♡ ⸝⸝ :: capítulo uno.

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Ahí estabas tú, mirándote en el reflejo del espejo. Observabas cada detalle de tu rostro mientras te lavabas los dientes; hoy te tocaba ir a la escuela, era martes por la mañana, exactamente las 6:12am. Estabas pensando en muchas cosas, habías cambiado de hogar por cosas del trabajo de tus padres.

Te duchaste y te pusiste el uniforme escolar, desayunaste y te fuiste.

Te diriges hacia tu escuela caminando dando pequeños brincos. A tu lado vienen tus mejores amigos. Ellos vivían a unas pocas casas de la tuya.

Habías sido recientemente transferida a la escuela. Tus amigos te acompañaban a todo lugar para que no te perdieses, ya los conocías desde pequeña; básicamente amigos desde la infancia. Te enseñaron toda la escuela y afortunadamente te tocó en el salón de tu mejor amiga; ella era unos centímetros más alta que tú y tenía cabello café, acompañando su uniforme con una sudadera roja.

Él tenía cabello azulado, era un poco mas pequeño que la castaña. Tenía una gorra e igual acompañaba su uniforme con una sudadera blanca con un símbolo rojo en ella.

Llegaron los tres, Keith se fue a su salón mientras tú y tu mejor amiga se fueron al suyo. De verdad el ambiente de esa escuela era cómodo, y más con personas que conoces desde antes junto a tí. Habían cerezos en la entrada, todos los estudiantes eran ordenados... realmente diferente a lo que estabas acostumbrada.

— _____, si alguien te molesta o algo me puedes decir, aquí son algo raros; en especial los hombres. — Mencionó la castaña, mientras te acariciaba el hombro. — Quiero que estés cómoda, no me gustaría que nos apartemos.

— Está bien, en cualquier caso me puedo defender. — Respondiste junto a una dulce sonrisa, ella soltó un suspiro e igual sonrió tiernamente.

Ambas llegaron al salón, se sentaron juntas. No se te olvidaba que eras nueva y desconocías a todos. En cambio, la castaña ya tenía algo de tiempo allí, confiaste en ella.

— Hey, tú. ¿Cómo te llamas? — Oíste preguntar a un chico, tenía cabello anaranjado y una sudadera verde encima del uniforme. Vaya, al parecer todos tenían una leve obsesión con las sudaderas.

— Pico, no seas tan pesado. — Murmuró, el chico cuyo nombre era Pico soltó un suspiro sin apartar la mirada de tí.

— Me llamo ______, ¿necesitas algo? — Respondiste, notaste que frunció levemente el ceño y sus mejillas se tiñeron de un tenue carmesí.

— Sólo preguntaba por tu nombre, ¿por qué tan amargada?

— Pues primero que nada, se dice hola, ¿por qué tan mal edu-

— Ya, no peleen. — Exclamó la castaña, tenía el ceño fruncido y los miraba a ambos. — Pico, ella es nueva. No empieces a molestar gente, es muy temprano. ____, no le hagas caso, ignóralo.

— Hmm, que más da. — Musitó el de cabellos naranja, alzando la cabeza y cerrando los ojos. — Que fastidio.

Se retiró hacia su silla, a su lado había una chica con cabello color vino, con ropa algo extraña pero ella era linda.

— ¿Cómo se llama la chica que está al lado de Pico? — Preguntaste. Su mirada se dirigió a tí, te asustaste un poco y te callaste.

— Se llama Cassandra, es algo problemática al igual que Pico. Por algo son mejores amigos.

— Wow, hay mucha variedad en este salón, me encanta. — Murmuraste, poniendo tus manos sobre tus mejillas y sonrojándote un poco. La castaña sonrío atontadamente.

— Trata de no meterte en problemas, todo estará bien si no lo haces.

— Sí, está bien.

Rato después, el profesor entró al aula, pidió que te presentases al todo el salón, de igual manera todos los alumnos dijeron su nombre. Estabas asombrada y contenta; tenías una nueva oportunidad para hacer nuevos amigos.

Las clases transcurrieron de manera normal, tú y tu mejor amiga caminaban por toda la escuela, junto al peliazul

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Las clases transcurrieron de manera normal, tú y tu mejor amiga caminaban por toda la escuela, junto al peliazul.

Se sentaron en las mesas de la cafetería, ambos estaban comiendo una sopa instantánea acompañada con una lata de refresco.

De la nada, unos gritos comenzaron a escucharse. Giraste asustada hacia atrás, la castaña y el peliazul seguían comiendo como si nada.

— ¿Por qué gritan?

— Es por él. Le llaman "Senpai". — Respondió Keith, señalando a un muchacho de cabellos naranja claro, con unos preciosos ojos azules y piel pálida; sus mejillas cubiertas de un leve rubor. Te quedaste un poco sorprendida, ¿cómo le hacía ese chico para poder soportar a esas mujeres?

Su mirada se detuvo sobre tí, te asustaste y apartaste tu mirada. Sentiste algo en el pecho, era extraño, pareciste haber visto algo borroso, pero no sabías qué. Como un deja vú.

Sentías que su mirada no se despegaba de tí. Te sentiste incómoda y saliste de la mano con ambos.

— Oye, ¿viste que se ha fijado en tí? — Musitó el peliazul en tu oreja, tú te sobresaltaste un poco. — Te recomiendo que... no le hagas caso. Es algo raro a pesar de ser popular.

— Sí, es extraño. — Respondió la castaña. — En sus ojos se ve algo, algo que nadie puede comprender. Es raro, él es raro.

— Ya cállense, solo me asustan. — Murmuraste, poniendo una mano sobre tu mejilla y tomando un poco de tu refresco.

— Es broma, sólo estamos jugando jaja. — Ambos muchachos se pusieron a reir a carcajadas. — Aunque sí, es extraño que te haya visto de esa manera.

— Bueno... ya. Vámonos a comer a otro lado, estoy incómoda. — Ellos asintieron mientras te seguían.

Habías flechado el corazón de aquél muchacho, era extraño pero fue así. Él no descansaría hasta tener tu amor, hasta que de tu boca salgan las palabras que quiere tanto oír. A pesar de que sea la primera vez que se ven.

Ahora deberías de tener más cuidado.
¿Cuanta verdad podrían tener las palabras de tus amigos?

oh ana ⚰️ senpai x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora