LUGARES FANTASMA

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Dime qué tengo que hacer, para arrancarle de una vez a mi piel tus besos. Para quitarle el antojo a mi boca de sentir tú aliento. Para dormir ya tranquilo mis noches sin desear tu sexo.

Ha pasado un año, y aún me sigo preguntando, ¿Cómo estará Joshua?, Aún sigo conservando el anillo que me ha dado, estoy en Marquelia y solo veo a Joshua y Nathan del pasado correr y brincar por las olas, riendo del presente y olvidando el futuro.
Veo a una pareja de chicos abrazados sentados en la playa, «Que afortunados son» digo en mi mente, caen lágrimas por mi cara, me siento en la playa, y empiezo a cantar.
«Déjame volver, volver, contigo, no hay trucos ni juegos de palabras, es que no encontré otra forma más sincera de decir, déjame volver contigo... Seré tu amante o lo que tenga que ser, seré, lo que me pidas tú, amor lo digo muy deberás, haz conmigo lo que quieras, rey, exclavo, o tu hombre, pero déjame volver.»
Me levanto de la arena, veo que una persona me hace señas, me dirijo hacia él, que resulta ser una, chica, me limpio las lágrimas, sonrió y me acerco con seguridad.
-Hola, ¿Que tal?-
-Bien gracias, mi nombre es Alisson, mis amigas y yo, nos preguntábamos si quieres jugar con nosotras, te vemos muy solo- dijo con una ligera sonrisa.
-Un gusto Alisson, mi nombre es Nathan- respondí penado en aceptar jugar o no -Esta bien, sí, vamos a jugar un rato- respondí finalmente
Caminamos hacia donde se estaban sus amigas
-Hola, me llamo Nathan- dije con una ligera sonrisa
-Hola, Nathan.- dijeron todas y cada una se presentó.
-Mi nombre es Erika-
-Mi nombre es Lupe-
-Mi nombre es Natalia-
-Mi nombre es Andrea-
-Mi nombre es Rosa-
-Mi nombre es Joshua-
Todo estaba bien, hasta que se presentó ese chico que se llamaba Joshua, mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas.
-Hola Joshua, ¿Cómo estás?- pregunté, cómo si le estuviera diciendo al Joshua de hace 2 años, un Joshua, el cual ya tendría su familia, y quizá 26 años.
Estos chicos tienen como 18 años, yo tengo 20 años, así que, nos llevaremos bien.
Empezamos a jugar Volleyball, Joshua y yo estábamos en diferente equipo. Mi Dios estaba dando todo en el juego, era ganar o ganar, no estaríamos conformes con ser parte del equipo perdedor.
Estoy todo sudado, pero me rio como idiota, estoy feliz, entusiasmado, no me la.pasaba tan bien, desde hace 14 meses, quizá divertirme era lo que me faltaba para volver a ser yo mismo. Solo debía haberme hundido 3 meses en la depresión y después volver a vivir mi vida, vivir mi vida tranquilamente. Me senté en la arena junto a ellos, mirando el mar y la luna. Me levanté de la arena, me despedí de los chicos y agradecí por el momento.
-Nathan, ¿Eres de aquí?- preguntó Alisson
-Soy de Veracruz, pero vine un tiempo para Guerrero, estaba en Acapulco, pero quise venir a Marquelia para recordar cosas del pasado- mencioné
-Esta bien Nathan, mucho gusto en conocerte. Quizá algún oro día volvamos a coincidir- respondió sonriendo
-Claro que sí, ¿Tú vives por aquí?- pregunté.
-Si, mira yo vivo allá- señaló una casa color anaranjado, y llegó a mi mente que en esa casa me besé con Joshua, estábamos borrachos, y nos habíamos recargado en la pared, lo empecé a besar como si no hubiera mañana.
-Esta bien, Alisson, yo te busco cuando venga nuevamente. Hasta luego- dije y me retiré.
Mientras caminaba, pasé por un restaurante, en el cual tenían la canción de Lupita D,Alessio, «Acaríciame» siguen llegando recuerdos a mi mente, es como si hubiera sido ayer todo lo que había pasado hace 1 año.
Empecé a cantar en voz baja «Acaríciame, despacio lentamente y sin temor, acaríciame y sienteme dentro de tu corazón, que el amor es algo más que una mirada, que no basta con decir unas palabras y que un beso es nadamás que una emoción, acaríciame yo quiero que te sientas hoy de mi, acaríciame y goza como yo de este placer, y que importa que no sepa ni tu nombre pues mañana puede ser quizá otro hombre el que esté en mi lecho haciéndome el amor, acaríciame y sienteme tan dentro de tu piel, envuelveme en tu cuerpo por favor, olvídate del tiempo y del ayer, acaríciame, y déjame escuchar tu corazón, que late a prisa igual que mi pasión»
Seguí caminando y mi pasado me sigue, en especial la frase «ESE ES MI CHIQUITO CRUEL» llegué al estacionamiento y subí a mi auto, puse unas canciones y por primera vez, mi celular pone música feliz, empieza la canción de «LOVE MY WAY de The Psychedelic Furs» sube mi estado de ánimo y comienzo a conducir, me adentro a la autopista y conduzco normal, voy feliz cantando y bailando al volante.
Los lugares fantasma, es lo que son, solo fantasmas, leo carteles que dicen ACAPULCO 61 km y decido ir a Acapulco, llegaré de noche, pero, me divertiré en la playa. En el camino sigue la música feliz, al parecer está vez mi teléfono me quiere ver feliz, ya es de noche y casi he llegado, me detuve en una tienda de conveniencia en dónde compré agua y unos chicles, seguí mi camino, llegando a Acapulco a la 1:00 de la mañana, estacioné el auto y comencé a correr hacia la playa como un niño, me revolqué en las olas y me puse muy feliz.
Este es un nuevo comienzo, una nueva vida, dejaré de sufrir por un fantasma, todos tenemos una experiencia que nos marca mucho tiempo, el ya hizo su vida y yo tengo que hacer la mía, no voy a estar atrás de la sombra de un fantasma toda mi vida.
Me adentré al mar y comencé a nadar un poco, seguramente la gente que me veía, diría algo relacionado a un chico que recién conoce el mar. Salí para empezar a caminar por la orilla del mar, mientras iba recogiendo conchas, me había encontrado unos cangrejos, los agarré y los eché al mar, estaba feliz, el amor duele, pero es la sensación más bonita que alguien puede experimentar.
Caminé a mi auto, me ví en el espejo, ya no era el chico carismático de antes, miré la hora y son 4:30 de la mañana, pasé la calle para ir a una tienda de conveniencia que estaba enfrente de la playa, compré un rastrillo, un jabón y también un bloqueador solar. Salí de la tienda y pensé en subirme al auto, pero estaba muy mojado, abrí la cajuela y saque ropa limpia, me cambié y me subí al auto, conduje a una gasolinera pedí tanque lleno, y en lo que despachaban fuí al baño, me comencé a quitar la barba que tenía, me mire al espejo y volvió ese chico con el autoestima alta, con la mejor de las ondas positivas, este si era yo, me alborote el cabello y salí del baño e iba de regreso a mi auto.
-¿Usted es el dueño del auto?- pregunto intrigado el despachador
-Sí, si soy yo- afirmé con una sonrisa
-Es que hace rato se veía diferente-
Pagué la gasolina -Me quite la barba, subí mi autoestima y mi ego está que quema como 10,000 soles- comenté mirándolo a los ojos
-Se nota, que tenga buen día- se despidió y fue a atender el otro auto.
Me subí a mi auto y conduje sin rumbo, puse música y comenzó una canción que se llama «Daría, la quinta estación» me puse feliz y había comenzado a cantar.
Seguí conduciendo y leí un letrero que dice SONRÍE ESTÁS EN ACAPULCO, tomé el boulevard y decidí ir al hotel en el que me estaba hospedando, entré al estacionamiento y saludo a todos. El Nathan de antes ya había vuelto, el sarcasmo al 100, el ego al 100 y la autoestima ni se diga, pedí una habitación y me dieron la que ya tenía, llegué a la habitación y pedí que no me llevarán nada hasta las 2:00 de la tarde, ya que iba a descansar. Subí por las escaleras y llegué a mi habitación, abrí la puerta me asomé por el balcón y ví la hermosa playa, me acosté en la cama y me quedé dormido.
Desperté exactamente a las 2:00 de la tarde, me asomé por el balcón y el sol estaba a todo lo que da, me metí a dar un baño y tocaron la puerta.
-Servicio- era la señora que asea la habitación.
-Me estoy bañando, ¿Puede regresar más tarde por favor?- dije
-Si claro, regreso a las 3:00- dijo mientras se iba
Seguí bañándome y salí desnudo, me ví al espejo y era un hombre fantástico, buen cuerpo, cabello color café y alborotado, piel blanca, ojos color café claro, me amé como nunca. Me senté en la cama, y me puse bloqueador solar en los brazos, piernas, hombros y en mi pecho. No me puse boxer, solo me puse mi short de flores y una camisa, me puse mis tenis sin calcetines y baje corriendo, llegué a la entrada del hotel, y me saludo la muchacha de la recepción.
