Era una tarde perfecta en el parque. El sol brillaba con suavidad, y una ligera brisa hacía que las hojas de los árboles susurraran. Colette y tu caminaban lado a lado, riendo y disfrutando de la compañía del otro. Habían pasado semanas viéndose cada vez más, compartiendo risas, miradas cómplices y momentos que parecían diseñados solo para ustedes dos.
Colette, con su energía vibrante, había logrado sacar lo mejor de ti. Era un remanso de calma y amabilidad que ella había llegado a valorar profundamente. Sabían que había algo especial entre ustedes, una conexión que iba más allá de la amistad, aunque ninguno había dicho nada de forma explícita.
Se detuvieron frente a un lago, donde los patos nadaban con gracia, y Colette, con una sonrisa, se volvió hacia Ti. "¿Sabes? Este es uno de mis lugares favoritos en el parque. Siempre me hace sentir en paz."
La miraste, admirando la manera en que la luz del sol jugaba en su cabello. "Puedo ver por qué. Es hermoso... pero creo que lo es aún más porque estoy aquí contigo."
Colette sintió un leve sonrojo en sus mejillas, pero no apartó la mirada. "Eres muy dulce ( ), me encanta estar contigo. Siento que siempre me haces sonreír."
Sonreíste de vuelta, tus ojos brillando con ternura. "Y tú me haces sentir como si el mundo fuera un lugar más alegre, más lleno de vida. Me encanta cómo eres, Colette."
Se quedaron en silencio por un momento, solo disfrutando de la compañía del otro. Había una electricidad en el aire, algo que ambos podían sentir. tomaste suavemente la mano de Colette, y ella no se resistió, sino que entrelazó sus dedos con los tuyos.
"Siento que hemos pasado mucho tiempo juntos últimamente," dijo Colette, mirando cómo sus manos encajaban perfectamente. "Y... bueno, me gusta lo que estamos construyendo."
"Yo también lo siento," respondiste apretando su mano un poco más. "Colette, quiero que sepas que me importas mucho. Me gustas, y no quiero seguir ocultándolo. Quiero que esta conexión entre nosotros crezca."
El corazón de Colette latió más rápido ante sus palabras. Sentía lo mismo, pero escucharte decirlo le dio una sensación de seguridad y alegría. "( ), tu... también me gustas. Mucho. Quiero estar contigo, explorar lo que tenemos y ver a dónde nos lleva."
La miraste a los ojos, acercándote un poco más. "¿Te gustaría que esta noche fuera especial? No quiero apresurarnos, pero siento que ambos queremos lo mismo."
Colette sonrió, con los ojos brillando de emoción y deseo. "Sí, ( ). Quiero que sea especial... quiero estar contigo."
Ambos sabían lo que significaba esa noche, una velada donde finalmente dejarían de lado cualquier duda o reserva y se entregarían por completo al amor que sentían el uno por el otro. El sol comenzó a ponerse, bañando el parque en tonos dorados mientras caminaban de regreso, aún tomados de la mano, sabiendo que la noche que se avecinaba marcaría un nuevo capítulo en sus vidas, uno lleno de amor, pasión y un futuro compartido.
La noche había caído sobre la ciudad, Tu y Colette caminaban en silencio hacia tu departamento No había necesidad de palabras; ambos sabían lo que sentían y lo que deseaban. La atmósfera estaba cargada de una mezcla de anticipación y dulzura, esa clase de emoción que solo surge cuando dos corazones están a punto de unirse de una manera especial.
Cuando llegaron al departamento, abriste la puerta y la sostuviste para que Colette entrara primero. Ella te miró con una sonrisa cálida y cruzó el umbral, sintiendo una oleada de nerviosismo y emoción. El lugar estaba iluminado por la suave luz de las lámparas, creando un ambiente íntimo y acogedor.
"Puedes ponerte cómoda," dijiste con una voz suave mientras cerrabas la puerta detrás de ustedes. "Voy a buscar algo de beber."
Colette asintió y se quitó la chaqueta, colgándola en el respaldo de una silla antes de sentarse en el sofá. Observó alrededor, tomando nota de los detalles personales en tu departamento, las fotografías en las paredes, los libros cuidadosamente colocados en los estantes, y la guitarra apoyada en una esquina, una de tus pasiones.
