me pregunta. Yo sigo pasando de él.— Perdona por lo de ayer, lo sé, soy un borde—

—Lo eres— respondo

—Pero mira, la señorita a hablado— dice. Y vuelve a ser el Josh borde y capullo.

Entro en mi cabaña, me tumbo en la cama con el móvil y empiezo a comer mi comida.

—No seas cerda, Abby, comparte— bufa Sophie tirada en la cama. Me río y le lanzó el paquete de patatas.

—Dame a mi también, que yo te quiero— dice quejándose irónicamente Kate. Me vuelvo a reír y le lanzo el donut.

Llaman a la puerta de la habitación. —Adelante— grita Kate.

Entra Philip y otro chico, creo que se llama Ruben. Philip nos invita comer y nos dice que si dos de nosotros queremos ir, vamos, una cita doble.

—Ir vosotras, yo me encuentro mal— se excusa Sophie.

—Tia, yo estoy peor, he vomitado mazo— también se excusa Kate.

—¿Abby?— dice Philip

—Pues supongo que iré— digo sin poder excusarme

—Pues ir los dos, creo que ire a la piscina— añade Ruben.

—¿Nos vemos en el comedor a las 14:30?— pregunta Philip.

—Vale— digo sin ganas.

—Nos vemos— me sonríe este. Le intento devolver la sonrisa pero me sale un poco falsa.

Los chicos se van. Las chicas empiezan a reír.

—Abby, no vayas, di que te encuentras mal— dice Kate.

—No va a colar, las dos habéis dicho eso— añado

—Pues, no se— comenta Sophie.

—Bueno, da igual, iré.—