Salí corriendo a la playa, en este día tan genial, quería aprovechar el tiempo que perdí por estar sufriendo por una persona que no merecía mis lágrimas.
Me quite mi camisa, y corrí hacia el mar, me aventé, me divertí, nadé, jugué, hice de todo, al salir note que mi short se me estaba cayendo, así que lo amarre fuerte con el hilo que traía. Observé a mi al rededor y estaban rentando las famosas "Bananas" aparte un lugar y me dijeron que en 15 minutos salían, me senté a esperar y salimos antes de lo dicho, me subí a la "Banana" y la muchacha me puso el cinturón, pero agarro más que el cinturón, me vió a los ojos y solo me sonrió, le devolví la sonrisa.
Avanzó la lancha y la "Banana" también avanzó, íbamos brincando pero fue divertido, dimos 3 vueltas y nos bajamos.
Empecé a caminar y llegué a la Quebrada de Acapulco, así que también decidí aventarme, siempre quise aventarme de la quebrada. Empecé a subir y al llegar me puse a pensar.
¿Y si me golpeó en una piedra y me muero?, Me reí «Nada de eso, vamos a aventarnos» me pare en la punta de la quebrada y me aventé, sentí nervios pero me agrado, caí al agua y empecé a nadar, a la orilla me divertí, me divertí este día.
Eran las 6:00 de la tarde, y yo tenía hambre, decidí ir a un restaurante cerca de donde estaba, y al llegar, me percate que estaba Joshua ahí, quise salir del lugar, pero no, me senté en una mesa y en seguida llegó el mesero.
-Buenas tardes, le dejo la carta-
-Gracias-
Empecé a leer la carta y decidí pedir, milanesa de pollo con arroz y ensalada, y un vaso de agua de Jamaica.
Llego el mesero y tomo mi orden.
Me puse a leer un poco «Cincuenta Sombras de Grey» llegó el mesero con mi cena, guarde mi celular y me dispuse a empezar a cenar, pero llegó un mesero -Joven le mandan está copa-
Era una copa de Shiraz del valle de Barossa. Un vino que me gusta demasiado
-¿Quién la mandá?- pregunté
-El joven de allá- dice haciendo referencia a Joshua
-Muy amable, pero por favor llévese la copa y dígale al señor que no se me apetece- contesté sonriendo
-¿Esta seguro?, Es una copa un poco cara-
-Sí, si estoy seguro, gracias- afirmé
Se marchó el mesero, y ahora sí, estaba dispuesto en cortar un pedazo de carne, pero la presencia de otra persona me interrumpió.
-Hola-
Levanté la cara y lo veo a él, era Joshua, Joshua de 26 años, con un poco de barba en el rostro, pero su cara seguía siendo la misma, sus ojos, su cabello. ¿Por qué a mí?, ¿Por qué hoy después de 1 año?, ¿Por qué hoy que decidí cambiar?
-Hola- respondí
-¿Cómo has estado?, ¿Te acuerdas de mí?-
Cómo no acordarme de la persona que me dejo sufriendo por 1 año, dejándome una sola carta en la cual me decía que se iba con su ex pareja.
-Joshua, ¿Verdad?- dije sin ninguna emoción
-Sí, Nathan, soy yo- dijo sonriendo
-¿Cómo te ha ido?- pregunté por cortesía
-He estado bien gracias, ¿Y tú?- respondió con una sonrisa
Quieres que te diga como me la he pasado este año, pues fíjate que al que yo creía el amor de mi vida, el que estuvo 2 años conmigo, me dejó por su ex pareja, dejándome solamente una carta, me deprimí, deje de hacer cosas, deje a mis amigos, deje de salir, solo estaba en mi cuarto, esperando a que todo fuera una broma, mi mamá falleció hace 11 meses, un golpe duro para mí vida, mucho más doloroso que tú estúpida partida, deje mi casa, solo tome mi auto sin algún rumbo, y llegué a Acapulco Guerrero, estuve un mes en un hotel y después me quedé en la casa de Chilpancingo, y ahí estuve, sin hacer nada, toda mi vida era completa basura, pensé en matarme muchas veces, pero, no, no era la salida, me fui de Chilpancingo y llegué a Malinaltepec, estuve en la casa del rancho, hasta apenas ayer, decidí dejar Malinaltepec para ir a Marquelia, en Marquelia lloré como no tienes idea, recordé el pasado, hasta que me hablaron unos chicos para jugar, eso me ayudó para así olvidar todo mi pasado y volver a ser el mismo Nathan, que se preocupaba por el pasado, presente y futuro. Hoy en la madrugada llegué a Acapulco, decidí ser un hombre nuevo, cambiar el rumbo de todas mis cosas, estoy dispuesto a rehacer mi vida, con una persona que en verdad me valore.
-Estoy bien gracias- respondí unos segundos después
-Nathan, eres bueno para mentir, pero, pensaste mucho, y se que las cosas no están bien- dijo como si estuviera preocupado
-Lo dices como si estuvieras preocupado, por mi- mencioné
-Lo estoy, estoy preocupado por ti- afirmó
-Ay Joshua ni al caso, mejor ni me hagas hablar- pensé
-Para nada, todo está bien, todo está mejor que hace 2 años- comenté con una mirada sarcástica.
-Nathan, ¿Estás enoja.- lo interrumpí
-¿Enojado contigo?, Para nada, ¿Por qué tendría que estar enojado?- pregunté
-Por lo que te hice- respondió
-Lo dejaste muy claro, FUIMOS UN ERROR-
-Nathan, por favor, no lo tomes de esa manera-
-¿De que manera lo tengo que tomar?- pregunté arqueando la ceja mientras mostraba un pequeña sonrisa
-¿Podemos hablar en un sitio más privado?- preguntó
-No, no puedo, en este momento estoy cenando, ya que tengo mucha hambre- dije mientras tomaba un poco de agua
-Nathan por favor, vayamos a otro restaurante para cenar los dos y hablar- dijo mientras le hablaba al mesero para pagar lo que no me había ni comido.
-Joshua, no tienes por que pagar mis cosas- dije
-Pues ya lo hice, te prometo que solo será está vez, pero por favor acepta ir conmigo- dijo
-Joshua, en verdad, no me hagas esto, no quiero, no puedo- dije
-Nathan, que quieres que haga, ¿Quieres que te pida perdón de rodillas?, se que te gusta ser malo, se que te gusta humillar. ¿Si me humilló por ti, aceptarás ir conmigo?-
-Joshua, en este momento no está ese Nathan-
-Nathan- dijo mientras se ponía de rodillas
-Joshua, no, que es lo que haces, párate-
-Nathan, no me voy a levantar hasta que aceptes ir conmigo- dijo
-Sabes que, haz lo que quieras, si te quieras humillar házlo, me da igual- dije de manera fría.
Joshua gritó -Nathan, aceptas ir a platicar del pasado, conmigo-
Yo apenas estaba regresando a mi lado malvado, pero, mi yo interno dijo, ›Dejalo ahí, estás saliendo de una como para volver a entrar‹ mi yo interno tenía mucha razón.
-No puedo, gracias- salí del restaurante
Empecé a caminar, y me detuve para poder cruzar la calle, pasé por varios locales donde vendía cosas bonitas, pero no, no quería nada pasé por un local que me llamo mucho la atención, era un local de ropa, entré y así como entré empezó «Dejémoslo así, Edith Márquez« me empecé a reír y me puse a ver la ropa.
Me compré una camisa de azul de manga larga, salí de la tienda, y seguí caminando, llegué a la playa y me senté un rato, en eso llegó otra vez Joshua, se sentó a lado mío
-Nathan, sino hablas conmigo te voy a secuestrar-
-Joshua, atrévete a tocarme, y está vez no me voy a tocar el corazón para no lastimarte- dije de manera autoritaria
-No me dejas alternativa Nathan, ¿Hablamos o te secuestro?- dijo
-Espera que me haces reír- dije riéndome
-Nathan, por favor-
-Joshua, dejémoslo así- dije mientras me levantaba
Joshua seguía ahí sentado y yo decidí caminar por la orilla de la playa, mire hacia atrás y Joshua ya estaba de pie.
-Nathan- dijo mientras sus ojos se ponían llorosos
-Joshua- respondí mientras yo seguía caminando y él se retiraba, sentí satisfacción, mi mente estaba tranquila, seguí caminando, por la playa. Hablando solo;
Hoy vamos a cambiar, volveré a pensar todas las cosas que un día quise conquistar, sigo siendo joven, buscaré pareja, o seguiré siendo libre, seré libre con todos mis defectos, tengo defectos y virtudes, soy un chico con amor y desamor. Estaba llegando al hotel y note que alguien me seguía, aunque pensé que puede ser alguien del mismo hotel, llegué a la entrada y efectivamente era otro que se hospedaba en el Hotel. Subí por las escaleras hacia mi habitación, entré y el frío invadió mi cuerpo caliente, prendí la luz y estaba encendido el aire acondicionado, lo apague por un momento, mientras me metía a bañar.
El agua estaba en un punto perfecto, ni caliente ni fría, me metí al jacuzzi y me quedé ahí un buen rato mientras leía «Cincuenta Sombras de Grey», terminé todo un capítulo, y decidí salir del jacuzzi, me seque con la toalla y salí desnudo, cheque la hora y eran exactamente 11:11, muchas personas piden un deseo a esta hora, y él Nathan del pasado lo hacía, así que también pedí un deseo.
Me puse la toalla y salí al balcón a ver la hermosa vista que tenía, se veía el mar, los barcos, las olas del mar golpeando la orilla de la playa, era algo muy bonito.
Me senté en la cama y encendí la televisión, no me agrado ninguna película, así que decidí tomar mi celular para empezar a leer. Seguí con mi otro capítulo, y cuando terminé eran la 1:00 de la mañana, pensé en ponerme ropa para dormir, pero no, no quería ropa, quería dormir así.
Me acosté y me quedé dormido por un rato. El ruido de la puerta cerraste me despertó, agarré el celular, eran 3:30 de la mañana, encendí la lámpara de mi cama, y no había nadie, la apagué y me volví a acostar, me estaba quedando dormido, cuando escuché una voz a mi lado
-Nathan, lo siento no tuve de otra-
Me desperté en seguida -Joshua, ¿Eres tú?, ¿Que haces aquí?-
Nadie respondió, me levanté aún dormido y encendí la luz de la recamara, y ahí estaba Joshua, estaba sentado en un sillón cerca de mi cama. ¿Como fue que no lo ví?, Me pregunte a mi mismo.
-¿Que haces aquí?- pregunté mientras bostezaba
-Tenía que hablar contigo- respondió
-Joshua, no tenemos nada que hablar, todo está suficientemente claro- respondí
-Solo déjame aclararte las cosas, por favor- suplicó
-Iré a lavarme la cara y los dientes para ponerte atención- dije
-Te ves muy bien así, siempre me gustó verte desnudo-
Es cierto, no tenía ropa, pero ese chico vio más allá de mi piel y aún así me dejó, que más da que me vea desnudo.
-Joshua, ¿No tardarás mucho en explicarme tus razones?- pregunté.
-¿Por qué?- preguntó.
-Porque tengo sueño, sigo dormido, por eso no te estoy prestando atención a lo que me dices- dije
-Entiendo- dijo mientras se acercaba a mí
-Espera, no, ¿Que quieres hacer?-
-Dejate llevar- dijo mientras me tiraba a la cama para besarme
-No Joshua, esto, está mal, yo no puedo, tu no puedes, no debemos-
Tomo mi miembro con su mano, y preguntó con una sonrisa
-Nathan, ¿Te estoy molestando?-
-No, pero no lo hagas- dije quitando su mano de mi miembro
-No entiendo-
-Joshua, en verdad, tengo sueño, podemos hablar mañana si quieres- dije mientras me quedaba dormido
-Nathan, despierta, ¿Puedo dormir aquí?-
-Sí- dije entre mi sueño, sin escuchar bien lo que me había preguntado
-Nathan, fuí un idiota al dejarte, contigo lo tenía todo, desde amor, hasta apapachos, desde apapachos hasta caricias. No nos faltaba nada, éramos unos locos enamorados. La verdadera razón por la cuál me fui dejándote y enviándote una carta, es porque, soy mayor a tí, mírame ahora, soy un señor, tengo 30 años, y tú, tu apenas 24, no podía decirte que era por la edad, por eso te invente todo el cuento de Ernesto. Ernesto es historia, jamás lo volví a ver. Me duele demasiado saber que te engañe, engañe a mis padres. Espero que me puedas perdonar. Nathan, te amo, siempre lo he hecho, desde que te deje no dejaba de llorar, quise buscarte, pero, no, no podía, ¿Cómo lo hubiera hecho?, Después de decirte que éramos un error, no podía buscarte, no en ese tiempo. ¿Me perdonas?- dijo Joshua mientras yo estaba dormido.
-Te amo Nathan, extrañe ver tu cuerpo desnudo, esta piel blanca, este trasero blanco, podía en este momento besarlo. Pero lo que más extrañé fue tu aroma , tu olor a bebé, tu olor a vainilla, y tú escencia de chocolate.-
Al día siguiente desperté, y ví que no había nadie en mi cama, eran 9:30, vaya, me levanté de la cama, y me asomé por el balcón, ya había gente en la playa, busqué ropa para ponerme cuando ví que había ropa tirada que no era mía. Así que no había sido un sueño, Joshua si estuvo aquí en mi recámara. ¿Cómo supo en qué habitación estaba?. En la recámara no estaba Joshua, así que entré a bañarme, al momento de entrar lo ví, ahí estaba, el se estaba bañando, así que decidí salirme y esperar a que el saliera.
-Nathan- habló
-Dime Joshua- respondí.
-Me- respondió
-Ya llegó Don comedias- dije sonriendo
-Nathan, ven-
-¿Para que?- pregunté.
-Para bañarnos- respondió
Bueno este quién se cree, me deja por un año y aparece como si nada hubiera pasado.
-No podemos- dije
-Si podemos- insistió
-Yo no puedo-
-¿Por qué no puedes?- dijo mientras ya estaba a mi lado
-Porque no- respondí
-¿Sigues enojado?- preguntó
-¿Seguir enojado?, ¿A qué te refieres?- pregunté
-Nathan, ayer hablamos te explique todo, te dije motivos, te dije porque me había ido, te dije todo-
-¿Y eso a que hora paso?- pregunté.
-Me dijiste que tenías mucho sueño, yo te dije que si podía dormir contigo entonces me respondiste que sí, y yo te empecé a contar las cosas- explicó
-Si sabes que una buena conversación es cuando las dos personas están concientes, ¿No?- dije
-Crei que me ponías atención-
-Joshua, te dije que tenía mucho sueño, estaba cansado, te puede haber respondido, pero no tenía ni idea de lo que me estabas diciendo. Aparte, ayer me besaste por la fuerza, ¿Que es lo que querías hacer?, Ibas a abusar de mi, ya que no tenías mi consentimiento para tener sexo.
Joshua, tu crees que vas a venir después de un año, como si nada hubiera pasado. Si eso crees estás muy mal- dije en manera de reclamo
-No, no quise abusar de ti, solo quería revivir viejos recuerdos, como la primera vez que tuvimos sexo, bueno, cuando te hice sexo oral. Nathan, ahora sí me vas a decir que es lo que ha pasado en este tiempo-
-Joshua no, no hay viejos recuerdos, sino malos tiempos. ¿Que es lo que quieres saber?-
-Todo, quiero saber todo-
-Quieres saber que me dejaste como un pendejo, me dejaste caer a un voladero, cuando me dejaste una estúpida carta en vez de decirme las cosas de frente, no tuviste el valor para decirme las cosas de frente, yo estaba estúpidamente enamorado de ti, yo lo hubiera dado todo por ti, hubiera dado mi propia vida por salvarte a ti. En cambio, tu me dejaste ahí, sin amor, sin atención, tan solo una carta la cual decía que te ibas con tu ex pareja, ¿Cómo hubieras querido que lo tomará?, No pues ya se fue, ni sentía nada por el, pues veamos la lista, para ver quién sigue. No seas estúpido, me dejaste llorando, me dejaste, yo quise pensar que era broma, pero no, no era broma, desde que tú te fuiste, deje de hacer las cosas que hacía, dejé de hablarle a mis amigos, dejé de salir a patinar, deje de hacer mis cosas favoritas. Cuando creí que iba saliendo de tu estúpida partida, mi mamá muere en un accidente automovilístico, un idiota iba borracho, y mi mamá se murió. Ahora eran dos cosas que me hacian llorar, tu estúpida partida, y la muerte de mi mamá. Yo lloraba amargamente, mi familia ni siquiera me apoyaba, no sentía el amor de nadie, en el momento que más te necesitaba no estuviste conmigo. Mi familia solo quería el dinero de mi mamá, las fincas y todo eso, todo lo dejo mi mamá a mi nombre, tuve problemas, amenazas por parte de la familia, querían tener todo, muchas veces pensé en suicidarme, pero jamás llegaba la muerte.
Salí de casa hace un buen tiempo, y solo he estado de un lugar a otro, llegué a Acapulco y me instale en este hotel, después me fui a Chilpancingo y estuve un tiempo en la casa de allá, después me fui a Malinaltepec y estuve en el rancho, mi ánimo estaba cambiando un poco, el sábado decidí ir a Marquelia, ¿Sabes cuantas lágrimas derrame ahí?, Lloré como no tienes idea, ví a una pareja de chicos la cual me hizo recordar lo nuestro, y dije ‹Que afortunados son›, conocí a la dueña de la casa en la cual nos estábamos besando como si no hubiera mañana. Ayer en la madrugada decidí cambiar, me rasure la barba, y volví a ser feliz, mi ego, mi autoestima, mi maldad, toda mi personalidad me volvió a coger, me recibieron con un abrazo cálido.- le dije todo mientras lloraba -Respóndeme no te quedes callado.-
-Nathan, lamento muchísimo la perdida de tu mamá, yo, se que soy un idiota, un cobarde, no soy digno de tenerte en mis brazos. Yo, también lloré por dejarte así, me culpe demasiado. Si tú te hubieras matado jamás me lo hubiera perdonado, porque iba a ser por mi culpa.- me decía llorando mientras me abrazaba.
No sabía que hacer ni que decir, yo estaba llorando, recordando todas las cosas que algún día pasaron, sigo conservando el anillo que me había dado, sigo teniendo la carta. Los recuerdos, todo, todo lo sigo recordando.
-Nathan, acaríciame-
-Joshua, te eche de menos-
Lo empecé a acariciar, le toque su cabello, su cuello, su boca, ambos estábamos desnudos. Joshua, quiero escuchar tu corazón, quiero sentir tu piel junto a la mía. Quiero que te sientas mío otra vez, quiero que goces de este placer, porque mañana puede ser otro hombre el que te esté haciendo el amor.
Empecé a besar lentamente sus labios pero, deje de hacerlo.
-¿Por qué te detienes?- preguntó
-Es que no puedo- respondí
-¿Quieres que empiece yo?- preguntó mientras me veía con una sonrisa
-No sé- murmuré
-Dejate llevar-
Entré al baño para meterme a bañar, Joshua estaba detrás de mí, ambos nos bañamos como hace un tiempo solíamos hacerlo.
Joshua, engordo un poco, tiene un poco barba, ya casi no es el chico de hace un año, pero veo sus ojos, sus labios, se que es él. Yo tampoco soy el Nathan de hace un año, las personas cambiamos, y lo dije una vez, «Nunca dejamos de conocer a las personas»
Salimos del baño, y nos pusimos ropa, me puse la ropa que había comprado ayer en la noche, y Joshua se puso una camisa mía, ya que no le quedaban mis pantalones. Salimos del hotel y fuimos a comer a un restaurante, y empezamos a hablar de cosas del pasado.
-Nathan, recuerdas la vez cuando salimos a caminar en la noche y nos agarro una tormenta, en la cual nos habíamos perdido- comentó
-Sí, si lo recuerdo, recuerdo todo. Recuerdo la vez que te fui a sacar se un bar y me vomitaste-
-Ay que pena, pero, pues, estaba borracho- dijo riendo
-Joshua, estabas perdido de borracho, y lo peor no fue eso, sino que estuviste en un bar gay, y yo estuve coqueteando con un bato para que me dejará pasar el guardia del antro, me encontré con unas amigas de mi mamá, la cuales le llevaron el chisme, y pues en fin- dije recordando
-Es que, era por mi cumpleaños, aparte yo no te dije ve a buscarme, pero, agradezco el humilde gesto que hiciste por mí-
-Joshua, de hecho sí lo hiciste, me marcaste para decirme que se te habían pasado las cosas, y que fuera por ti. Aparte lo hice porque estaba preocupado por ti-
-Lo Recursos, lo recuerdo perfectamente, solo, quería probar tu mente- sonrió mordiendo ligeramente su labio
Llegó el mesero y nos trajo las cartas del restaurante, había bufette por $210 pesos, una oferta, y más aquí en Acapulco que todo está carísimo. Pedimos 2 bufette y una botella de vino.
-Nathan, debo decirte algo-
-Joshua, ya se que es lo que me vas a decir- comenté sin quitar mi sonrisa
-¿Lo sabes?- preguntó.
-Sí, ya lo sé- afirmé
-¿Que es lo que te diré?- preguntó
-Me dirás qué ya estás casado con Ernesto y su hijo ya está grande-
-Pues si, y no- respondió
-Entonces te escuchó- dije centrando mi atención en él
-Nathan, no, no me case con Ernesto, yo, yo te mentí en esa carta, yo les mentí a todos. Yo supe lo que te había ocurrido, y todo lo que dejaste de hacer cuando te deje, por eso vine a buscarte, bueno, encontrarte en el restaurante fue una gran casualidad, porque de hecho ya estaba por darme por vencido, fui a Huatusco, estuve a punto de ir a Chiapas, pero no recordé el nombre de la hacienda, pero el de Guerrero si lo recordaba, así que fui a Chilpancingo y busque la casa de ustedes, en la cual me abrió la ama de llaves y me dijo que te habías ido hace un tiempo, que estabas muy achicopalado, así que me fui a Malinaltepec y busque el famoso «Rancho Guadalupe» llegué y me dijeron que hace poco te habías marchado, sin rumbo, porque no dijiste a donde, y lo más probable era que fueras a Chiapas, agradecí y me quedé un poco triste. Llegué aqui a Acapulco y me quedé en un hotel, al día siguiente fui a la playa, estuve sentado en la arena viendo a la gente, se me hizo de tarde y tenía hambre, así que fui al restaurante y te ví entrar, mis ojos estallaron de alegría, te ví entrar tan fresco, tan tú, con un ego y una autoestima impresionante, tu ego estaba que quemaba como 10,000 soles. Por eso te mandé la copa de vino, pero no la aceptaste. El punto aquí es, que quiero aclarar las cosas contigo, lo de nosotros fue una aventura de amor increíble, y ahora es un amor prohibido, ¿Por qué no hiciste tú vida? eres guapo, muy guapo, tu tendrías una novia en cada cuadra si así lo deseas, mira, observa hacía atrás de mi, la chica que está hablando con sus amigas, es muy guapa, deberías de hablarle o hablarles. Nathan, yo me regreso a Monterrey mañana en la tarde, pero, quiero que seamos amigos, quiero que seamos mejores amigos. No tomes a mal, todo lo que te he dicho, por favor-
El mesero llegó con el platillo principal, y la botella de vino. Sacó el corcho y nos sirvió 2 copas.
-¿Cómo que no te casaste?- pregunté
-Te mentí, no estaba con Ernesto, es que, Nathan, soy mayor que tu, tengo 26 años y tú 20, ¿Cómo se vería eso?, Nathan, te mentí y le mentí a mis padres-
-Y yo sufriendo, pensando en que estabas con Ernesto, pensando en que te revolcabas con él, así como lo hacías conmigo. ¿Por qué me mentiste?, Joshua, estoy dispuesto a intentar las cosas una vez más- dije aferrado a él
-Nathan, lo siento. No sé, ¿Podríamos intentarlo?- pensó un instante
-Joshua, yo estoy dispuesto-
-Nathan, mejor, seamos amigos. Mira, debes conocer a otras personas, no solo existo yo, existen muchas más. En caso de que no concuerdes con la nueva pareja, estaré siempre disponible para tí-
Agarre la copa de vino; -Joshua, brindemos por nuestra amistad, y nuestro amor prohibido-
-Salud- respondió Joshua.
Yo estaba feliz. Estaba realmente feliz de todo, Mi mamá siempre me decía, «NATHAN, EL PRIMER AMOR, NUNCA SE VA A OLVIDAR, ASÍ TENGAS 10 AMORES MÁS, EL PRIMER AMOR SIEMPRE ESTARÁ PRESENTE EN TODO LO QUE HAGAS O DIGAS» y tuvo razón, siempre está Joshua en lo que digo, en lo que pienso y en lo que hago.
Yo también ya estoy dispuesto a cambiar mi vida, empezaré a hacer muchas cosas, haré grandes logros, pondré aprueba mi capacidad para los negocios y empezaré a poner en marcha la empresa de café de mi mamá, todo será distinto. El amor puede esperar, a esta altura, solo quiero ser feliz, tal vez, este dispuesto a adoptar un niño o una niña. No quiero a alguien que me quiera por interés, sino por lo que soy.
-Joshua, ¿Eres feliz estando solo?- pregunté
-Nathan, sí, si soy feliz, pero no tanto como lo era contigo- dijo
-Me da mucho gusto saber eso-
Terminamos de comer y fuimos a la playa, estuvimos corriendo por la orilla de la playa, toda la gente se nos quedaba viendo. Joshua se detuvo y yo también me detuve. Nos sentamos en la arena, Joshua se acercó a mi besándome, y yo, le seguí el beso. La gente se nos quedó mirando a un más, pero, la gente siempre va a hablar, ya sea que hagas algo bueno o algo malo. Entramos al mar, estuvimos jugando un buen rato. El sol nos había quemado la espalda, los brazos, no nos habíamos puesto protector solar. Caminamos hacia el hotel, entramos, y saludé a la muchacha de la recepción
-No quiere que lo molestemos, ¿Verdad joven?-
-No por favor, está vez no quiero nada, solo estaremos arriba- respondí.
Nos subimos al elevador, y al momento de cerrase las puertas me empezó a besar rápidamente, tocando mi miembro.