Regresaste con dos copas de vino, ofreciéndole una a Colette antes de sentarte a su lado. Se miraron en silencio, disfrutando de la cercanía y la tranquilidad del momento. Después de un par de sorbos, dejaste tu copa en la mesa y te giraste hacia Colette, tomando su mano.
"Colette," comenzaste, tu voz baja y sincera, "quiero que esta noche sea especial para nosotros. No solo por lo que pueda pasar, sino porque significa mucho para mí estar aquí contigo."
Ella te miró, sus ojos brillando con la misma intensidad de sentimientos. "Para mí también, ( ). Desde que empezamos a pasar más tiempo juntos, he sentido que algo muy real crecía entre nosotros. No quiero que esto sea solo un momento, quiero que sea el comienzo de algo hermoso."
Sonreíste, aliviado y feliz de escuchar sus palabras. te inclinaste lentamente hacia ella, cerrando la distancia entre sus rostros. Colette no dudó y también se inclinó hacia ti, sus labios encontrándose en un beso suave pero lleno de significado. Era el primer beso que compartían, y aunque fue tierno, también estaba cargado de una promesa.
El beso se profundizó, y el calor entre ustedes aumentó. Sin romper el contacto, acariciaste suavemente la mejilla de Colette, tu mano deslizando con cuidado hacia su cuello. Colette respondió, acercándose más a ti, sus manos encontrando refugio en tu pecho mientras el deseo y la conexión entre ustedes se intensificaban.
Después de unos minutos, Te apartaste ligeramente, respirando entrecortadamente. "Colette... ¿quieres que vayamos al dormitorio?"
Ella asintió sin vacilar, sintiendo que su corazón latía con fuerza en su pecho. "Sí, ( ). Quiero estar contigo esta noche... en todos los sentidos."
Se levantaron del sofá, aún tomados de la mano, y se dirigieron al dormitorio. Una vez allí, el ambiente se volvió aún más íntimo. La habitación estaba iluminada solo por la luz tenue de una lámpara en la mesita de noche, arrojando sombras suaves que parecían envolverlos en una burbuja de privacidad.
Te acercaste a Colette, tus manos encontrando su cintura mientras ella te miraba con una mezcla de confianza y deseo. Sus labios se encontraron de nuevo, y esta vez, el beso fue más apasionado, lleno de la promesa de lo que estaba por venir.
Con cuidado y ternura, comenzaron a desvestirse, dejando caer las barreras físicas y emocionales entre ustedes. Sus cuerpos se fundieron en un abrazo cálido, piel contra piel, sintiendo la conexión que habían anhelado durante tanto tiempo. Cada caricia, cada susurro, cada mirada, era un reflejo del amor que compartían y del deseo de explorar ese sentimiento juntos.
La noche se deslizó entre sábanas y suspiros, en un baile lento y sincero de dos almas que finalmente se encontraban en su totalidad. Se entregaron el uno al otro, con una pasión que solo puede surgir cuando hay amor verdadero.
Horas después, cuando la noche estaba en su punto más profundo, Colette y Tu yacían juntos, envueltos en la tranquilidad de haber compartido algo especial. Colette, apoyada en tu pecho, dibujaba círculos en tu piel con los dedos, mientras tu la acariciabas de su cabello con suavidad.
"Esta ha sido la noche más maravillosa," susurró Colette, levantando la mirada para encontrarse con tus ojos.
"Para mí también," respondiste besando su frente. "No quiero que esto termine. Quiero que seas parte de mi vida, no solo en este momento, sino en todos los que vengan."
Colette sonrió, sintiendo una felicidad que nunca antes había experimentado. "Yo también, ( ). Quiero estar contigo, siempre."
Con esa promesa, se quedaron dormidos, abrazados, sabiendo que este era solo el comienzo de una historia de amor que estaban ansiosos por seguir escribiendo juntos.
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°{-Colette x Lector-}° [Esta es nuestra historia de amor] -Brawl Stars
Science-FictionNo me atrevo a decir que me gustas, por qué se que apenas te conozco, pero tengo ese buen presentimiento que a pesar de que no sé nada de ti, no conozco tu canción favorita o la que te hace llorar, no sé cómo hacerte reír, ni que te hace enojar, lo...