El sonido del aceite calentándose era un sonido con que estaba familiarizado mucho, después de todo él era el responsable de los quehaceres del hogar. Desde cocinar, limpiar la casa, lavar la ropa y en ocasiones coser, para Amane no había nada que no hiciese para que su hermano pudiese tener un ambiente cómodo para descansar.
Su decisión se tomó cuando su hermano menor de siete años empezó a enfermarse debido a la mala alimentación que tenían. Todo empezó luego de que su madre falleciera cuando tenían tan solo cuatro años, eran muy jóvenes en ese entonces por lo que estuvieron en casa de la hermana de su madre.
Como consecuencia su padre empezó a trabajar horas extras para evitar estar en la casa al no aceptar que su esposa haya muerto, provocando que empezaran a comprar comidas congeladas o bocadillos para comer en todo el día.
Ahora con catorce años siguió con su tarea de brindarle a su hermano una casa limpia y comidas caseras.
O le brindaba.
Sus ojos se oscurecieron ante el recuerdo de aquella fatídica noche.
Era de noche cuando una fuerte tormenta azoto la ciudad de tokyo. Las gotas de lluvia bañaban la ventana de la cocina de cierta casa en una zona acomodaba, el pequeño azabache miraba desde su posición en la estufa la ventana, había querido cocinar un delicioso ramen para su gemelo y padre.
De no ser porque su progenitor se había acabado la comida del refrigerador, es decir, no es la primera vez que lo hace. Después de la muerte de su madre, se volvió una rutina que al salir de su trabajo se fuera a bares hasta que se emborrachara, todavía no han descubierto el como siempre vuelve, pero lo primero que hace al llegar a la casa es comer.
En otras palabras, toda la compra que hizo apenas hace unos días se iba cuando su padre llegaba a la casa.
- Se comió hasta los bocadillos, Amane – Dijo Tsukasa a su gemelo. Quien buscaba en las repisas por algo que comer.
- Sabes que no fue su intención – Intento defender a su padre en vano. Sabía bien que la opinión de Tsukasa hacia su padre es de un borracho sin solución el cual no debería existir.
- Siempre lo defiendes, pero no hace nada para merecer tu perdón – Lo regaño sabiendo que el mayor siempre defendía al bastardo solo porque era su padre.
La discusión se interrumpió por los gritos de su padre gritándoles que se callaran. Eso molesto a Tsukasa, el maldito solo le importaba sus partidos de futbol y no que se quedaran sin comer, ya no lo aguantaba.
Bajándose de la encimera se fue a buscar sus zapatos en el recibidor con su hermano detrás suyo.
- ¡¿Adónde vas Tsukasa, no ves que hay una tormenta?! – Replico el mayor siguiendo a su gemelo el cual se estaba poniendo sus zapatos de salir.
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Aquella Transmisión
FanficSin recuerdos de su anterior vida, el séptimo misterio de la academia kamome, no solo cumple con su rumor y mantiene el orden de ambas fronteras. Si no que busca pistas de su pasado, teniendo solamente el recuerdo de tres niños y la promesa de estar...