Cap4: Vengo a visitarte.

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Eran más o menos las 8 de la mañana, Auron había despertado más tempreano de lo que devería, puesto que había tenido la misma pesadilla de siempre, reviviendo esa maldita experiencia.

Se encontraba bajo el agua, estaba ahogandose, miraba hacia arriba, viendo como el sol traspasaba el agua cristalina, dañandole los ojos, y viendo la misma sombra de siempre, el chico que lo veía undirse en el agua. Siempre lo veía, no lo auxiliaba, por más que tratara de gritar por ayuda no podía, por más que movía su cuerpo intentando llamar su atención no lo lograba. Solo quería que esa mistetiosa sombra le ayudara a salir de esa pesadilla sin fin. Al final se undía en la oscuridad del mar, y antes de chocar contra el suelo despertaba.

Sabía que su objetivo era que ese chico lo ayudara, que se preocupara por el y que lo sacara de allí.

Ya estaba cansado de la misma mierda, no lograba descifrar quien era aquella sombra que lo dejaba morir. Tal vez el le había hecho algo para que no lo ayudara, o tal vez esa sombra era la que lo había tirado al agua.

De cualquier forma, solo quería que, si volvía a soñar con el, esa vez si se solucionara el problema para ponerle fin a sus pesadillas. Estaba cansado de esa sensación de estarse ahogando, de morir poco a poco, con frio y solo, y que al final se despertada con ese vacío en el estómago por haber caído y no tocar el suelo.

Se levantó con cansancio, arrastrando sus pies descalzos y a paso lento. Se dirigía a la cocina, tal vez se haría algo de comer o simplemente tomaría un vaso de agua. Encendió la luz con el interruptor de la pared y caminó hasta la nevera. La abrió y sacó una botella de agua, pero al cerrar la nevera vió al final del pasillo la silueta de una persona. No recordaba haber dejado que alguien se quedara en su casa la noche anterior, así que rápidamente corrió hasta la madera que sostenía todos sus cuchillos y tomó el mas grande. Saltó y se deslizó por la isla de la cocina, sus ojos y su mechón se prendieron en fuego, al igual que el cuchillo. Se paró en frente del pasillo y apuntó con el cuchillo en llamas a la persona que se encontraba frente a el, dispuesto a enfrentarse.

-¡¿Quién mierda está ahí?!- Gritó claramente enojado, no estaba de humor para las mierdas de un ladrón.

La silueta caminó hasta el, con las manos en la cintura y haciendo resonar sus zapatos contra el suelo de marmol hasta quedar justo al límite de la luz que emitía el foco.

-Tranquilizate, "amor mío", solo soy yo.- Habló con claro sarcasmo la voz femenina que se escondía en las sombras, una voz que conocía perfectamente.

-¿M-Mónica?- Sus pupilas se dilataron y su ojo se volvió negro, el fuego se volvió miel y sus ojos se llenaron de lágrimas. Soltó el cuchillo y corrió hasta la chica, que lo recibió con los brazos abiertos. -¿Qué haces aquí?- Dijo con la voz entrecortada, no se creía que estuviera ahí.

-Me acordé de tu fea cara y decidí venir a visitarte.- Dijo la chica en un casi susurro, acariciando el cabello del menor con delicadeza.

-Gracias por venir.-Dijo Auron ignorando el insulto de su amiga. -¿Dónde está Lana?- Preguntó con curiosidad.

-Está en la casa le Luzu, dice que no quería incomodarte en tu casa.- Habló sincera.

-Pero si Luzu no está en su casa.- Dijo levantando la cabeza para mirarla.

-¡¿Enserio?!- Dijo preocupada, el castaño asintió levemente con la cabeza. -oh no, tenemos que ir a buscarla, puede estar en peligro.- Dijo soltando levemente al menor.

-¡Claro que si! Solo dame un segundo, voy a por mis cosas.- Dijo Auron, soltandose del abrazo y corriendo hasta las escaleras, no permitiría que le pasara nada a la pareja de la que consideraba su madre.

•~Nuevo héroe por casualidad~• [Rebornplay] CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora