Capitulo 2: Fiesta

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Era la hora de la fiesta. Me duché, me dejé el pelo suelto y me puse la falda negra y una camiseta de tirantes blanca con una chaqueta vaquera negra.

Sophie hizo un mini chillido —Me encanta tu outfit, Abby—

—Muchas gracias, Sophie. El tuyo es muy chulo también— respondí, ella iba vestida con un crop top rojo y unos shorts negros.

—¿Vamos ya a la fiesta?— comentó Kate

—Si, claro— dije

Fuimos a la fiesta, desde lejos se veía el fuego de la hoguera y se oía la música al tope. En la fiesta había refrescos y... ¿alcohol?. Que raro que en un campamento de verano hubiese alcohol, pero bueno, no es de mi incumbencia.

Las chicas se saludaban con la gente, ya que ellas llevaban años yendo allí. Kate se besó con un chico, supongo que será su novio.

Pasaba el rato y yo me aburría sentada en un banco.

—Ey Abby, ven— me dijo Sophie

Yo fui y empezamos a charlar junto con otros amigos suyos. Había un chico sentado en un banco con una botella de cerveza en la mano. Lo miré y le pregunté a Sophie que quien era.
—Es Josh Rider, un chico muy borde y serio, solo tiene dos amigos, Luke y Brad. —

—Es guapo, ¿no?— dije

—Ni lo intentes, no quiere relaciones, solo le gusta liarse con chicas o líos una sola noche—

—Voy a hablar con el—

Me acerqué a el, y lo saludé. El pasó de mí.

—Te estoy hablando, eh— dije seria

—¿y tu quien coño eres?— me respondió

—Soy Abby—

—No me interesas, ¿te puedes ir?, gracias—

—Oye, no seas así, yo no te he hecho nada— respondí

—Me das igual, vete—

Le hice caso y me marché, Sophie tenía razón, era un borde. Menudo capullo, ¿no puede ser majo?.

Empezó a sonar música lenta, la gente empezó a sentarse en lo bancos en pareja, y se comenzaron a enrollar todos. Yo y Philip, un chico nuevo de mi cabaña, nos quedamos de pie y no sabíamos que es lo que pasaba. Busque a Sophie y a Kate con la mirada y estaban besandose con unos chicos, busqué con la mirada a Josh y se estaba besando con una chica rubia y morenita de piel.

—Abby, me han hablado de este momento, y bueno, pues, es tradición, hay que estar 20 minutos enrollandose con alguien— me comentó Philip

—¿Que?— exclamé, madre mía , en que campamento tan extraño me ha metido mi madre— ¿Entonces nos tenemos que enrollarnos?—

—Si—

Nos dirigimos a unos de los bancos, vi que al lado mío estaba Josh, pero no le di importancia. Philip se acercó a mi y nos empezamos a besar, me resultó muy raro, no besaba mal, pero estas cosas suelen hacerse sin planearlo.

Pasaron los extraños 20 minutos, todos se levantaron como si nada y volvió a sonar la música a tope y todos volvieron a bailar.

Se me acercó Kate —Yo que tu empezaría a perder la vergüenza ya y a disfrutar, será el mejor verano de tu vida. Vamos a bailar.— dijo y me agarró del brazo.

Empezó a sonar una canción de One Direction que me encanta, se llama "Steal My Girl". Todo el mundo bailaba y la cantaba a todo pulmón. Kate me agarro las manos y las dos comenzamos a bailar y cantar como locas.

Terminó la canción y yo fui a una mesa donde había bebidas, me serví un poco de vodka, no bebo pero se habían acabado los refrescos y tenía demasiada sed. Fui en camino a Kate y Sophie pero me choqué con un chico, el cual me tiró toda su bebida encima, era cerveza, y yo la mía a el.

—Niñata de mierda ten mas cuidado, joder— se quejó el chaval.

—Perdón,perdón— me disculpé, el chaval me empujó y se fue, yo me caí al suelo.

Me llené de tierra, ahora estaba llena de cerveza y de tierra. Salí de allí corriendo con lágrimas en las mejillas. Me dirigí a un sitio donde parecía que no había nadie, y había un camión abandonado. Empecé a secarme y a limpiarme como pude mientras lloraba humillada.

—¿Estas bien?— preguntó una voz ronca detrás de mi, yo me asusté y me giré inmediatamente.

—¿Quien eres?— pregunté, estaba todo oscuro ya que los árboles en ese momento tapaban la luz de la luna.

Se despejaron los árboles y vi quien era, Josh.

—Si vas a ser borde vete, por favor— dije

—Yo llegué antes— me respondió bajándose del camión, en el que estaba subido antes.

—Vale, pues me voy yo— añadí dándome la vuelta.

Él me agarró del brazo.

—Ey, suéltame— dije

—No te voy a hacer nada—

—Por favor, te lo suplico, suéltame— supliqué

—No te haré nada— repitió

—¿Me tengo que arrodillar?— dije. El se río. —¿De que te ríes?— el me soltó y me fui rápidamente.

El campamento de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora