36. Los siguientes días después de la despedida

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Ya había pasado una semana desde que Logan se había ido hacer las prácticas a otro país. Estuvimos haciendo videollamada todas las veces que él estaba libre. También se le echaba mucho de menos y no era la única, ya que Clarise no levantaba cabeza durante la primera semana y yo me anime un poco gracias a los hermanos Preston, a mis colegas, a mi psicologa y al ir al autoescuela que me hacía concentrar en la carretera y no pensar en nada más.

Durante esa primera semana al acabar de comer me ponía a jugar a la consola con Grayson, Kelly y Olaf. Después salía un poco con mis amigos y al volver me ponía a ver el programa de la cita con Grayson, aunque Kelly y Olaf empezaron a unirse al plan, y cuando tenía clases de autoescuela o psicólogo, Clarise o Cedric se encargaban de llevarme. Pero si Logan me llamaba renunciaba todos los planes que tenía.

—¡Me toca jugar con mi lady!—protestó Olaf intentando quitarle el mando de la consola a Kelly.

—¡Llevas jugando dos partidas seguidas con ella!—le siguió Kelly distanciando el mando de la consola a Olaf.

—Por favor, dile algo. A ti te hacen caso.—me suplicó Grayson poniendo los ojos en blanco por los gritos de sus hermanos.

—Chicos...—los llamé, pero no me hicieron caso—. ¡Chicos!—y en ese momento me atendieron—. Joder, dejar de ser un coñazo. Así que darme ese mando que vamos a jugar Grayson y yo.

—¡¿Qué?!—gritaron los dos al escucharme.

—Haber, ¿acaso hable en chino o qué? Os dije que me deis ese mando que voy a jugar con Grayson.

Tardaron en procesar la información, pero Grayson le quitó el mando a Kelly cuando aún estaba empanado sin entender nada.

—¿Pero...por qué él y no yo?—preguntó Olaf alzando una ceja.

—Porque hace unos minutos estabas discutiendo con Kelly y nuestra paciencia se agotó, así que os quedáis una partida sin jugar.—le explicó Grayson, preparando la partida.

—¡Eso no vale!—replicó Kelly.

—¿Tú que tienes diecisiete o diez años?—y vi como me fulminaba.

—Déjalos y concéntrate en la partida que ya empezó.—me avisó Grayson.

Estuve jugando dos partidas más y al acabar me preparé para irme a junta de Sahara y Adler. Había quedado con ellos en su casa mientras esperábamos a que el resto de grupo estuvieran preparados, ya que teníamos pensado ir de fiesta como el resto de las noches.

Cuando llegué a mi destino toqué la puerta y Sahara no tardó en abrirme y lanzarse a mis brazos, abrazándome tan fuerte que me dejaba sin respiración. Muchas veces le decía que me estaba ahorcando y enseguida se echaba a llorar por los cambios de humor del embarazo.

—¡Vamos, entra!—y la seguí para dentro de la casa.

Nos dirigimos al salón y nos sentamos en el sofá, Sahara enseguida puso su pórtatil en sus piernas y cuando me fije que estaba haciendo, alcé una ceja.

—¿No conoces a las musas?—y negué.

—¿Qué es eso?—y ella me fulminó.

—Me ofendes por no saber qué son las musas.—y yo rodeé los ojos porque ya sentía que ella iba a llorar.

—Lo siento, pero te agradecería que me lo explicaras.—y ella asintió más contenta por ver interés en mí.

—Te explico.—y dejó el portátil al otro lado suyo y se giró hacia mí poniéndose cómoda—. Hay varias musas y cada una lleva una rama artística y conocimiento. Las nueve musas griegas son; Calíope, musa de la elocuencia, belleza y poesía épica o heroica; Clío, musa de la Historia; Erató, musa de la poesía lírica-amorosa; Euterpe,  musa de la música; Melpómene,musa de la tragedia; Polimnia, musa de los cantos sagrados y la poesía sacra; Talía, musa de la comedia y de la poesía bucólica; Terpsícore, musa de la danza y poesía coral y Urania, musa de la astronomía, poesía didáctica y las ciencias exactas. 

Mi pesadilla favoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora