Capitulo 1 - Parte III

23 2 0
                                    


El lobby del burdel había incrementado el bullicio que poseía desde que había entrado en la habitación de venus pero no por los gritos del señor Sergei y Anastasia sino las innumerables voces de emoción y fervor.

La sala que estaba completamente vacía ahora se encontraba como un pequeño desfile de mujeres bailando sobre las mesas, bebiendo o hablando alegremente y en el centro de ello se encontraba el señor Sergei rodeado por un sequito de mujeres de diferentes nacionalidades y apariencias, desde asiáticas con sus encantadores trajes hasta hindús con sus trajes de malla y sus bocas tapadas por un pedazo de tela casi transparente.

"Jules amigo ven acá" grito Sergei dejando clara mi presencia ante de todas las mujeres del lugar.

"Así que ese es Jules" exclamo una voz que no logre encontrar, "Sí que es bastantes joven" hablo la joven hindú que estaba pegada al señor Sergei, "Que mala suerte que la agarro venus" hablo una joven con un mechón rojo que se encontraba encima de una de las mesas, "Cierto" "Que mala suerte" "Siempre se lleva los buenos" "Es una tacaña" múltiples voces hablaron ante las palabras de la mujer del mechón rojo demostrando el descontento que tenían.

"Venid muchacho, me puedes hacer un espacio cariñito" una joven muchacha que poseía una ropa que estuviese a punto de romperse en cualquier instante se movió para darme un espacio.

"Bien entonces que tal te pareció" Una vez que me he sentado el señor Sergei me hace una afilada pregunta mientras todas las mujeres en la habitación no soltaban ni por un segundo las miradas sobre mi lo cual provocaba que en mi interior se sintiera un peso inmenso.

"Bastante bien" respondí simplemente dejando a las señoritas con mal sabor de boca.

"No puedes ser más específico" hablo una de ellas, "Te lo lamio" dijo la asiática sin emoción alguna, "Te dio el trasero" Hablo la joven con ropa a reventar con una cara entre los valles de la inocencia y la lujuria, "Jugueteo con tu cuerpo" exclamo la hindú mientras centraba su mirada en mi rostro, "Se movió como licuadora" burlonamente se exclamo la mujer del mechón rojo mientras movía sus caderas de un lado a otro provocando la risa de las mujeres en la sala, "Creo que nunca lo sabremos" hablo la hindú mientras exhalaba fuertemente, "Cierto, cierto" Exclamaron las mujeres en la habitación.

"Bueno chicas, pero hay algo que si sabemos con certeza" exclamo Sergei a cada una de las mujeres que ahora se encontraban en intriga, "Disfrutemos como si no hubiera mañana" palabras que lograron el alabo de algunas mujeres y las risas de otras cuantas.

"Vamos muchacho toma un poco" coloco enfrente mío un vaso con el líquido que imagino que es alcohol, lo agarro firmemente y tomo un trago para calmar mi sed.

"¿Qué es esto?" pregunte con interés por el delicioso brebaje que era completamente alejado a cualquier licor que he tomado en mi vida.

"Es un jugo que hacen el bar local, cuando se nos acaba el licor hacen a montones como sustituto" me respondió la mujer asiática que se encontraba detrás del sillón bebiendo plácidamente el mismo brebaje.

"Ya veo, es muy bueno" exclame mientras seguía bebiendo el delicioso jugo.

"¿No lo hace esa rarita que trabaja allí?" Hablo fuertemente una rubia que poseía un escote que rebotaba incesantemente.

"Cuidado con lo que dices, no queras molestar a venus" le recrimino la joven con ropa a punto de entrar en erupción.

"Yo no le tema a esa cualquiera creída" se levantó de un solo golpe provocando que su pecho rebotara de una manera que cualquier hombre quedara embobado con semejante vista, (los que critican sueles ser peores que sus blancos) pensé seriamente por la actitud de la señorita y el ropaje que llevaba.

Tulipán Rojo - Lo que nunca habrá de Borrarse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora