El Yoga de la señorita L Terminada

Capítulo 01: Vida

"El fracaso en nuestra vida nos traerá experiencias que nos ayudarán a llegar al éxito."
   Señorita L.

Liz Bonafoux

4 de octubre de 2020

Horas antes del rescate

—Cuanto te falta para saldar la deuda con ese cerdo —menciona Brenda mirando la puerta del cuarto velando que no entre nadie.

—Mucho no fue suficiente que él me vendiera su deuda fue tanta que aún no vence —ese sujeto también mando a uno de sus guardias para que me agrediera, pero gracias a Dios, Lennon llego a tiempo y no pudo hacerme nada. Además, no puedo permitir que lo intente de nuevo y ya no podemos más. Apenas soporto estar con los hombres que me compran.

—Lizbeth que vamos hacer sabes que para saldar esa deuda tendríamos que estar toda una vida aquí.

Brenda tiene razón, pero no es nuestra deuda y ya es la hora de ejecutar el plan. Así que llegó el momento es ahora o nunca.

—Brenda te acuerdas del plan verdad...—le susurro para no arriesgar que alguien me escuche, este lugar tiene oídos por todas partes. Asiente mientras me agacho para buscar debajo de mi cama el bulto que preparé hace días.

Brenda me susurra que se acuerda mientras que saca debajo del colchón el bulto que nos trajo Lennon para poner la poca ropa que tenemos. Saco el mío de debajo de la cama y abro el bulto revelando a Brenda algunas pacas de dinero que logre esconder durante meses. Este escape debe salir perfecto, aunque me deje la piel en esto.

—Esto nos ayudará a sobrevivir por un tiempo.

Brenda está sorprendida y asustada por esto, pero sus gestos me dicen que está dispuesta hacer lo que sea para salir de esta porquería de lugar.

—Nos iremos Lizbeth —habla ahora con más decisión mientras nos preparamos. Somos interrumpidas por alguien que abre la puerta revelándonos un hombre alto vestido de traje y corbata. Subiendo sus gafas con una sonrisa ladeada.

—Se quieren ir sin mi mis mujeres —dice con coquetería cerrando la puerta tras de él.

—Lennon carajo me asusté pensé que era alguien más —digo con una mano en el pecho mientras que con la otra trate de ocultar el bulto—. Lennon el único hombre de este lugar que nos ha respetado.

Lennon lo volví a ver a mis dieciséis años cuando entré por primera vez a este lugar junto con Brenda.

Para mi suerte el resultó ser un amigo que conocí en el mismo barrio en que viví. Que ha estado para nosotras estos seis años en este cautiverio. Somos como los tres mosqueteros y más en un lugar como este que tienes que pelear para sobrevivir.

—Qué suerte que fuiste tú —dice una Brenda pálida del susto.

—Nos vamos a largar de aquí ¿Él se pudo comunicar contigo? —Lennon asiente mientras se pone el auricular rompiendo en el acto el celular que le dieron en este bar y se acerca a nosotras. Poniéndose en cuclillas a nuestra altura ya que estamos sentadas en la cama.

—Chicas saldremos de aquí hoy y las ayudaré, pero debe ser cuando Liz termine su acto en el escenario para que no sospechen —no nos da tiempo de hablar ya que saca otro celular de su bolsillo y nos enseña los planos del bar.

En donde se observa en el mapa un único pasillo que nos llevará a la puerta de emergencia. Puerta que ha estado veinticuatro horas vigilada con guardaespaldas armados y cámaras de seguridad.

—Bien, esto fue lo que planeamos —empieza a explicar lo que haremos y el cómo esos guardias que siempre están en la puerta de emergencia saldrán de ahí para que podamos escapar con éxito...