Fucking Life ◎ Kookmin

☾︎ Capitulo Final: Moon

Sorry, el capítulo me salió re largo 🙃

Bullicio y gritos por todos lados.

Muchas personas vieron el suceso pasar en cámara lenta. El sonido de los llantas de aquel auto al detenere aturdió al público presente, y a Jimin, quien se lanzó al suelo por inercia cayendo sobre sus manos, esperando lo peor.

Algo que nunca llegó.

El auto logró estacionarse justo antes de tocar un solo centímetro de la piel del rubio. Todo era un caos al rededor, parecía el mundo haberse detenido, Jimin se encontraba en el suelo con respiración errática, latidos acelerados y lágrimas salientes, se había asustado demasiado y ya en su mente se había despedido de la vida.

El solo quería encontrarse con el chico que lo había enamorado.

Aunque su suerte, fue totalmente distinta.

El conductor del auto se bajo enseguida completamente asustado, pero cuando vio aquel cuerpo temblante en el suelo; casi se le escapa el alma del cuerpo.

- ¿Jimin? - El mencionado volteó enseguida con sorpresa.

- ¿J-jungkook?

Park no había sido el único que estaba ansioso por verlo, sino también Jeon, quien rápidamente salió de su apartamento y tomó su auto en búsqueda de aquel chico, sin embargo, casi lo había atropellado. El destino era tan unico, que unía las almas hasta en las situaciones más extrañas; y en los momentos menos oportunos.

Jungkook sin pensarlo se agachó y tocó la cara de Jimin, examinándolo completamente, rogando que no se hubiera lastimado.

- ¿Te hiciste daño? ¿Estas bien? - Jimin lo observaba con lágrimas en sus ojos. Incrédulo de verlo en ese momento.

- E-Estoy bien - Apenas podía hablar, pasó del susto a la sorpresa.

- Vamos al Hospital, necesitas ver a un médico - lo alzó al estilo princesa y lo subió al auto con delicadeza para luego montarse él y arrancar, pues, si seguía quedándose varado ahí, podría tener una multa.

- Jungkook - habló más calmado, pero a la vez muy bajo para su tono de voz habitual - Creo que no hay necesidad de ir al hospital, estoy perfectamente bien, lo único que me pasó fue un buen susto - Intento reír con nerviosismo.

- ¿Seguro? - lo observo otra vez inspeccionandolo, mientras que Jimin asintió rápidamente - Bueno, entonces iremos a mi casa - Término de decir para cambiar la dirección.

¿Su casa?

El rubio sintió su piel erizarse gracias los recuerdos que se le instalaban en la mente donde ese lugar fue el escenario. Y no necesito recordar las cualidades de aquel hogar, pues, ya lo tenía en frente, intacto, como aquella vez que fue en búsqueda del pelinegro y no lo encontró.

Jungkook bajo del auto luego de estacionarse, y pasó rápidamente al rededor de este para poder abrirle la puerta a Jimin, este simplemente le dió una sonrisa sincera, y acompañado del mayor entraron a la cueva de amor, de recuerdos y de esperanza.

Ya era el momento, y Jeon lo sabía. Había ido en busqueda de ese pequeño de labios gruesos, lo encontró en el camino y lo llevo a su casa para cumplir ese único objetivo que tenía en mente: Recuperarlo.

- Yo... Lo siento - dijo Jungkook una vez sentados en el sofá. El rubio lo miró inaudito - Y no te lo digo solo por casi atropellarte, Jimin. Este "Lo siento" abarca muchas cosas más que lastimaron nuestros corazones - el mencionado sentía las emociones revueltas en su interior - Yo te aseguró Park, que al infiltrarme en aquel evento de la Luna Roja, no tenía en mente enamorarme de un rubio enojon - sonrió, contagiando de su sonrisa a su acompañante - Pero se me hizo imposible, y en menos de lo que pensé; ya me tenías a tus pies. Jimin, me tenías tan loco por ti que ni siquiera alguien que fue mi primer amor, como Cha Eun Woo, pudo quitarte de mi mente, desgraciadamente se confabularon para engañarme y desgraciadamente no tome las mejores decisiones en el pasado - su voz se cortaba cada vez que alargaba su confesión, pero se sentía la sinceridad en sus ojos, Jimin lo sentía tanto que sus lágrimas empezaron a salir de sus ojos - Pero ahora Jimin, quiero pedirte perdón, fue un idiota, lo reconozco, pero este idiota no puede vivir sin ti - Esas palabras clavaron en lo más profundo de su ser - Lo intente, intente olvidarte, te juro que lo hice, pero como ya ves, no pude hacerlo. Tus ojos miel siempre se me vienen a la mente como un dulce recuerdo. Tus cabellos como miles de hilos dorados. Tu cuerpo más celestial que cualquier ángel, y tus labios tan gruesos y besables que me incitan a pecar. Sí Jimin, lo eres todo para mi, y no me imagino mi vida futura sin ti.