°[Capitulo 11: Lo bien que me haces sentir]°

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El amanecer se filtraba suavemente a través de las cortinas, iluminando el cuarto con un resplandor cálido. Colette abrió los ojos, sintiendo la calidez de ti junto a ella. Su corazón dio un vuelco al recordar cómo habían pasado la noche abrazados, sintiendo la presencia del otro tan cercana. Pero junto con esa sensación de confort, también llegó una oleada de nerviosismo.

Tu aún dormías, tu brazo rodeando a Colette de manera protectora. Era una sensación nueva para ambos, una que ninguno sabía cómo manejar. Colette se quedó quieta, sin atreverse a moverse, temiendo que cualquier cambio pudiera romper la frágil burbuja de tranquilidad que los envolvía.

Después de un rato, comenzaste a despertar, y tu primer movimiento fue apretar suavemente a Colette contra ti. Abriste los ojos y se encontraron con los de ella, que te observaban con una mezcla de timidez y algo más profundo. "Buenos días," murmuró, tu voz aún ronca por el sueño.

Colette te devolvió una pequeña sonrisa. "Buenos días," respondió, sintiendo el rubor subir a sus mejillas. Era tan fácil estar contigo, y al mismo tiempo, tan complicado.

Ambos sabían que lo que había pasado entre ustedes la noche anterior había cambiado algo, aunque no  habían hablado de ello. Y aunque el silencio entre ustedes no era incómodo, estaba cargado de palabras no dichas, de sentimientos que aún no se atrevían a verbalizar.

Tu fuiste el primero en romper el contacto, apartándote un poco, aunque tus dedos aún estaban entrelazados con los de Colette. "¿Cómo te sientes?" preguntaste con un tono cuidadoso.

Colette dudó un momento antes de responder. "Bien, creo... pero también un poco confundida," admitió, ,mientras su mirada bajaba al ver sus manos unidas.

Tu asentiste, entendiendo exactamente a qué se refería. Tu también te sentías así. "Lo que pasó anoche... fue importante para mí," dijiste, tus ojos buscando los de ella. "Pero entiendo si necesitas tiempo para procesarlo."

Colette levantó la mirada, sorprendida por la sinceridad en tus palabras. "Fue importante para mí también, (    )," confesó, sintiendo que su corazón latía con fuerza. "Pero... no estoy segura de qué hacer ahora."

Apretaste su mano suavemente. "No tenemos que hacer nada, Colette. No hay prisa. Podemos tomarnos el tiempo que necesitemos para entender lo que sentimos." Aunque tus palabras eran tranquilizadoras, había una sombra de incertidumbre en sus ojos. Querían más, pero también sabían que no podían forzar las cosas.

Colette te miró, agradecida por tu comprensión. Sabía que sus sentimientos eran fuertes, pero también estaba asustada. No quería arruinar lo que tenían, esa conexión especial que habían desarrollado a lo largo del tiempo. "Gracias, (   ). No quiero perder lo que tenemos."

Sonreíste, aunque había un toque de tristeza en tu expresión. "No lo perderemos, Colette. Solo necesitamos ser honestos el uno con el otro, y dejar que las cosas sigan su curso."

Pasaron unos minutos en silencio, ambos asimilando la conversación. La tensión había disminuido, pero las dudas persistían. Sin embargo, sabían que se tenían el uno al otro, y eso era lo que importaba.

Finalmente, te levantaste y extendiste tu mano hacia Colette. "¿Desayunamos? Tal vez un poco de café nos ayude a pensar con más claridad."

Colette soltó una pequeña risa, aceptando tu mano. "Me parece una buena idea."

Mientras salían de la habitación, ambos sabían que el camino por delante no sería sencillo. Aún no estaban listos para ser novios, no todavía. Pero lo que había entre ustedes era real, y aunque les llevara tiempo, ambos estaban dispuestos a descubrir adónde los llevaría ese camino, paso a paso, juntos

Tu y Colette se dirigieron a la cocina, donde el aroma del café comenzaba a llenar el aire. Preparaste dos tazas, mientras Colette se encargaba de sacar algo de pan y fruta del refrigerador. La mañana era fresca y clara, y el sol iluminaba la cocina, creando un ambiente cálido y acogedor.

Mientras tu preparabas el café, no pudiste evitar mirar a Colette con una sonrisa. Ella estaba concentrada en cortar la fruta, pero de vez en cuando lanzaba miradas tímidas hacia tu dirección. La sensación de normalidad en medio de sus sentimientos confusos era un alivio.

"¿Te gusta el café fuerte o suave?" preguntaste, tratando de mantener la conversación ligera.

"Suave, por favor," respondió Colette con una sonrisa. "Gracias."

Serviste el café y lo llevaste a la mesa, donde ambos se sentaron. Hubo un breve silencio mientras disfrutaban del desayuno, pero esta vez el ambiente era diferente, menos cargado, más relajado.

Colette tomó un sorbo de su café y te observó. "¿Cómo te sientes hoy?"

Pensaste por un momento antes de responder. "Un poco confundido, para ser honesto. Pero también aliviado. Me alegra que hayamos hablado sobre lo que pasó. Me hace sentir que podemos enfrentar cualquier cosa juntos."

Colette asintió, comprendiendo tus sentimientos. "Sí, yo también me siento aliviada. Es bueno saber que no estamos solos en esto."

Ambos se miraron, sabiendo que estaban en una encrucijada. La conexión entre ustedes era evidente, pero aún había barreras y miedos que superar. El tiempo y la comunicación serían clave para desentrañar lo que sentían.

Después del desayuno, sugeriste dar un paseo por el parque cercano. Colette aceptó con gusto, sintiendo que el aire fresco y el movimiento podrían ayudarles a aclarar sus pensamientos.

Salieron de la casa y caminaron hacia el parque, conversando sobre temas triviales y disfrutando de la compañía del otro. El sol brillaba y el ambiente era alegre, contrastando con las emociones más profundas que llevaban dentro.

 El sol brillaba y el ambiente era alegre, contrastando con las emociones más profundas que llevaban dentro

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Continuara....









































°{-Colette x Lector-}°  [Esta es nuestra historia de amor] -Brawl StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora