Canal#1: ¿Recuerdos?

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El naranja atardecer cubría el cielo de todo Japón, en especial un pequeño parque de un vecindario bien acomodado. Los niños jugaban felices en los juegos infantiles hasta que fuese hora de irse a sus hogares.

En una banca no muy lejos de ahí se encuentra una chica con ojos y cabello índigo. Ella mantiene su cabello recogido en dos secciones circulares detrás de su cabeza. Su flequillo está suelto para enmarcar su rostro con dos mechones finos y ondulados que caen sobre su pecho.

Vestida con un uniforme estilo marinero, desde su lugar en el banco veía a los niños jugar de reojo, pero sin dejar de leer el libro de jardinería, quería plantar la próxima semana algunos vegetales en el jardín de práctica.

- Aoi -neesan – La llamo una pequeña voz haciendo que alzara la mirada de la lectura.

Enfrente de ella estaba su vecino con un ramo de flores arrancadas de seguro del pequeño jardín que rodeaba el parque. Lo curioso es que el rostro del niño se encontraba garateada con tinta negro, como si su mente no quisiese que viera su rostro.

- ¿Son para mí? Gracias Akane-kun eres muy amable – Le elogio sabiendo bien la razón de las flores. Es una pena que se marchitarían pronto.

- Aoi-neesan – Escucho susurrar el pequeño, tenía la certeza que estaba sonrojado por algún motivo. En un instante el menor se encontraba haciendo una reverencia profunda a su persona y en voz alta le pidió. – ¡Por favor cásate conmigo! –

- Mmm... no – Rechazo la propuesta del niño, no era la primera vez que el chico le proponía lo mismo. Después de todo solo era un enamoramiento infantil, en unos años se enamoraría de otra persona que no fuese ella y el hecho que era diez años mayor que él.

- ¡Ah Akacchan, Oneechan! –Grito tímido otro infante uniéndose a ellos junto con otro chico idéntico detrás suyo. O al menos eso creía, sus rostros estaban iguales que su vecino, se encontraba garateadas, la razón por que creía que estaban relacionados era por un presentimiento.

- Seguramente molestabas a nuestra prima, ¿Verdad? Amane - Le pregunto a su hermano el cual no dijo nada.

- ¡Cállate, Tsukasa! – Exclamo Akane volteando para encararlo. Pronto los dos menores empezaron a decirse de cosas siendo observados por el hermano de uno y la adolescente.

Tan absortos en su pelea que no se dieron cuenta que ninguno de los dos ya no le prestaba atención.

- ¿Cuándo es tu campamento oneechan? – Le pregunto su pequeño primo mirándola fijamente o eso creía. El infante se encontraba sentado a lado suyo en la banca.

La mayor solo sonrió ante la pregunta, en su escuela habían organizado un campamento de estudio para las vacaciones de verano. Se quedarían solo una noche, harían equipos para hacer algo de comer y también estaban las actividades que realizarían en la noche.

- No te preocupes, pasado mañana volveré y haremos unos deliciosos postres que te parece Amane-chan – Le sugirió al menor ofreciendo su dedo meñique como promesa, el cual acepto con gusto.

- ¡Dulces! – Exclamo con alegría el menor dejando de pelear con su vecino, el pequeño se lanzó a su hermano en lo que repetía la palabra dulce varias veces.

- Por favor cásate conmigo, Aoi- neesan – Volvió a intentar su vecino con una reverencia y ofreciéndole una mano. Se rio sin burlarse del menor volviendo a rechazarlo.

Aquella TransmisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora