☾︎ El señor Park, presidente de la Empresa de cosméticos y ropa exclusiva "Divine Cosmos". Se encuentra con Jeon Jungkook, un escritor aficionado de historias escalofriantes, una noche bajo la luz de la luna roja, sin saber lo que el destino traería...
Esa mañana el sol había sido cubierto con un manto de nubes grises que alertaban que una gran tormenta se avecinaba.
Pero parecía que esa tormenta ya había comenzado a caer en el cielo de Kim Taehyung.
Dicen que 'pensar' es el peor enemigo del hombre, y así lo sentía. El nunca le había dado paso a pensamientos malos, pero en ese momento lo único que su cerebro se encargaba de producir era más y más negatividad.
Se encontraba en un parque algo deshabitado, con un cigarro encendido en su boca y otros cinco más ya acabados en el suelo. Gracias a que el sol estaba cubierto, todo el ambiente se encontraba sombrío, igual de oscuro que su corazón.
Se sentía igual de triste y nublado que el cielo, pero no quería que de sus ojos llovieran lágrimas, por lo que se las aguantó, sin embargo, gracias a eso su corazón convirtió esa agua salada en hielo y hora todo su ser se sentía frío. Le dijo con nostalgia 'Adios' al cálido hombre que era y se transformó en alguien congelado tanto por fuera como por dentro.
Su cabeza maquinaba tontas y no gratas ideas de como tener a Jimin para él. Si fuera igual que antes fácilmente se reprendería a sí mismo, pero ahora, solo aceptaba cada una de los viles planes que su cerebro le otorgaba.
Al sentir una gota resbalar por su mejilla, alzó su vista al cielo para luego pasarla al negro reloj en su muñeca y ver que ya era tarde para llegar a su trabajo, sí desgraciadamente tenía que seguir trabajando.
Se levantó, sacudió su pantalón y apagando el último cigarro de esa mañana se encaminó a su empleo pensando en que idea era mejor implementar primero.
Ahora no pensaba en Jimin, ahora sólo quería su bienestar, lo demás no era importante.
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- Entonces, ¿Que es esto? - Dijo Jungkook entrando a una habitación completamente blanca y espaciosa.
- ¿Que tu crees? - hablo el rubio con voz suave. Jungkook detalló más donde se encontraba y pudo observar una serie de objetos que sobresalían a través del blanco puro.
- ¿Es un estudio de fotografía? - alzó sus cejas con sorpresa.
- Si, kook - respondió sonriente al ver como Jungkook daba saltitos animado.
El día anterior durante su cita se hicieron preguntas random solo para conocerse más a fondo, y allí conoció la afición que tenía el mayor con la fotografía. Justo en la noche le avisaron que el modelo no iba a poder a asistir por lo que a él le tocaba reemplazarlo, y tomó aquello también como una oportunidad para enseñarle a Jungkook como es un estudio de fotografía. Al ver su felicidad recorrer sus poros, estaba satisfecho con la desición que tomó.
Había un espacio que habían convertido en una completa escenografía artística. Se encontraba una cama blanca en el centro de ésta, llena de plumas, también blancas, todo ahí era intensamente blanco. Además, estaba adornado con telas de seda brillantes y acromáticas.
