Aquella Transmisión

Canal#8: ¡Cuidado con el bate!

- Entonces, ¿En dónde has estado? – Pregunto intrigado el exorcista.

- Ah, b-bueno ya sabes – Murmuraba nervioso Mitsuba en lo que buscaba como mentirle.

No había forma que le confesara que todo este tiempo ha estado escondiéndose en el viejo salón de transmisiones con el espíritu de su amigo no muerto y los responsables de cambiar los rumores de la escuela.

Aunque fue por insistencia de sus amigos que permaneciera en incognito, después de todo él era como un recién nacido en comparación de los misterios escolares y en todo lo relacionado a la costa lejana. Su única opción segura para él, era permanecer escondido mientras que Amane y sus senpai extendieran su rumor de manera segura.

Por eso no quería hablar al respecto, no cuando pondría en peligro a sus amigos.

- M-me he movido constantemente para no desaparecer – Medio mintió Mitsuba sobre lo que ha estado haciendo. Al no querer siguiendo con el tema, lo cambio con algo más importante que su paradero. – Por cierto, ¿No te sientes cansada Daikon-senpai? –

- ¡No soy un rábano! – Exclamo indignada Yashiro en su forma fantasma.

Se sentía enojada con Hanako-chan por robarle su cuerpo y por la forma en como actuó con ese chico. Sabía que era él que le contaba los rumores a Kou y al parecer a sus otros compañeros de clases, pero eso no significaba que precisamente fuese el guardián del presente.

No paso tiempo para que llegaran a la azotea.

- ¡Que tal, Nene-chan! – Le saludo Hanako-chan con la mano y una sonrisa a sus amigos.

Incluso tenía más público, como él fantasma peli rosa se escondía de su mirada.

- ¡Oí Hanako, devuélvele el cuerpo a senpai ahora! – Le regaño Kou por sus acciones de poseer sin previo aviso a su senpai.

Y por traumar al pelinegro.

¿Se debió de haberse quedado para ver cómo se encontraba?

- Lo haría con gusto, pero – Señalo con el dedo a una esquina de la azotea. - ¿Qué debo hacer con esto? -

- ¿Eh? ¿Qué cosa? – Pregunto confundida el rábano.

- Esa cosa – Volvió a señalar a la esquina.

Los tres se enfocaron a la esquina y visualizaron a un Akane en posición agachada en lo que sujetaba con fuerzas las barandillas a la vez que murmuraba sombríamente.

- Ella se atrevió a tocar las delicadas manos de Amane – Murmuraba frenéticamente sin importarle que un tercero lo escuchase. – Incluso se atrevió a lanzarse sobre él y querer robarle un beso de sus suaves labios –

Sus murmullos se volvían cada vez más rápidos, al punto que ya no descifraban lo que decía.

- ¿Quién es? – Pregunto inocente Hanako. De alguna manera se le hacía conocido.

- No lo recuerdas – Hablo incrédula Yashiro por lo olvidadiza que era su amiga. – Te hable de él cuando me contaste sobre el árbol de confesiones –

- Mmmm, no, no me acuerdo –

Nene se llevó una mano a la frente a la vez que negaba la cabeza con incredulidad.

A veces Hanako-chan superaba sus perspectivas sobre ella.

*Coff* *Coff*

Una tos les llamo la atención a todos menos a Akane, al voltear se toparon con él peli rosa intentando llamar su atención antes de acercarse al peli naranjada.