Snow Flower [KTH&JJK]

9. Negras navidades

Sábado, 26 de diciembre.

"¿Tae? Iremos nosotros".

Los dientes de Taehyung rechinaron cuando escuchó aquellas palabras salir por la bocina de su celular.

"Me contagié de algo en el hospital" Murmuró apenas. "Preferiría ser el único enfermo que cuidar".

"Ayer fue navidad, hijo. Dijiste que tenías trabajo y por eso no pudiste venir a la cena. Iremos a verte".

"¡No!"

Su madre calló de inmediato y Taehyung se sintió culpable por haber levantado la voz de aquella manera, encogiéndose de hombros como si pudiera sentir la mirada molesta de su progenitora.

"Lo lamento" Se disculpó. "Pero de verdad no quiero contagiarlos. Sabes que cualquier enfermedad le puede hacer daño a papá en su estado. Denme unos días y yo iré a verlos, ¿Está bien?"

Dejó el celular de lado con el silencio aún juzgándolo mientras terminaba de preparar un improvisado desayuno que por supuesto, no era para él.

Se estaba esforzando tanto en ese desayuno que incluso tuvo que pedir que servicio a domicilio del supermercado, porque sería tonto dejar solo al omega en su estado, pero su refrigerador estaba vacío de una manera bastante patética.

En su defensa, nunca comía en casa.

Así que ahí estaba un sábado a primera hora, preparando un desayuno que jamás se haría para él mismo.

"¿Todo bien, Tae?"

Ah, ¿Cómo expresar todo lo que Taehyung estaba sintiendo?

Se sentía extraño, extraño por la satisfacción que le estaba causando cuidar al omega.

Joder, no lo diría en voz alta pero incluso había arrastrando sus almohadas para dormir en la puerta de lo que había sido su habitación, escabulléndose en silencio cada hora sólo para comprobar la temperatura del omega y que todo estuviera en orden, aunque el chico no se movió durante toda la noche, claramente protegido por el cúmulo de cobijas ajenas con olor a bosque.

Taehyung no era tonto, sabía que había anidado en su cama.

¿Y por qué estaba tan satisfecho con eso?

"Todo perfecto" Respondió. "¿Pasaron bonita noche?"

"Oh, todo ha sido lindo aunque hubiera sido mejor contigo en casa" Suspiró su madre, pero Taehyung le dio el beneficio de la duda. "Y Leela ha venido a cenar con nosotros"

Aquella noticia hizo a Taehyung congelarse en su lugar, sintiendo como una enorme sonrisa se mostraba en su cara.

"¡Eso es increíble!, ¿De verdad ha salido de casa?"

"Nosotros también estábamos sorprendidos cuando tocó la puerta con un pastel. No se quedó mucho tiempo pero se veía...recompuesta"

"Me alegro mucho, mamá"

"Y también ha preguntado por ti"

Taehyung hizo un leve puchero, lamentándose un poco por no ver a la omega que también formaba parte importante en su vida. Quería a la mujer como parte de la familia y así lo era, consciente de que la amistad que mantenía con su madre era una de las conexiones más puras que jamás había presenciado.

Almas gemelas, preciosas cuando se colisionan más allá del amor romántico y para Taehyung, quien jamás había entregado su corazón tan limpiamente, consideraba la amistad como algo más maravilloso que el amor pasional y ciego de las almas enamoradas.