♡ ⸝⸝ :: capítulo dos.

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Acabando el receso, el peliazul se fue a su salón, tú y la castaña caminaban a los alrededores. En tu cabeza aún hacían eco sus palabras, tenías algo de miedo pero decidiste no darle tanta importancia, ¿por qué se fijaría en tí? es decir, es popular, tiene a muchas chicas tras él. ¿Por qué en especial a tí? trataste de convencerte de que sólo te vió así porque eras nueva, te calmaste un poco.

— ¿Estás bien? — Preguntó la castaña, tú solo asentiste. — ¿A dónde quieres ir? ¿ya quieres ir al salón?

— Bueno. — Rascaste tu mejilla. Fuiste al salón junto a la castaña, estar a su lado realmente te hace sentir muy bien.

Llegaron, se sentaron en sus lugares y comenzaste a hacer unos dibujos en la pasta de tu cuaderno. El profesor aún no llegaba al aula, querías distraer tu mente un poco.

Mientras dibujabas, sentías algo; era como una fusión de ira, frustración e incluso tristeza. No sabías qué era lo que te pasaba. Comenzaste a hacer líneas y después circulos, haciendo eso te relajaste un poco.

Miraste el reloj en tu muñeca, eran las 10:23 de la mañana, el profesor aún no venía y todos tus compañeros hacían un desastre. Observaste a Pico, estaba empujando a alguien de manera juguetona. Él volteó a verte, supusiste que había sentido tu mirada.

— ¿Te gusta Pico? — Preguntó la castaña, mientras mantenía una sonrisa en su rostro.

— No. — Respondiste en seco. — Es lindo pero no me gusta. — Tu rostro tenía una expresión confundida; las cejas arqueadas y la boca levemente abierta.

— Bueno, está bien jaja. — Musitó mientras cubría su boca con la mano. Tú solo la observabas incrédula, ella ya sabía que no te gustaba nadie y aún así se burlaba.

— ¡Oigan el profesor ya viene! — Al oír eso por parte de Cassandra, todos se sentaron en sus lugares esperando la llegada del mayor.

Este entró al salón, colocó sus cosas sobre el escritorio y se sentó; las clases por fin habían dado su comienzo.

//

Empezó del segundo receso, eran las 1:01 de la tarde. Esta vez estabas sola, tus amigos estaban en otro lugar. No te molestaba del todo, yacías en la cafetería comiendo un café con galletas; de verdad te encantaba.

— Oye. — Oíste una voz detrás tuyo; ya sabías de quién era. — ¿Puedo sentarme a tu lado?

— ¿Por qué preguntas si ya te sentaste? — Musitaste, Pico te observaba con rostro serio mientras tomaba su refresco. — ...Olvídalo.

— ¿Por qué estás tan sola? ¿dónde esta Keith y-

— No sé. — Respondiste algo seria, lo volteaste a ver directo a los ojos.

— Bueno, como estás tan sola vine. ¿Puedo comer aquí junto a tí? — Soltaste un suspiro, no soportabas que fuera tan sarcástico. Asentiste; no tenías otra opción, aparte de que es igual de sarcástico que tú. — Bien, y... ¡dame!

— ¡Eeeh! — Pico tomó un poco de tu comida, masticaba mientras sonreía maliciosamente. Te contagió y también sonreíste. — ... Me agradas.

— Tú también me agradas ______. ¿De verdad no sabes por qué tus amigos no están contigo?

— No, supongo que fueron a hacer algo importante, unos profesores les habían hablado para que les ayudasen.

— Oh, está bien. — Pico tomaba de su refresco mientras te miraba.

Ambos reían y sacaban unas carcajadas, realmente Pico era la persona que jamás pensaste que te ibas a encontrar; tenían tantas cosas en común, se sentía lindo encontrar a alguien igual a ti.

Mirando de reojo, ahí estaba Senpai, estaba observándote. Te sentiste intimidada y algo rara, te veía de una forma muy extraña. Intentaste ignorarlo, tal vez ni era a tí a quien observaba.

Pero de verdad... su mirada era muy... no sabías cómo lograr describirlo. Pico notó algo raro en tí; estabas un poco distraída.

— ______, ¿estás bien?

— Sí, lo siento. Estoy pensando en muchas cosas... — Rascaste tu nuca algo nerviosa, tu mirada yacía en el suelo. — ¿Nos vamos a otro lado?

— ¿Bueno? si quieres. — Pico se levantó de la silla y después tú también. Antes de salir de la cafetería giraste hacia atrás; ahí estaba aún, observando cada uno de tus movimientos.

//

El de cabellos naranjas caminaba a tu lado, mientras bebía lo restante de su refresco. Tú caminabas con las manos entrelazadas y mirando al suelo, tenías tantas cosas en mente; te sentías con algo de miedo. ¿De verdad te estaba viendo a tí o sólo estaba viendo a alguien más? tal vez lo habías confundido, pero de igual manera no deberías bajar la guardia.

— ¡Hola _____! ya me desocupé. — La castaña te sorprendió por detrás, te asustaste un poco. — Ya veo que te llevas mejor con Pico ¿eh? me alegro.

— Sí, es agradabl-

— ¡Ugh! — Exclamó Pico, yéndose con prisa. Te quedaste un poco confundida.

— ¿Qué es lo que le pasa?

— Jaja, él es así. Siempre ha sido muy tímido, le da vergüenza que un amigo cercano a él lo vea junto a alguien. — Ella tenía una mano en su mejilla, tomó el lugar de Pico y caminó contigo. Soltaste un largo suspiro, seguido de un pequeño jadeo.

— Cherry, tengo que decirte algo.

— Claro, dime qué sucede. — La castaña estaba un poco más pegada a tí, estaba dispuesta a oír tus problemas.

— Bien... es que... bueno. — Hiciste una pequeña pausa. — El muchacho por el que llaman Senpai... es muy... extraño.

— ¿Por qué? ¿te hizo algo ese estúp-

— Hey tranquila, déjame terminar. Él me ve de manera rara, no sé si estoy siendo exagerada o algo, pero realmente es extraño. — Cherry intentaba comprender la situación.

— Tal vez le gustas, si te mira mucho tal vez esa es la razón.

— ¡No!, me ve de manera rara, como si... ay no sé como explicarlo... me siento mal. — Pusiste ambas manos entrelazadas en tu pecho mientras soltabas otro pesado suspiro. La castaña hizo lo mismo, el timbre de regreso a clases sonó. El tiempo se pasó muy rápido, ambas se dirigieron al salón.

//

La escuela por fin terminó, ya ibas de regreso hacia tu casa junto a Cherry. Estando justo en la salida, una chica de cabello corto hasta el cuello, sudadera rosa, una linda diadema del mismo color y ojos razgados te detuvo.

— Hey, alguien te ha enviado esto. — Te asustaste un poco, miraste lo que tenía entre sus manos; era una carta algo detallada. El color era un rosa pastel con pegatinas de arco iris.

— ¡Uuuh, la _____ ya tiene novio! — Murmuró la castaña cerca de tu oreja, te sobresaltaste un poco y le diste un ligero golpe en la mejilla. — Estúpida estoy bromeando, ¡no tienes que golpearme!

— Bueno. — Musitaste. — Gracias linda, ¿puedes decirme quién ha mandado esto?

— ...Le prometí que no lo diría, lo siento...

— Está bien, no pasa nada. — Sonreíste de manera dulce, haciendo que la chica se sonrojara un poco. — Ya me tengo que ir, ¿cuál es tu nombre?

— Me llamo Nene, tú debes llamarte _____... es un lindo nombre.

— Gracias, ¡el tuyo también es lindo! — La chica cuyo nombre era Nene desvió la mirada, se fue del lugar y sus mejillas estaban teñidas en un tierno carmesí.

Cherry y tú se quedaron estupefactas después de que la chica se fue, miraban la carta. Tú ya suponías de quién venía, la castaña quería leerla junto a tí. Fueron rápidamente corriendo hacia tu casa, tenían demasiada curiosidad.

oh ana ⚰️ senpai x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora