13. Una cena inesperada

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Abby

—¿Quién es Darcy?—pregunté dirigiéndome a Logan.

—¿Fuiste a junta de Darcy?—preguntó Grayson, sorprendido.

—Darcy es...—empezó hablar Logan, un poco nervioso y mordiéndose el labio.

—Es mi prima...que necesitaba que le arreglaran una cosa de su coche y como a Logan se le daba bien, pues fue él.—intervinó Adler. Aunque me daba la sensación que era una mentira.

—Ahh...¿y qué tal? ¿Ya se lo arreglaste?—le seguí el rollo.

—Claro, si no aún no estaría aquí.—me contestó Logan con una sonrisa forzada.

—Logan cuando empieza algo no lo termina hasta que esté listo.—dijo Judah, dándole palmadas en la espalda.

Después de estar unas horas con los chicos, nos fuimos para casa. El camino a casa fue un silencio cómodo. Había momentos en que me fijaba en el rostro de Logan y cuando lo veía, a veces lo notaba pensativo.

—Grayson, ya puedes bajar.—le dijo Logan.

No entendía porque le mandó a su hermano bajarse del coche y a mí no.

—¿Qué es una indirecta para que yo no baje?—intervine.

—Tu quédate, vamos a ir a un sitio.

—¿Qué? Sabes perfectamente que contigo no voy a ir a ningún lado.—y empecé abrir la puerta.

—Abby, hazme caso, por favor.—y me agarró de la mano para impedirme salir del coche.

—Os dejo solos. Que tengáis una buena tarde-noche.—nos dijo Grayson, saliendo del coche.

—Me quieres decir a donde coño me vas a llevar. Me puedes estar secuestrando y no me doy cuenta.—y apoyé el codo en la ventana, reposando la cabeza en la mano.

—Para de hacer preguntas. Ya verás cuando lleguemos allí. ¿Acaso es tan difícil mantenerte callada unos segundos?—me dijo con una sonrisa socarrona.

—Saca esa sonrisa.—mascullé, viéndolo fijamente mientras lo apuntaba con un dedo, haciendo que se riera.

La verdad es que la sonrisa de Logan, era bonita. ¡Joder! ¡¿Qué coño le echaría al agua antes de dármela?!

—Que sepas, que sé que me mentiste con el tema de que fuiste a arreglarle el coche a la supuesta prima de Adler.—le dije, para que no me tomara por tonta.

—¿Alguna vez te planteaste ser detective o algo así por el estilo? Porque parece que me conoces mejor que mi madre y eso que ella me conoce desde que me parió.

—Es que cada vez que mientes, te muerdes el labio.

—Veo que tienes una obsesión con mis labios.—y volvió a sonreír socarronamente.

—No es mi problema que los labios estén en la cara, en la misma zona que los ojos pero un poco más abajo. ¿Acaso tu cuando ves a una persona, no le ves toda la cara?—le dije, peinándome el pelo con mis manos.

—Puede, pero disimulo.—y puse los ojos en blanco.

Cuando llegamos al centro de Seattle, Logan aparcó el coche en un aparcamiento cerca de la Space Needle. El primero que salió del coche fue él y luego fui yo cuando acabé de verme en el espejo.

—Pensaba que eras la típica chica que no le importa ir mal peinada.—me dijo, al salir del coche.

—Para andar por nuestra calle, no me preparo. Pero para el centro de Seattle, sí.—y le sonreí falsamente.

Mi pesadilla favoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora