Jungkook se alistó para ir al trabajo aún maravillado con el sueño que tuvo la noche anterior. Su sonrisa embobada no quería abandonar su rostro y además, estaba satisfecho por lo que iba escribiendo de su historia, nunca se había sentido tan bien al sumergirse en sus libros.
Saliendo de su casa, entró a su auto y cruzando por el alborotado tráfico logró llegar a la empresa que desde hace unas semanas se había convertido en su segundo y muy extraño hogar. Se sentía algo nervioso mientras se dirigía a donde su Jefe, porque sentía que al ver la cara del rubio su mente iba a ser abordada por recuerdos de su sueño, logrando que se sonrojara, justo como lo estaba en ese momento.
Se detuvo ante la puerta de aquella gran oficina y tocó suavemente tratando de calmar sus aflorados nervios. Después de escuchar un dulce "pase" Desde el interior, entró a la misma y cerró la puerta tras de él, cuando estuvo a punto de voltearse a ver al más bajo, unas manos tomaron sus mejillas y sintió unos gruesos labios chocar contra los suyos.
Conocía claramente a quien le pertenecían esos labios por lo que, dejando a un lado su sorpresa, tomó al rubio por las caderas aún sin separarse del beso y cambiando lugares lo presionó contra la puerta avivando más él fogoso beso. No sabía las razones exactas por las que Jimin lo estaba besando, sin embargó no le importaba, y menos cuando éste mismo enredó sus manos en su cabello con fuerza haciéndolo suspirar.
Por otro lado la mente de Jimin se había desconectado, si bien había besado a Jungkook para aclarar lo que sentía, pero ¿Como iba a hacer eso si cada vez que Jeon estaba cerca no podía ni respirar correctamente?. Estaba muy perdido en el beso, pero también en sus pensamientos, pues sentía que Taehyung y Jungkook eran muy diferentes. El primero siempre se comportaba muy dulce con él y nunca le faltaba él respeto, mientras que con él segundo siempre había lujuria de por medio.
Comenzó a sacar la conclusión de que preferiría mil veces una relación dulce, que tener una pareja en donde lo primordial sea nada más que el sexo y la atracción física. Ese pensamiento lo descolocó logrando que se separara rápidamente de aquel sexy pelinegro, regulando su respiración. Levantó su vista y al ver sus ojos pudo notar cierto brillo que removió hasta sus entrañas haciéndolo tragar nervioso.
- Que malo eres - dijo el más alto con voz grave, acercando su frente a la del contrario - Te digo que me gustas, me ignoras por un tiempo y luego cuando nos volvemos a ver, me besas sin explicación.
- Oh ¿No te gusta? Entonces no lo haré más - inquirió tranquilo, mientras que el pelinegro se apartó con un extraño pero lindo puchero adornando su rostro - Joder, que raro te vez haciendo aegyo - carcajeó suave.
- No me importa, creo que ya he pasado demasiadas vergüenzas contigo - puso su mano derecha en la pared y se recargó de la misma.
- Nos conocimos con una de ellas - respondió Jimin recordando el extraño accidente en el Festival de la Luna Roja.
- Si... - ladeó su cabeza - pero creo que me has evadido el tema- dijo serio y lo observó directamente a los ojos.
- ¿Que tema? - confesó confundido, pues se consideraba una persona que olvidaba todo rápidamente.
- Te dije que me gustas, dos veces, con esta esta son tres, y no me has dado respuesta de ello.
- Ah con que era eso... - Jimin observó el suelo tratando de ordenar lo que iba a decir, porque sí, le gustaba Jeon, pero también sentía algo similar luego de que Taehyung lo besó, y sentía que el pelinegro solo lo quería para tener sexo con él, no era mala idea, más bien le gustaba, pero quería tener una dulce y sincera relación, dos palabras que no encajaban para nada con Jungkook - ¿Que quieres que te diga?
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Fucking Life ◎ Kookmin
Poesía☾︎ El señor Park, presidente de la Empresa de cosméticos y ropa exclusiva "Divine Cosmos". Se encuentra con Jeon Jungkook, un escritor aficionado de historias escalofriantes, una noche bajo la luz de la luna roja, sin saber lo que el destino traería...