-Nathan, extrañaba poder tocarte, extrañaba tus besos, y sentir tu gran erección en mi mano- decía aún besándome
-Joshua extrañaba tus halagos, con los cuales me llevabas a la cama- dije sonriendo.
-Nathan, hazme tuyo, por última vez- dijo
Se abrieron las puertas del elevador, entra una muchacha, al vernos quedó sorprendida, no se la razón, entró y a mi me vio de pies a cabeza, y solo le sonríe. La muchacha bajó en el 3er piso -¿Que tendrán los ascensores?- dije viendo a Joshua
-No lo sé Nathan, no lo sé- respondió
Llegamos al último piso y se abrieron las puertas del elevador, Joshua me besó en los labios -¿Seré tuyo por última vez?- preguntó
-Lo serás- respondí mientras lo cargaba entre mis brazos
Abrimos la recamara y entramos directo al cuarto, lo aventé a la cama y lo empecé a besar con gran pasión, besaba su cuello mientras agarraba su cabello, el me agarraba el pecho, me mordía los labios. Le quite la camisa y empecé a besar su pecho el me jalaba del cabello, me dió la vuelta, el quedó encima de mi, me quito la camisa, me agarró del cuello empezando a besar mi pecho, mi abdomen, y subiendo a mi boca.
Se quedó encima de mi viéndome a los ojos
-Nathan, extrañaba verte a los ojos, extrañé mucho ver tus ojos color café claro, extrañaba estás manos grandes-
-Joshua, yo te extrañé a ti, no extrañé lo que me hacías, extrañé tu personalidad, te extrañé a ti- mencioné
Me beso la boca y mordiendo mi labio
-Espera, está vez si me haz mordido fuerte- dije riendo
-Sexo rudo Nathan- afirmó con una sonrisa
-Grey, ¿Eres tú?- pregunté
-Nathan, por ti soy el que quieras- dijo viéndome a los ojos
-Joshua.- dije mientras le daba un beso
Me gustó que el estuviera arriba de mi, hace tiempo que no lo sentía, sus brazos, su cuerpo grande, su barba, raspaba pero me gustaba, sería la última vez que estaríamos juntos, así que la aprovecharíamos al máximo, era mi hombre, y lo iba a ser mío por última vez.
-Nathan, ¿Que piensas?- interrumpió en mis pensamientos
-Joshua, solo pensaba en ti, y en que hacerte está noche, de lo que estamos seguros, es de que hoy no dormiremos-
-Ese es el entusiasmo-
Estaba tan excitado pero también estaba cansado, está sería la última noche de estar con él, después de 16 meses los cuales me los pase llorando amargamente. Está noche cambiaría las cosas, él se iría feliz y yo me quedaría feliz y tranquilo, seríamos buenos amigos, y tal vez, hasta amigos con derechos, quién sabe, todo puede pasar en un abrir y cerrar de ojos.
-Joshua, bajate el calzon- le he dicho
Joshua accede y se empezó a quitar el pantalón, se bajó el boxer y lo puse inmediatamente de espaldas, él ya sabía que lo iba a azotar, y eso nos excitaba a ambos.
-Joshua contarás conmigo 10 azotes- dije seriamente.
-Si Nathan- respondió
Azote suavemente su trasero con mi cinturón.
-Uno- contó
Volví a azotar su trasero con un poco más de fuerza.
-Dos-
Azote su trasero 8 veces más, mientras él emitía quejidos de dolor, yo desquitaba mis ganas, mi tormento y sufrimiento.
-Ese último es por irte y dejarme 15 meses sufriendo-
-Díez- contó tragando saliva
Guarde mi cinturón y besé su trasero blanco, Joshua jadeó un poco, tal vez pensó que lo mordería , lo puse de pie, pasé mi dedo por su boca. Sus labios me pedían más besos, sus manos se deslizaban por mi cuerpo, tocaba mi pecho, mi miembro, mi trasero, mi abdomen, mi cuello, mi cabello. Me aventó a la cama y se aventó encima de mi, se sentó en mi abdomen y me besó mi pecho, lo llenó de saliva, y subió a mi cara, me besó las mejillas, me besó la nariz. Introdujo su dedo en mi boca, y así lo mantuvo, estuvo jugando con mis dientes y mi lengua, empujaba su dedo con mi lengua para que lo sacará y el metía su dedo aún más, me daba asco, pero a él le gustaba eso, tenía que complacerlo, así como el me complacía.
-Ponte de espaldas- dijo jalando mi cabello
-Está bien- accedí sin ningún problema
Se acostó en mi espalda metiendo su miembro en mi trasero, rápidamente me quise dar la vuelta pero jalo con fuerza mi cabello, queriendo meter de una embestida su miembro.
-Joshua, soy activo- dije mientras sonreía
-Puedes ser versátil- sugirió
-No, no es lo mío- respondí finalmente
Me dió la vuelta, nos vimos nuevamente a los ojos. Dejaría el sexo a un lado, con tal de seguir viéndole los ojos más tiempo. Me levanté de la cama y busqué en mi maleta algo para poder amarrar, encontré unas corbatas de Slytherin, eran 7 corbatas, 4 me había comprado yo, y 3 me regaló mi mejor amigo. Ni siquiera lo pensé tome 2 corbatas y amarre a Joshua de las manos a la base de la cama.
-¿Que vas a hacer Nathan?- preguntó con algo de nerviosismo
-Tranquilo déjate llevar- dije sarcásticamente
Besé su cuello, y bajé por su abdomen, me subí a su pecho y le introduje mi miembro en la boca. Parecía niño con una paleta, iba rápido y trataba de meterla toda en su boca, decidí algo, empuje mi miembro hasta su garganta, y solo ví como se puso roja su cara, saque mi miembro de su boca y le desate las manos.
-¿Estás bien?- pregunté
Él solo estaba tosiendo fuerte, y su cara roja.
-Sí, creo que si estoy bien, es que me dejaste tu miembro en mi garganta y me estaba ahogando- dijo mientras seguía tosiendo
-Mejor así dejamos las cosas, porque en ves de venirte te vas a ir- dije riendo
-No, nada de eso, amárrame otra vez- dijo decidido
-Eso mamón-
Lo volví a amarrar y le volví a meter mi miembro en la boca, el solo empezo, yo no hice nada, siguió chupando como niño chiquito paleta, hasta que me mordió.
-Joshua, ¿Siempre será así?- dije mientras lo veía
-Sí Nathan, sí- respondió
Siguió chupando y me volvió a morder intencionalmente, cada mordida era un poco más fuerte, así estuvo hasta que estaba por eyacular.
-Joshua, espera- dije pasando mi mano por su cara
Joshua no me respondió, siguió como niño chiquito.
-Joshua, espera, espera- dije jalando su cabello havia atrás
-Nathan, quiero todo de ti- dijo mientras se volvía a meter mi miembro a la boca
-Joshua, no por favor, no está vez-
Así estuvo 5 minutos y cuando succionó con fuerza no aguanté más y terminé eyaculando en su boca.
-Nathan, esto me gusta de ti, cuando eyaculas me gusta ver tu cara, sentir tu respiración agitada, tus ojos cerrados- comentó para hacerme sentir bien sobre lo que había pasado
-Gracias Joshua, tú y lengua viperina- murmuré
Estaba cansado, ví la hora en el celular, eran 1:30 de la madrugada, y nosotros teniendo sexo en un hotel familiar. Tal vez si deberíamos dormir, mañana tendríamos una mañana un poco abrumadora, al saber que sería la última mañana juntos.
-Joshua, deberíamos dormir un rato, para levantarnos temprano e ir a caminar- mencioné
-Estoy de acuerdo contigo Nathan. ¿Y el anillo que te había regalado?- preguntó
-Esta bien Joshua. El anillo lo sigo conservando, ¿Quieres verlo?-
-¿Por qué lo guardas Nathan?- preguntó acercándose a mí
Empecé a buscar en mi maleta y saque una cajita en forma de cofre, la abrí y saque la cajita del anillo.
-Lo guardo, porque es el recuerdo de mi primer amor- afirmé
-¿Yo soy tu primer amor?- preguntó
-Sí, tú eres mi primer amor, siempre te lo dije- afirmé
-Crei que siempre me lo decías de broma. Siempre pensé que tuviste alguna aventura por ahí- soltó
-Quiza una aventura de sexo, por ahí, pero tú, tú fuiste mi primer amor a los 18 años- dije
-Oh Nathan, y pensar en que te rompí tu corazón, cuando tú debías de romper corazones-
-No Joshua, olvidemos eso-
-Esta bien- respondió
Tomé mi celular, y puse una canción, salió «Acaríciame»
-Nathan, esa canción me la cantaste muchas veces, solo porque yo te lo pedía. »Acaríciame, y déjame escuchar tu corazón, que late aprisa igual que mi pasión, que vibra como yo, con este amor«-
-Joshua, yo te quise complacer en todo- afirmé »Con este amor, acaríciame, y bésame como te beso yo, acaríciame y entrégate como me entrego yo«
Me miró y lo miré, tenía lágrimas en los ojos, lo abracé para consolarlo.
-Joshua, el amor es algo más que una mirada, lo nuestro seguirá siendo un amor, un amor prohibido, pero hay que olvidarnos del tiempo y del ayer. Solo acaríciame, y olvida que es lo que va a suceder esta tarde, nosotros nos seguiremos viendo, seguiremos siendo amigos. Por eso siempre pensaba en el futuro y en el presente, para no estar pasando por esto-
-Nathan, así que esto se siente, pasaste por esto un largo tiempo, mientras a mi solo me duró un tiempo, mientras tú llorabas amargamente, mientras yo me la pasaba en Monterrey. En verdad lamento todo el daño que te cause, ¿Podrías perdonarme?- dijo
-Perdonar no cambia de ninguna manera el pasado, pero si el futuro, no hay nada que perdonar- mencioné
-Nathan, sabés, me estoy dando cuenta de que sí, si eres sabio al decir todas tus cosas, eres comprensible, por algo me enamoré de tí-
Le sonreí y me sonrió, sé que me extrañó, lo veo en sus ojos, sus manos que tocan mi pierna, sus pies junto a mis pies.
-Joshua, por milésima vez, puedo decir que eres más dulce que la miel-
Puso su mano junto a la mía.
-Nathan, te amo, y te amaré siempre-
-Joshua, yo también te amaré siempre. Mi mamá decía, EL PRIMER AMOR SIEMPRE ESTARÁ PRESENTE EN TODO LO QUE HAGAS, y tenía tanta razón, siempre vas a estar en todo lo que yo haga y deje de hacer- comenté
-Nathan, eres todo un amor, siempre te lo he dicho-
Cerré mis ojos y abracé a Joshua, hasta que se quedó dormido, volví a abrir mis ojos porque no podía dormir, así que me levanté, y me asomé por él balcón, todo está bellísimo, la madrugada, las luces que adornaban la playa, todo es hermoso estaba tan concentrado viendo la playa hasta que Joshua tocó mi hombro asustándome.
-¿Estás bien?- preguntó Joshua.
-Sí, solo me asustaste, ya que estaba viendo la playa- respondí
-Oh vaya, lo siento, es que te ví acostado conmigo, abrí los ojos y no estabas, y te ví en el balcón, así que decidí acercarme- mencionó
-Esta bien Joshua, está bien. Ven, vamos a acostarnos-
-Sí Nathan-
Lo cargué entre mis brazos y lo lleve a la cama, nos acostamos y está vez si nos quedamos dormidos los dos.
Desperté a las 10:00 de la mañana, Joshua me estaba besando.
-Buenos días- dije mientras lo veía y cerraba los ojos
-Haz despertado tarde, bello durmiente-
-Lo siento es que ayer nos dormimos tarde y pues hoy me desperté tarde- respondí
-Esta bien, bello durmiente-
-¿Que quieres hacer?- pregunté
-Quisera poder hacer todo contigo, pero solo tenemos hasta las 2:00- dijo con tristeza
-No importa cuánto tiempo tenemos, sino como lo disfrutamos- respondí. -Vamos a desayunar-
Asintió con la cabeza dedicándome una sonrisa. Me busqué ropa, y me cambié rápidamente.
-¿Camisa o Jersey?- pregunté
-¿Como es el Jersey?- preguntó
Le mostré el jersey -Póntelo para ver cómo te queda-
Me puse el jersey, -No, no me gusta- dije mientras lo miraba
-A mi tampoco- respondió inmediatamente
Me puse mi camisa negra, y salimos de la recamara.
-Esta vez bajamos por el ascensor-
Nos dirigimos al ascensor y empezamos a bajar, me tomó del cabello, y me pegó a la esquina del ascensor pude sentir su erección, y creo que el también sintió la mía. En ese momento se abren las puertas del ascensor y entra una familia, El padre, la madre y los 2 hijos.
-¿Que tendrán los ascensores?- dije con una sonrisa. Este es nuestro último desayuno juntos, el último paseo. Yo siempre lo voy a seguir amando.
-No tengo ni la menor idea, tal vez muchos cables, y electricidad- respondió, como para confundir a la familia.
-Sí, eso ha de ser, también fierros, botones, en fin tiene muchas cosas-
Llegamos a la recepción, y nos saludó la encargada.
-Buenos días, ¿Cómo están?-
-Buenos días, estamos bien gracias, ¿Y tú cómo estás?- respondí.
-Me da mucho gusto, yo también estoy bien gracias- respondió. -¿Desayunarán aquí en el hotel o saldrán a desayunar?- preguntó.
Miré a Joshua -¿Desayunamos aquí y después vamos a caminar?-
-En donde tú quieras- respondió
-Desayunamos aquí- dije mientras íbamos al restaurante del hotel.
Llegamos al restaurante, y nos sentamos en una mesa, llegó el mesero y nos dejó las cartas. Leímos las cartas.
-Joshua, ¿Que vas a pedir?-
-No lo sé, todo se leé muy rico, pero, me iré por instinto, pediré una pechuga empanizada- respondió
-Buena elección, yo quiero lo mismo y una taza de café-
Llegó el mesero y tomo la orden, primero nos trajo un plato de fruta en cuadritos, con hojuelas de avena y miel. La empezamos a comer y a los 15 minutos trajo nuestro desayuno.
Joshua me hizo un comentario fuera de lugar.
-¿No nos van a dar "tortillitas"?-
Me empecé a reír, me hacía falta escuchar sus tonterías, su fantástico sentido del humor.
-No, no creo que aquí nos den "tortillitas".-
Termine de decir la frase, cuando llegó el mesero con tortillas.
-No que no, nos iban a dar tortillas.- me dijo riendo.
Fue inesperado, no creí que si fueran a traer tortillas, normalmente dan bolillos.
-Ya veo, Joshua, ahora desayuna-
Empezamos a desayunar y note sus ojos, ya no eran los mismos que la mañana anterior, sus ojos ya no mostraban felicidad, ya no tenían ese brillo, ahora se veían tristes.
-¿Ocurre algo?- pregunté.
-No te quiero dejar, no otra vez.- me dijo.
-Joshua, no me vas a dejar, tranquilo, solo piensa en el futuro, piensa en tu felicidad. "En un mundo egoísta el egoísta triunfa" debes de ser egoísta, piensa en ti solamente, a mí déjame. Sé feliz tú, recuerda que seremos mejores amigos, y podemos vernos cuando quieras-
-Nathan, no será lo mismo, me la he pasado muy bien contigo, no te voy a olvidar, siempre estaras en mis pensamientos, en todo lo que haga y diga estarás tú- dijo mirándome a los ojos.
-Joshua, termina de desayunar, tenemos algo que hacer antes de que te vayas- dije
Empezó a comer rápido, el término primero, así que me apresuré a comer, terminamos de desayunar y pagué.
-Joshua, ¿Quieres que te cargue, hasta la playa?- pregunté con una sonrisa
-¿Estas hablando en serio?- preguntó
-Claro que sí- dije mientras lo cargaba en mis brazos como bebé.
Todos se nos quedaban viendo, era como si jamás hubieran visto a una pareja de chicos enamorados, en fin, la gente siempre va a mirar tus defectos y no las virtudes, estamos en el siglo XXI y siguen con sus problemas de aceptación social.
Llegamos a la playa y entré junto con el, aún en mis brazos, estábamos en una parte un poco más onda y lo aventé, estuvimos jugando un rato, salimos del mar, y me besó, fue un gran beso, el fue a comprar una botella de agua, cuando yo aproveché y compré un recuerdo de Acapulco para él, el recuerdo decía <Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama> y tenía mucha razón, la ausencia no es nada cuando se ama. Pase 2 años tratando de superar su ausencia, y hace unos días, decidí olvidarlo, pero, el tiempo hace que vuelva a mi otra vez porque me ama. Cualquiera diría que pierdo mi tiempo al estar con él, pero, si ellos supieran lo que es amar, harían lo mismo que yo hice, perdonar para tener un buen futuro. Y sobre todo, perdonar es de personas fuertes, por eso el débil no puede perdonar.
Joshua llegó con su botella de agua y una para mí.
-Te traje una botella de agua, Nathan-
-Gracias Joshua, ten, te compré algo, pero no lo abras hasta que te vayas-
-Nathan, como siempre, te gustan las sorpresas y el suspenso. Sabes que me voy, y no sé si nos vamos a volver a ver- dijo mientras agachaba la cabeza.
-Joshua, no te preocupes, puede ser que yo te vaya a buscar a ti, uno nunca sabe, yo no sabía que te iba a encontrar por aquí, tal vez y yo te encuentre por allá- dije animándole.
-Nathan, eso espero, espero que sí nos encontremos allá en Monterrey- dijo riendo.
Cheque el reloj de la tienda de recuerdos y eran la 1:00 de la tarde.
-Joshua, ya son la 1:00, ya solo tienes 1 hora para irte a Monterrey- dije.
-Es cierto, pero, estoy feliz aquí contigo-
-Lo sé chico, lo sé, pero debes ir-
-¿Por qué eres así?- preguntó
-¿Así como?- respondí sonriendo
-Pues porque no me dices, no te vayas o algo así-
-No me gustan las despedidas, aparte te dije que podríamos vernos cuando menos te lo esperes-
-Nathan, te tuve y no te aproveche, y ahora que no te tengo te quiero en mi vida-
-Joshua, a veces dejamos Oro por plata, y la plata la dejamos por cobre- respondí.
-¿A que te refieres?- preguntó.
-Simple, dejaste a Ernesto, por mi, y me dejaste a mi por Ernesto, después lo entenderás- respondí.
-En todo caso tu eres el oro y la plata, Ernesto es el cobre-
-No sé, ¿Lo debo tomar como un halago?-
-Claro que si, debes tomarlo como un halago- dijo
-Esta bien Joshua-
-Y no regresé con Ernesto, te mentí- dijo.
-Es cierto, lo tengo presente, pero se me fue el avión- dije sonriendo.
Caminamos al hotel, para ir por sus cosas e ir a dejarlo al aeropuerto. Entramos al hotel, y subimos por el elevador, llegamos al último piso, y entramos a mi habitación, se baño, se cambió de ropa, y juntó sus cosas.
Estoy triste de verlo partir, pero a la vez también estoy feliz, feliz de seguir con mi vida, feliz de haber convivido con él estos días.
-Nathan, ya estoy listo. Me dió mucho gusto haber estado contigo estos días, me divertí, me gustó volver a tu sonrisa, tus ojos, y sobre todo tú personalidad, debo regresar a Monterrey, pero, nunca te olvides de mí- dijo agachando la cabeza.
-Joshua, yo también estoy feliz de haber pasado estos días contigo, me divertí, me gustó verte de nuevo, y no te pongas triste, tal vez y te encuentre ahí en Monterrey un día que no lo esperes.- le dije con una sonrisa.
-Bueno, entonces tomaré un taxi, ya voy muy tarde, pero, aún no compro el boleto, así que no hay problema-
-Te quería ir a dejar yo, claro si tu quieres- dije.
-Sí, si quiero que vayas conmigo- dijo entusiasmado
-Esta bien Joshua, vamos-
Salimos de mi habitación, hacia el elevador, nos subimos y está vez no ocurrió nada en el elevador, ni siquiera un beso, ni un abrazo nada, solo unas cuantas lágrimas caían por mi cara, el ascensor llevaba una canción hermosa, un himno, tenía «Whitney Houston, I Will Always Love You» sin duda esa canción es una obra de arte.
Llegamos al primer piso y bajamos del ascensor, me limpie las lágrimas y la de recepción nos volvió a saludar felizmente, la saludamos y nos despedimos, salimos al hotel y fuimos al estacionamiento del hotel, pedimos las llaves y nos subimos al auto, empecé a manejar y salimos del estacionamiento, Joshua no pronunciaba ni una palabra, solo tenía una lágrima en la cara, estaba triste, ambos estábamos tristes, pero no sabía que hacer para animarlo. Encendí en estereo del auto y puse música, el celular puso «Never Tear Us Apart».
-Joshua, ¿Y si te rapto?- dije riendo.
-Señor secuestrador, secuestrame y no pida rescate por mí- bromeó sacando una sonrisa.
Mi mente está confundida, ¿Que debemos hacer?, ¿Que debo hacer yo?, ¡Ya sé!
-Joshua, no te vayas hoy por favor- dije mientras estaba un semáforo en rojo.
-Nathan yo no me quiero ir, pero, debo hacerlo- dijo.
-Lo sé chico- dije resignado -Pero, no hoy, ni mañana, puedes quedarte conmigo, claro si tu quieres-
-Me encantaría Nathan, pero, ¿Mi trabajo?-
-Entiendo perfectamente- dije mientras miraba hacia el frente.
Perfectamente se a lo que se refiere, no puede dejar un trabajo así porque sí, debe, tiene que estar ahí, sus cosas, su departamento. Me duele que se vaya, pero, tiene que hacerlo, hemos quedado como amigos, yo seguiré con mi vida y él hará lo mismo, así que, dejemos que todo fluya como el agua.
-Te vendré a ver- dijo.
-Lo sé Joshua- dije mientras se borraba mi sonrisa en mi cara.
Termino «Never Tear Us Apart» y empezó «When You're Gone de The Cranberries» y sí, esa canción tiene toda la razón, desde que te conocí insistir en el amor es lo único que hago. Después de estar conduciendo por un rato llegamos al aeropuerto.
-Hemos llegado- le dije a Joshua.
-Sí, ya llegamos- respondió sin ninguna expresión.
-Joshua, ¿Traes lo que te di hace rato?- dije.
-Sí, aquí está- respondió mientras sacaba de su mochila el obsequio.
-Ya puedes abrirlo- dije.
Quito el envoltorio y vio que era un recuerdo de Acapulco, el cual decía «NI LA AUSENCIA NI EL TIEMPO SON NADA CUANDO SE AMA» ¿Le habrá gustado?, Solo es un recuerdo, tal vez debí haber comprado otra cosa.
-Nathan, ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama, y yo te amo, me gustas, me encantas, me fascinas- dijo.
-Joshua, me hubiera gustado darte algo más, pero me gustó ese recuerdo, y quiero que ese sea el mejor recuerdo- dije.
-Gracias Nathan- respondió dándome un abrazo
-De nada- respondí.
Estacioné el auto y bajamos, caminamos a la puerta del aeropuerto y entramos. Lo acompañé a comprar el boleto para Monterrey y salía 3:30, teníamos 1 hora todavía para estar juntos, ¿Que podemos hacer en esa hora?, Pensé en hacer de todo y nada, pero todo llevaba tiempo y tiempo era lo que nos faltaba. Así que pensé en cantarle acaríciame al oído.
-Acaríciame, y siénteme tan dentro de tu piel envuélveme en tu cuerpo, por favor, olvídate del tiempo y del ayer.
Acaríciame-
-Nathan, eso es lo que quiero, que me acaricies, quiero sentirme dentro de ti, quiero sentir tú piel desnuda con la mía, quiero escuchar tu corazón, quiero besarte, ¿Puedo besarte?- dijo
-Claro que sí, claro que sí puedes- respondí
Me agarró de mi cabello y me besó como si fuera última vez. Me dejó de besar y solo sonrió
-¿No tienes hambre?-
-Sí, si tengo hambre- respondí.
-Cómeme a mí- dijo sonriendo.
-Si pudiera lo haría en este momento, demonios, desperdiciamos tres días, hubieramos hecho de todo- mencioné
-Nathan, yo estuve dispuesto a hacer todo, tú no te dejaste llevar- dijo riendo.
-Lo sé, pero no podía, no estaba listo- dije viendo al frente
-Ya habrá otro día-
Pasamos a la cafetería del aeropuerto y solo nos tomamos un café, estábamos tan felices platicando, cuando interrumpe una voz.
-Disculpen, van para Monterrey, porque ya solo faltan 20 minutos para abordar el avión- nos dijo la señora de la cafetería
-Sí, si vamos, gracias por decirnos- dijimos al mismo tiempo
Pagué los 2 café y empezamos a caminar para que Joshua abordará el avión.
Llegamos, y no había mucha gente formada, Joshua aún no se iba y ya estaba llorando.
-Joshua tranquilo, no llores- dije mientras pasaba mi mano sobre su hombro
-Es que, abordaré ese avión, y solo te veré aquí solito, me da tristeza- respondió mientras levantaba la mirada
-Te entiendo Joshua, pero no llores, sino yo también voy a llorar- dije
La fila avanzó muy rápido ya era el turno de Joshua.
-Adiós Nathan- dijo con lágrimas en sus ojos
-Adiós Joshua- dije mientras se me salía una lágrima
Me sentía triste, el aeropuerto tenía música y estaba «Someome Like You, Adele» otra canción maravillosa, arte puro, me senté en el piso del aeropuerto, viendo el avión. Termino la canción de Adele y empezó «Linger, The Cranberries» vaya día, vaya despedida, el aeropuerto me quiere hacer llorar. Dije en mi mente.
Estaba cantando Linger y escuché un alborotó en la entrada al vuelo de Monterrey. Me fijé y era Joshua el que quería salir.
-¿Todo bien Joshua?- pregunté cómo si el pudiera escucharme a pesar de la distancia, salió corriendo hacía mi y me tiró dándome un fuerte abrazo.
-¡Nathan te amo!- grito mientras me daba un beso
-Joshua yo también te amo, ve a abordar tu avión, corre- dije mientras nos poníamos de pie.
-Sí Nathan, solo quería darte el beso y el abrazo- dijo felizmente.
-Gracias Joshua- respondí feliz con lagrimas en los ojos
Entró de nuevo para abordar el avión
-Seguramente ustedes ven muchas escenas así- dije mientras veía a una azafata
-No, de hecho no, eso hacen creer en las películas, pero la verdad es que no, solo se despiden y ya, no hay un chico loco que en su sano juicio quiera perder el avión- dijo con una sonrisa
Tal vez decía la verdad, ya que otras veces no había visto escenas así, en fin, me siento feliz, estoy bien, veo despegar el avión de Joshua, y me vuelvo a sentar en el piso, ¿Ahora que hago? Me dije a mi mismo.
Se salen las lágrimas de mis ojos, me levanto del piso, y camino hacia la salida del aeropuerto, solo veo parejas y más parejas, me siento triste, pero feliz a la vez.
Salí del aeropuerto y me dirigí al estacionamiento, me subí al auto y no sabía a donde ir, tal vez regrese a Veracruz, ya estuve mucho tiempo fuera de allá, necesito regresar, volver a ser el mismo de antes, necesito patinar, ver a mis amigos, visitar a Pily.
Tomé la autopista para regresar al hotel, y en el transcurso puse música, sonó «Into The wild, Lp» hermosa canción, iba cantando mientras manejaba. Iba feliz y triste por la partida de Joshua, pero más que nada estaba feliz, feliz por el nuevo comienzo.
Llegué al hotel, entré a la habitación por mis maletas y las cosas que tenía, y observé que se había quedado una camisa de Joshua, la guarde en mis cosas ví la cama aún destendida y solo me acosté a oler el olor de Joshua, entré al baño y encontré su boxer negro, también lo guarde en mis cosas, revise cada rincón de la habitación, para ver sino había dejado más cosas, pero no, no había nada más.
Baje a la recepción y pague los días que estuve en el hotel, agradecí las cosas, y salí del hotel, entre a mi auto y conduje para salir de la zona turística y entrar a la autopista. Decidí ir a Chilpancingo, por mi ropa que había dejado el transcurso era tranquilo, pensaba en Joshua, en mi mamá, en Damián, en Natalia, pensaba en todos, mi madre, se que mi madre esta orgullosa de mi, de todo lo que logré, y si supiera que superé a Joshua, y ahora somos amigos, se que se pondría feliz, feliz por mi.
Llegué a la hacienda, y salí del auto, entre a la hacienda y Natalia se abalanzó hacia mí, dándome un gran abrazo.
-Te extrañé- me dijo sonriendo
-Yo, yo también lo hice- respondí mientras tocaba sus labios
-Creí que no volverías-
-Yo, yo también pensé lo mismo, de hecho, vengo, por unas cosas, iré a Veracruz, haré mi vida, tendré un nuevo comienzo-
-Tú ropa, y lo que dejaste aquí en casa, ¿No?, Me gusta que hayas vuelto, me agrada ver a este nuevo Nathan, ¿Que sucedió con la barba?, Estás divino- dijo sonriendo
-Sí, vengo por mi ropa. Natalia, yo, yo, ya soy un nuevo Nathan, o bueno, al menos, soy yo, pero como antes. Ya supere mi pasado, supere mis fantasmas, soy nuevo- dije feliz
-No sabes la alegría que me da saberlo-
-Gracias Natalia- respondí
-De nada Nathan-
-¿Te puedo besar?- pregunté pasando mi mano por su cabello
-No preguntes, házlo- respondió
La agarre de su cabello y le dí un beso en la boca. Me sentí tan bien, me estaba enamorando de Natalia, todo lo que pasó, su preocupación, me hacían sentirme bien y es lo que me gusta.
-Nathan- dijo una voz
Deje de besar a Natalia y don Ernesto estaba bajando las escaleras.
-Demonios, creo que debo una explicación- le dije a Natalia en voz baja
-Creo que sí- respondió
-Don Ernesto, buenas tardes- dije sonriendo
-Buenas tardes Nathan- dijo seriamente
-Creo que, debo una explicación- murmuré
-¿Desde cuando?- preguntó
-Solo, fue hoy, las otras veces, solo salimos en plan de amigos. Sabe, me deje llevar, aunque, también, pretendo conocer más a Natalia- dije
-¿En qué forma?- preguntó
-Quizás, en qué sea mi novia- respondí
Miré a Natalia, y su cara de sorpresa, ella no se esperaba que yo dijera eso, Don Ernesto no dijo nada, solo me miraba.
-Tiene mi permiso- respondió finalmente
-Gracias Don ernesto-
-De nada, entonces, ¿Ya son novios?- preguntó
-No, aún no, quiero conocerla más, debemos empezar a llevarnos mejor, saber todo lo que necesitamos saber y después de eso, quizá seamos novios- respondí
-Vaya, yo no me esperaba ésto- dijo Natalia
-Lo sé, nadie se lo esperaba- respondí con una sonrisa
-Eres algo complicado Nathan- dijo Don Ernesto
-En eso tiene toda la razón, soy, soy muy complicado- afirmé
-Entiendo-
Don Ernesto se fue directo a la cocina y yo me quedé ahí con Natalia. Era buena opción intentar algo con Natalia, aunque, la diferencia de edad es algo muy importante, tengo 20 años, ella tiene 18 no es mucha la diferencia, pero, ella si debe conocer personas, y no quedarse con la primer persona que la llevo a la cama.
-Nathan, ¿Que es lo que piensas?- preguntó
-Estoy pensando en todo- respondí mientras la veía
-Vaya, eres muy pensativo, y tú mirada es perdida cuando piensas- respondió
-Hace tiempo que no pienso con cautela, así que, se siente tan bien-
-¿Es cierto lo que le dijiste a mi padre?- preguntó
-Sí, pero, debo pensar, déjame pensar por favor- respondí
-Claro que sí, ¿Te ayudo a ir por tus cosas?-
-Sí claro- respondí
Subimos a la habitación, y comenzamos a juntar mis cosas, había ropa, demasiada ropa, ni siquiera sabía que había dejado todo eso.
-Nathan, es cierto, vino Joshua a buscarte, hace unos días- dijo
-Lo encontré en Acapulco, hablamos de todo, y, estoy feliz, realmente feliz- respondí
-¿Van a regresar?- preguntó.
-Estoy dispuesto, pero, Joshua, me dijo que mejor seamos amigos, buenos amigos- respondí.
-Entiendo-
Solo asentí con la cabeza, y seguimos juntando mi ropa. Bajé la maleta a mi auto y Natalia se quedó en la habitación. Abrí la cajuela para meter mi maleta, cerré la cajuela y entre de nuevo a la hacienda, subí a la habitación y Natalia estaba sentada en el sillón, tenía lágrimas en los ojos.
-Regresaré.- dije mientras me acercaba a ella
-Te quiero Nathan- dijo mientras me veía a los ojos
-Yo también te quiero- respondí mientras le daba un abrazo. Me quedé pensando un momento, y llegó a mi mente el hechizo Obliviate. -Obliviate- dije sonriendo
-¿Qué?- preguntó.
-Muggle- respondí sonriendo
Solo sonrió, no supo que responder, y tampoco supo que fue lo que quise decir.
-Me tengo que ir- dije
-Ve con cuidado- respondió
-Sí, gracias-
Salimos de la habitación y bajamos las escaleras, salí de la hacienda y abracé a Natalia, fue un abrazo sincero, de esos que le daba a Joshua. Un abrazo en el cual pegué mi miembro con su pelvis. Ella tomó la iniciativa y me besó, yo le seguí el beso. Nos despedimos y me subí al auto. Comencé a conducir y salí de la hacienda. Me dirigí hacia Malinaltepec, ya era de noche eran 8:40 de la noche, salí de Malinaltepec y llegué a Tlapa Guerrero, decidí tomar la carretera para llegar a Puebla y de Puebla llegar a Orizaba y de Orizaba llegar a casa, era un camino largo y cansado, llegaría al siguiente día.
Tome la carretera y empecé a conducir rápido para no llegar tan tarde a Puebla.
Salí de Guerrero y entre a otro pueblo, el cual ya estaba cerca de Puebla, eran 2:30 de la mañana. Decidí pasar a una gasolinera y pedí tanque lleno, bajé del auto y fui al baño, me lave la cara, y salí. Pagué la gasolina y seguí conduciendo, puse música y empezó «Zombie, The Cranberries» me encanta esa canción, conduje rápido y a las 4:00 de la mañana estaba en Puebla, pase por diferentes lugares, y hubo uno el cual me llamo mucho la atención, ya había pasado antes a ese lugar con Joshua, y dicho lugar también era un Lugar Fantasma. Era una tienda de figuras de cristal, a esa tienda habíamos pasado.
Seguí conduciendo y pasé por la terminal de Puebla, llevaba toda la noche conduciendo, ya faltaba poco para llegar a Orizaba, aún no tenía nada de sueño, estaba feliz, y también triste a la vez, porque Joshua se había ido, pero, feliz, porque habíamos aclarado todas las cosas, sé que el me sigue amando, y yo también lo sigo amando.

EL DÍA QUE TE VÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora