Capitulo 2 - Parte II

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Ya ha pasado una semana entera desde la imprudente visita del señor bigotón y en mi cabeza solo ha habido preocupación por no tener siquiera la idea inicial de la dichosa novela que me ha encargado y este día el sentimiento era peor.

Una vez que me levante lo hice con los nervios a mil ya que en la noche anterior pensé que si pasaba la fecha límite que me ha impuesto el además de degradarme a intento de hombre utilizara en sus presentaciones innumerables chistes referentes a mi persona y los cuales tiene en cantidades apreciables.

"Dios que hare, dios, dios" repetí incesantemente mientras iba de un lado a otro de la cocina.

"Ya ni cocinar puedo" rompí el repetitivo parloteo que tenía con una nueva frase mientras me sentaba en uno de los taburetes de la cocina y estiraba mi mano al pequeño velero que había en el centro de la isla.

"Creo que debería de pedir algo de comida" mientras decía unas palabras que no eran muy comunes para mi boca pude ver que el velero tenía una pequeña capa del polvo.

"Mejor me pongo a limpiar ya hace un mes que no lo hago" me levanto mientras veo de un lado a otro para después ir a buscar mis utensilios para limpiar la vieja mansión.

Primero comienzo con la cocina que estaba hasta cierto punto algo desarreglada no tanto para llamarlo un caos pero si lo suficiente para que un cocinero reconocido o un ama de casa con mucho tiempo libre le diera un tanto de asco. Después me dirijo a la sala principal que estaba completamente desordenada con distintos trapos de un lado a otro y distintas pilas de libros dispersos por toda la sala y una vez que termino de levantar y acomodar todo eso comienzo a barrer la sala que estaba llena de polvo, agarro firmemente la escoba y la paso suavemente por el delicado piso mientras le doy vueltas a ella mientras hago un movimiento de una espada como tal cual lo hacen los niños logrando de esa manera que saliera disparada de mis brazos en más de un ocasión. Después de limpiar la sala principal y casi romper los antiguos jarrones que en el caso de que haya pasado eso el fantasma de mi abuela me atormentaría durante semanas yo me dirijo al comedor que no había utilizado en aproximadamente un año pero si lo mantenía limpio para al menos darle a mis invitados una zona donde comieran sin presenciar algún desastre, en esta simplemente tengo que despolvar las sillas que según mis padres y muchas personas fueron hechas por un antiguo escultor antes del siglo XX.

Una vez que termino el primer piso me dirijo al sótano que suelo utilizarlo como mi pequeña despensa para libros antiguos y algunos atesorados por mí, una vez que bajo veo que todo está completamente ordenado y limpio cosa que me alegra ya que si algunos de los libros fuese a deteriorarse lo más seguro es que me unos latigazos por no cuidar de ellos.

Decido pasear por el pequeño sótano para verificar el estado de los antiguos libros bajo la preocupación efímero que había entrado sobre mí, reviso delicadamente cada libro viendo el estado sus portadas y el estado de sus hojas comprobando de esa manera que todos y cada uno de los libros estaba en perfecta condiciones haciendo que mi corazón se tranquilice.

Una vez que salgo del sótano me dirijo al segundo piso, en el transcurso de ello agarro un trapo y comienzo a limpiar la escalera hasta que esta tiene un brillo pulcro.

El segundo piso estaba compuesto por 3 cuartos y un baño, el mío, uno para invitados el cual no iba a molestarme en limpiarlo porque siempre lo mantengo ordenado como el comedor, el baño que por ende al ser un baño siempre debe estar pulcro y el cuarto de mis anteriores padres.

Entro de mi pequeño y oscuro cuarto que estaba bastante desordenado, acomodo mi cama y diferentes aparatos que estaban dispersos en el suelo.

Después de completar la parte fácil decido ir por la parte más difícil que era el cuarto de mis anteriores padres y el cual no he entrado en más de 6 años, camino sin mucho ánimo al asqueroso cuarto que debe estar invadido por el polvo y seguramente un gran número de arañas o eso espero.

Tulipán Rojo - Lo que nunca habrá de Borrarse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora