Sabrina estaba un poco ansiosa, tenía muchísimas ganas de irse de ese hospital aunque en parte tenía miedo, Diana había hablado con ella y le había asegurado que tendría su apoyo y el de toda su familia sin embargo Sabrina no dejaba de sentirse como si fuera un estorbo y no le gustaba esa sensación. Matías estaba en su casa, descansado después de pasar toda la noche en el hospital cuidando de Sabrina, estaba un poco nervioso y más por el hecho de saber que el embarazo de Sabrina era muy delicado, podría perder al bebé y una parte de él le dolía de tan solo pensarlo.
Tenía que reconocer que cuando vio a esa pequeña semillita algo se removió dentro de él y su corazón empezó a latir frenéticamente, se sintió un poco emocionado.
— Necesito te cuides mucho. — Le pidió la doctora a Sabrina, sentía un poco de lastima por la chica, estuvo apunto de perder a su bebé por golpes que aunque no le hayan dicho piensa que fueron por sus padres ya que no se presentaron al hospital, estaba sola. — Tu embarazo es de alto riesgo y si queremos que ese bebé venga al mundo sano y Salvo tienes que cuidarte bien ¿Si?
— Cuidare muy bien del bebé. — Aseguro Sabrina.
Ya había perdido a sus padres, no perdería a su hijo.
El camino a la casa fue corto y silencioso, Sabrina lo único que podía escuchar eran los latidos frenéticos de su corazón y sentía un pequeño malestar en el estomago, las ganas de vomitar estaban presentes y sudaba frio. Diana estaba pensativa, hace unos meses había tenido a su tercer y ultimo hijo no asimilaba el hecho de que iba a ser abuela de su hijo de 17 años al igual que Rodrigo no paraba de pensar en su hijo y en la gran responsabilidad que se le venia ahora. Matías estaba peor que sus padres, estaba preocupado, angustiado por lo que seria su nueva vida, sus nuevas responsabilidades y no sabia que hacer por los momentos cuidar a Sabrina y al bebé era el plan principal ya que no quería que Sabrina perdiera el bebé, no entendía por lo que Sabrina pasaba ahorita con sus padres pero en parte podría imaginarse el dolor, no sabia que hubiese hecho si sus padres les hubiese dado la espalda, quería que Sabrina sintiera a su familia como suya, porque al final eso serian. Familia.
La casa era linda y sencilla, de dos pisos, cinco habitaciones, cocina, sala de estar, dos baños uno en la recamara principal y otro de invitado en el pasillo del segundo piso.
Se estacionaron enfrente de la casa la cual cabe mencionar que tenia un hermoso jardín delantero. Con ayuda de Matías, se bajo del auto le dedico una sonrisa de agradecimiento, Rodrigo traía el bolso y las maletas de Sabrina.
— ¿Seguro puedes caminar? Puedo cargarte si quieres. — Sugirió Matías y Sabrina negó.
— Estoy bien, gracias.
Entraron a la casa y por dentro era aún más bonita, tenia muchas fotografías de la familia, de la boda de Rodrigo y Diana, fotos de Matías bebé, de Sebastián, de Alex no había muchas porque era reciente pero si habían fotos del embarazo y por un momento Sabrina se puso a pensar si algún día tendría eso, su casa llena de fotos de su bebé y de su embarazo y se imagino ese escenario y sonrió. Matías ayudo a Sabrina a subir las escaleras para llegar a su habitación, al llegar Sabrina se acostó en la cama y soltó un suspiro. Sabrina era una chica un tanto inquieta, le gustaba hacer muchísimas cosas y moverse de un lado a otro, por lo tanto el estar acostada en todo el día en una cama no le hacia mucha ilusión.
— ¿Tienes hambre? — Le pregunto Matías a Sabrina. — Mi mamá va a hacer pasta.
— Si, tenemos hambre. — Dijo acariciando su vientre.
Sabrina se estaba empezando a acostumbrar a tener otra personita por la cual velar en su vida, por lo tanto ya no existía un yo ahora era un nosotros.
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Embarazada a los 15
Fiksi Remaja"Un bebé cargando a otro bebé" Esas eran las palabras que siempre escuchaba cuando iba por la calle con la carriola de mi bebé.