Cuando eres un niño los días son largos como la clase de historia de un profesor anciano pero cuando creces los días pasan de suspiro en suspiro como la vida de una pequeña mosca.
Ya ha pasado un mes entero desde que fui a tal peculiar pueblo y desde que he vuelto solamente me he quedado confinado en mi casa comiendo, limpiando, leyendo y esperando tener alguna idea para mi siguiente novela pero sin éxito alguno ya que mi mente estaba exhorta en pensamientos de la señorita Ekaterina.
En estos momentos estoy simplemente acostado en mi cama mientras miro el techo pensando si ir o no ir, si voy seguramente me castrara la señora Laurelei pero si no voy aumentare las posibilidades de pasar mi vida en soledad.
"Lo hago o no lo hago" hable al vacío mientras jugaba con mi pequeña libreta.
Sigo mirando el techo sin quitar la mirada mientras sigo pensando hasta que escucho el sonido de la puerta siendo tocada.
Salgo del insípido cuarto que era un gran contraste del resto de la casa que era hermosamente arreglada y que no ha tenido ni el mínimo cambio desde que era pequeño.
Una vez llego a la puerta para ver al culpable de perturbar mi aburrida paz y al cual seguramente le deba un favor ya que estaba a minutos de volverme loco.
Al abrirla puedo contemplar en todo su esplendor a mi asistente algo robusto de nombre Doron Garret pero que de cariño lo llamaba Mckanzie.
"Jules que ha pasado amigo ya hace un mes que debiste mostrarles un esbozo a ese tipo" es un hombre con estatura de 1,80 que siempre me llega a la barbilla, un pelo de color azabache, ojos de color azabache y el día de hoy vestía un traje arreglado.
"Estaba ocupado" dije sin mucha emoción.
"¿Con que?"
"Pensando"
"¿En qué?"
"En algo"
"¿En la novela?"
"No" Mientras el intentaba preguntarme yo respondía sin emoción.
"Entonces si no estás pensado en la novela entonces es en alguien picaron" acerco su mano y comenzó a picarme con un dedo a mi torso.
"Deja de hacer eso"
"Bien como tú digas"
"¿Quieres pasar?"
"El día está muy bueno pero si gracias" el día de hoy estaba completamente nublado y con ventarrones pero sin posibilidad alguna de que callera alguna gota tal cual como nos gustaba a ambos.
"La casa está igual de bonita" dijo mientras se acercaba a un sillón en la sala principal y yo buscaba unas galletas para mi goloso amigo.
"¿Las hiciste tú?" me preguntaba mientras sostenía una de las pequeñas galletas.
"Si" afirme mientras agarraba de igual manera un galleta.
Acerco la pequeña galleta a su boca hasta que entra completamente y una vez que está adentro comienza a masticarla suavemente mientras se deleita.
"Amo tu comida" Dijo mientras tragaba la pequeña galleta, "En el caso de que se te acabe la inspiración puedes ser cocinero" añadió mientras agarraba otra galleta y siguió así hasta que acabo con las galletas sin dejar las migajas, fue más el tiempo haciéndolas que el de él comiéndolas pensaba yo mientras veía su cara deleitarse con mis deliciosas y pequeñas galletas.
Después de comerse las galletas se recuesta en el sofá con su barriga sobresaliendo, "Bien ya que terminamos las galletas hablemos del tema principal" dijo mientras acomodaba su cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
Tulipán Rojo - Lo que nunca habrá de Borrarse.
RomansaUn misterioso joven conocido y aclamado por todo el mundo decide a ser un viaje de negocios a Rusia en un pequeño poblado y al llegar a el conoce a una mujer que invade su corazón, mente y espíritu con total vigor.