Fucking Life ◎ Kookmin

☾︎ Fools

Un capítulo lleno de fuego 🔥 la pregunta es, ¿Que clase de fuego?

Diez, trece, dieciséis  y treinta segundos pasaban y Jimin no decía nada, solo veía anonadado a Jungkook quien sentía desfallecer en ese momento. La paciencia era un don, un don que el pelinegro no tenía, por lo que esperar fue una gran tortura y eso era algo que Jimin había notado, gracias a ello decidió dar su respuesta antes de que el mayor desistiera.

— Jungkook, yo... Acepto — La sonrisa en el rostro del pelinegro al dar su respuesta fue todo lo que necesitaba para asegurarse de que tomó una buena decisión.

Jeon en cuestión de segundos saltó encima del Rubio para abrazarlo con emoción, los gritos en aquel restaurante no se hicieron esperar, el sentimiento de aquel amor brillaba demasiado. Jimin tomó la iniciativa al separarse de besar a Jungkook haciendo que los gritos y aplausos aumentarán, el público celebraba a esa pareja tan enamorada.

Luego de aquel festín, y de que el mayor le colocará el brillante anillo a juego al rubio, entrelazaron sus manos y se dispusieron a ir al hotel al que se estaban quedando. Había sido un día tan agotador y divertido, ya eran las once de la noche y se suponía que debían ir a descansar, pero la emoción del momento no los dejaba dormir.

Llegaron a la habitación y Jimin fue directo al cuarto a tirarse en la cama boca arriba con una gran sonrisa en el rostro, y comenzó a examinar más detalladamente aquel anillo. Jungkook lo siguió sentandose a su lado observandole enamorado. El rubio luego dirigió su visita al mayor y se sentó para quedar a la misma altura del mayor.

— Entonces... — dijo Jimin con ternura batiendo sus pestañas — ¿Eres mi prometido? — solo esa mención hizo sonrojar a Jungkook quien lo único que hizo fue asentir nervioso — ¿No vas a decir nada prometido? — el pelinegro giró al lado contrario sonriendo, y Jimin quería seguir colocando a Jungkook de esa manera, tímido — ¡Hey prometido! — se acercó a su rostro — mi prometido~  prometido, prometido, prom-

No pudo seguir hablando pues Jungkook se giró de inmediato y comenzó a besarlo con fuerza, y el rubio no se resistió sino que siguió el beso pero esta vez colando su lengua encendiendo mucho más el fogoso beso.

El pelinegro tomó a Jimin sin separarse y lo colocó encima, ahorcadas sobre él y envolvió con sus manos la cadera del menor con fuerza, haciendo que de su boca salieron un gemido leve. El beso se había tornado a uno necesitado y hambriento, y la habitación parecía estar prendida en fuego. Las manos del rubio se colaron con rapidez bajo la camisa de Jeon para sacarsela, sin embargo, el pelinegro se separó de él y con sus manos detuvo su acción.

— Amor, hoy no quiero tener sexo — dijo jungkook tomando la mejilla del rubio con suavidad — Quiero que hagamos el amor.

Jimin al escuchar esas palabras sonrió y asintió dándole la razón al pelinegro, quien luego de eso, recostó al menor en la cama y se subió sobre él, para quitarse la camisa y acercarse a besar su frente.

— Te demostraré que te amo, y me demostrará que me amas, esta noche es para eso — susurró — para amarnos — terminó de decir para comenzar a besar la boca del rubio con lentitud. Jimin sonrió durante el beso, y con sus brazos rodeó el cuello del pelinegro.

Jungkook se separó para quitar la camisa del rubio y a la vez deshacerse de sus pantalones que ya parecían estorbar. Cuando quedaron en ropa interior, Jeon se tomó el tiempo de admirar a su prometido, sus ojos color miel brillantes, su pequeña nariz de botón que transmitía ternura, sus mejillas rosadas por el calor del ambiente, su cabello desordenado ya casi húmedo por el sudor, y sus labios como dos cerezas rojas tentando a comerlos, algo que sí hizo.